2 de marzo de 2011

Arsène Wenger, pura elegancia francesa


Entre la infinidad de entrenadores que pueblan este planeta, Wenger se puede considerar un descubridor de talentos, un pulidor de diamantes en bruto y una poción mágica capaz de hacer resurgir al fénix de sus cenizas. Sigue con lupa el régimen y convivencia de los jugadores del Arsenal, controla sus dietas potenciando los alimentos beneficiosos y limitando los perniciosos para la salud e incluso influyó en el diseño del Emirates Stadium.

Su trayectoria como jugador no fue estelar precisamente. Sólo jugó en el Estrasburgo, club en el que sólo permaneció en la temporada 1978/1979. Debutó ante el Mónaco y ese mismo año ganó la liga francesa. Arséne Wenger ocupaba el puesto de defensa central o líbero, sin embargo, no tuvo demasiado protagonismo pese a haber ganado el campeonato francés.

Se graduó en Ciencias Económicas, habla seis idiomas y en 1981 obtuvo el carnet que lo acredita oficialmente como entrenador. Inicialmente, fue nombrado entrenador de las categorias inferiores del Estraburgo y de allí pasó al Nancy donde los malos resultados obtenidos pusieron fin a su etapa en dicho club. El punto de inflexión en su carrera llegaría en 1987 cuando llegó al Mónaco, club en el que permanecería hasta 1994 al acabar en novena posición. En el equipo del Principado, Arsène ganó la Liga en 1988 y la Copa en 1991 y trajo, además, a jugadores de acreditada calidad como Jürgen Klinsmann. Tras acabar su periplo en el cuadro rojiblanco, Wenger rechazó una temprana oferta del Bayern de Múnich y se marchó a Japón para entrenar al Nagoya.


Su salto al estrellato se produjo en 1996 cuando fue fichado por el Arsenal tras el despido de Bruce Rioch. La temporada siguiente el equipo ganó la Premier League y la FA Cup. Las campañas sucesivas no fueron tan exitosas. El Arsenal perdió las finales de la UEFA en 2000 y de la Copa Inglesa en el año 2001 a manos de Galatasaray y Liverpool, respectivamente. Con el tiempo, los fichajes de Thierry Henry, Robert Pirès y Freddie Ljunberg asentaron la estabilidad del Arsenal en la lucha por los títulos y, de este modo, se volvió a firmar un doblete en el año 2002.

Al año siguiente, los gunners ganaron la FA Cup y en 2004 se volvió a conseguir el título de la Premier League, sin perder ni un sólo partido. Dicho sea de paso, ese año Thierry Henry, artillero del Arsenal, se proclamó maximo goleador del torneo inglés y, además, fue reconocido como Bota de Oro. distinción que el francés también lograría en 2005. Consiguió una hazaña sin precedentes, pues nunca un equipo inglés había ganado la Liga sin perder un sólo partido. Por este motivo, sus pupilos recibieron el apodo de Los Intocables.

Al mando del técnico francés, el Arsenal conquistó tres veces la Premier y cuatro la FA Cup. Todo ello convierte al galo en el entrenador más laureado en la historia del club londinense. Sin embargo, a nivel europeo todavía tiene una asignatura pendiente. La Copa de Europa es a día de hoy el único gran título que se le resiste aunque en 2006 se quedó a las puertas de la gloria tras perder en París ante el Barça de Ronaldinho, Giuly, Eto'o, Belleti y compañía.


Arsène Wenger siempre se ha caracterizado por ser un descubridor de talentos. Ha apostado por jugadores desconocidos y bajo sus órdenes han sacado su máximo potencial rindiendo a nivel profesional. Son los casos de Patrick Vieira, Cesc Fábregas, Nicklas Bendtner o, mucho antes, George Weah. A Vieira lo convirtió en una pieza clave del centro del campo de los gunners. Cesc fue observado muy de cerca por los cazatalentos del club cuando aún jugaba en La Masía y de el sacó el crack mundial que lleva dentro. De hecho, se especula con la salida del catalán de nuevo rumbo a su casa pos cifras astronómicas. Bendtner era un desconocido en su país cuando jugaba en un equipo juvenil de Dinamarca con tan sólo diecisiete años y de allí dio el gran salto hacia el club inglés. El caso de Weah es especial y se remonta a su etapa al mando del Mónaco. Wenger se trajo al liberiano al club y en 1995 ganó el Balón de Oro y el FIFA World Player, logros que, sin el descubrimiento del técnico galo, se hubieran quedado en un sueño.

Pese a todo ello, Wenger también ha invertido grandes sumas de dinero por jugadores pero su intuición y habilidad de mercado le ha permitido venderlos después por cantidades mayores. Existe el caso de Anelka que vino procedente del París Saint Germain por medio millón de libras para venderlo dos temporadas después al Real Madrid por 22,3 millones.

A lo largo de su carrera, también ha sabido darle un nuevo rumbo a la de jugadores que necesitaban un impulso. Precisamente, fue el caso de Tony Adams que recooció su adicción al alcohol y Wenger se implicó especialmente en el proceso de rehabilitación del central inglés. Además, acudió al rescate de Thierry Henry cuando casi naufraga en la Juventus. Wenger lo conocía de su