31 de diciembre de 2019

¡Toda una década en Mis peloteros favoritos!


Lo más difícil de escribir no es enfrentarse a la primera hoja en blanco, ni siquiera a la segunda. Tampoco es buscar tu estilo, sino encontrar tu propia voz. Una voz que me ha acompañado durante los últimos diez años y hoy comparto con todos vosotros. Quizá por ello, abro este artículo con la misma imagen y frase que publiqué entonces: «Es algo obligado, no podía empezar de una forma diferente». No sabemos qué nos deparará la nueva década que verá la luz en unas horas, pero sí todo lo que nos ha deparado la anterior. Eso pensaba yo hace diez años cuando me enfrenté a la primera hoja en blanco de Mis peloteros favoritos. Estaba a punto de emprender una aventura en la que vadear mi propio destino. Porque todo viaje siempre es la vuelta al punto de partida.

La propensión recóndita de la especie humana es hacer balance al terminar el año. O la década, ya puestos. 2019 echa el cierre y termina una década indeleble para el fútbol y la humanidad. Diez años han transcurrido desde que Mis peloteros favoritos abriera sus puertas con motivo de la efeméride del triunfo de España en el Mundial de Sudáfrica 2010. Han sido dos lustros de infarto, alegrías, decepciones y cambios que, sin duda, han contribuido para ser lo que somos hoy. En el fútbol y en la vida. En este reportaje especial resumen de la década, repasaremos los momentos más importantes de diez años históricos.

Todo comenzó en 2010. La irrupción del Inter de Mourinho como un paréntesis del Barça de Guardiola, fue la antesala del triunfo de un verano maravilloso. El técnico portugués escudriñó el ampuloso estilo de juego del catalán y se impuso. La cita con la Historia no se haría de rogar y las bridas perecieron. Hizo falta el sufrimiento de muchas generaciones, idas y venidas, y aún más veranos en blanco, pero el fútbol nos recompensó en un desquite sin precedentes. Y de la mejor manera posible. El gol de Andrés Iniesta en Johannesburgo nunca envejecerá en nuestras retinas.


2011 fue la resaca al éxito de los años anteriores. De nuevo, el Barça de Pep Guardiola siguió haciendo historia. La tercera Champions del club azulgrana —la tercera del de Santpedor en Wembley, igual que la primera en 1992— fue la borrachera de un año repleto de clásicos ante el eterno rival: el Real Madrid de José Mourinho. Un año a resuello entre ruedas de prensa caldeadas y cruces de declaraciones envenenadas. Una temporada intensa, desde el pitido inicial hasta los estertores.

En 2012, volvimos a la cima. España ganó la Eurocopa de Polonia y Ucrania tras imponerse contundentemente a la selección de Italia. Era el tercer triunfo consecutivo en cuatro años, el tercer entorchado y el broche a una generación de oro. En Can Barça, Pep Guardiola puso fin a su andadura como entrenador y el Real Madrid de Cristiano Ronaldo y Mourinho batió todos los récords de puntos y alzó el título de Liga. A nivel europeo, el Chelsea consiguió su primera Champions League, tras imponerse al Bayern de Múnich en el Allianz Arena.

Llegó 2013 y el conjunto bávaro se resarció de sus viejas heridas. La nave alemana comandada por Jupp Heynckes logró el triplete en una gran exhibición de fútbol potente y expeditivo. En las islas, Alex Ferguson dejó el banquillo del Manchester United tras veintisiete temporadas con los Diablos Rojos. Y en nuestras fronteras, el añorado Tito Vilanova se ocupó del Fútbol Club Barcelona con quien volvió a coronarse campeón de Liga.


Sin embargo, en 2014 no pudo superar sus problemas de salud y nos dejó a la edad de cuarenta y seis años. Aquella temporada, también fue la del último adiós para Alfredo Di Stéfano, Luis Aragonés y Eusebio. Fue un año atípico, el Atlético de Madrid ganó la Liga tras dieciocho de sequía, rompiendo así la hegemonía culé y madridista. Los blancos se hicieron con la anhelada décima Copa de Europa, Alemania arrasó a Brasil en el Mundial de Brasil y el Sevilla FC llevó a sus vitrinas una nueva Europa League. 

Título que repetirían en 2015, en esa ocasión ante el modesto Dnipro ucraniano. El FC Barcelona de Luis Enrique volvió a firmar una temporada legendaria que terminó con la consecución del segundo triplete. La delantera MSN, formada por Messi, Suárez y Neymar rompió en añicos todos los moldes y todo culminaría con un nuevo Balón de Oro para la Pulga. En tierras sudamericanas, Chile se alzó campeón de la Copa América.

La selección de Alexis Sánchez volvería a ganar la edición especial de la Copa América 2016, al igual que el Sevilla FC en su competición fetiche: la Europa League en Basilea frente al Liverpool de Jürgen Klopp. Aquel año, el Leicester City, ascendido la temporada anterior, ganó la Premier League contra todo pronóstico. Portugal apeó a Francia en París, ganando la primera Eurocopa de su historia. Una noche en la que Francia fue la Portugal de 2004. Comenzaría además la gran andadura del Real Madrid que nuevamente alzó la Orejona, también ante el Atlético de Madrid. Y la magia de Johan Cruyff se apagaría para siempre, dejando huérfano el barcelonismo aunque su fútbol más vivo que nunca.


En 2017, el Vicente Calderón cerró sus puertas tras cincuentas años de olor a césped y cal. Neymar cambió Las Ramblas por los Campos Elíseos. Cristiano Ronaldo ganaría su cuarto Balón de Oro y otra edición de la Champions con el Real Madrid. Ángel María Villar y su hijo entrarían en prisión provisional tras destaparse una trama de corrupción conocida como Operación Soule. Ambos abandonarían la cárcel tras pagar la fianza, aunque la imagen internacional del fútbol español quedaría enturbiada para siempre.

2018 fue al año del resarcimiento para Francia. Les Bleus ganarían el Mundial en Rusia. Ponerle la segunda estrella al gallo de la mano de Deschamps y con unos fabulosos Pogba, Giezmann y Mbappé condenó al ostracismo a los fantasmas de 2016. Aquel Mundial empezó mal para España y terminó peor. La destitución de Julen Lopetegui a escasos días de la inauguración del torneo nos complicó las cosas ante rivales de más envergadura, con las heridas aún sin cicatrizar y la piel lacerada. Una generación aún trémula con el agujero aún horadado de una generación irreemplazable. Y la tercera Champions consecutiva del Real Madrid, la cuarta en cuatro años, dejó eclipsado el doblete de Liga y Copa cosechado por el Fútbol Club Barcelona. 

Así llegamos a un 2019 marcado por el meritorio triunfo del Liverpool en la Champions League, la debacle europea del FC Barcelona y el triste fallecimiento de José Antonio Reyes. Un año a las puertas del futuro y condicionado por la evolución —o involución para algunos— en el universo del balompié. El mercado globalizado y la irrupción de la tecnología elevan el fútbol a una dimensión desconocida. El VAR ha llegado para quedarse y pulir las imperfecciones inherentes a cualquier deporte. Los cambios de formato en competiciones como la Supercopa de España o el Mundialito de Clubes dejan patente el cambio de paradigma en la década que se abre ante nosotros. Una década nueva que nos deparará emoción y frenetismo a partes iguales. Y que seguiremos contando, cómo no, en Mis peloteros favoritos.


Algo que no hubiera sido posible sin todos vosotros. Mil gracias de corazón. ¡Feliz 2020 y felices años 20! 🍇🥂🍾⚽️🎉🔟

23 de diciembre de 2019

Las reglas más extrañas del fútbol


El arte sin reglas no sería arte. Incluso cuando una disciplina parece funcionar por ciencia infusa, hay una amalgama de leyes que la hacen posible. Ocurre en cualquier área: literatura, cine, pintura y, como no podía ser de otro modo, también en el fútbol. La mayoría de las reglas las aprendimos en el patio del colegio, algunos desgañitándose viendo el partido de su equipo en el bar o el estadio, y otros a base de barro y heridas. Ya saben lo que dicen: La letra con sangre entra.

El Código Penal del balompié no lo redacta la FIFA, la UEFA o cualquier otra confederación como muchos podrían suponer, sino que lo elabora anualmente la IFAB —International Football Association Board— en un manual llamado Reglas de juego. En él podemos encontrar las ya conocidas por todos, pero también las más extrañas que jamás habíamos reparado en su existencia. Allá van:

1. Sobre los libres directos e indirectos: Si un jugador, le pasa el balón con los pies a su guardameta y, por un despiste de este, el esférico se cuela en propia meta sin que nadie lo haya tocado, se pitará córner a favor del equipo contrincante. En caso de libre indirecto, si el jugador lanza y anota gol y ningún otro futbolista ha rozado siquiera el esférico, el balón irá a saque de puerta.

2. Sobre los saques de banda: Se trata de una norma muy parecida a la anterior. En este caso, si al sacar con el balón por la línea de banda, el cuero se introduce en la propia portería del lanzador, la jugada irá a córner. Si por el contrario, la pelota atraviesa la línea de meta rival, el colegiado deberá pitar saque de puerta. Si se da la situación de que el balón no entre al terreno de juego en el saque de banda, el jugador tendrá una nueva oportunidad para efectuar el saque de manera correcta.

3. ¿En qué casos se señala libre indirecto? En general, están pensados para todos aquellos comportamientos dentro del área pequeña que no impliquen contacto físico, tales como insultos, gestos o provocaciones a un adversario. Cuando la acción tenga lugar dentro del área chica, el lanzamiento deberá ejecutarse desde el punto de la línea más cercano al lugar donde se cometió la infracción. En ningún caso, se podrán lanzar libres indirectos en el área pequeña, solo en la zona de castigo.

4. Sobre los penaltis: Es sabido que si el jugador lanza el disparo desde los once metros, este da al palo y anota el rechace sin que el portero toque el balón, no será gol. Sería equivalente a tocar el esférico dos veces antes de lanzar o realizar un autopase y luego anotar. Y en una tanda de penaltis, si un equipo tiene expulsados uno o más jugadores, el equipo rival deberá retirar el mismo número de jugadores que el otro tenga expulsado. No se puede tener ventaja numérica en tandas de penaltis.

5. Gol de oro y gol de plata: Es una norma ya en desuso mediante la cual un partido podía concluir en la prórroga si uno de los equipos anotaba y se adjudicaba la victoria al equipo goleador. Implementado por la FIFA en 1994, Alemania ganó la Eurocopa de Inglaterra 1996 con el gol de Oliver Bierhoff y Francia la edición de Bélgica y Holanda 2000 tras el tanto de David Trezéguet, gracias a este sistema. La UEFA lo sustituiría en 2002 por el gol de plata, similar al anterior con la diferencia de que, tras anotar el gol, el partido terminaría a la conclusión de esa mitad de la prórroga. Ambos serían abolidos en 2004 y sustituidos por el método actual y la correspondiente tanda de penaltis.

Fuente: Rafael Escrig.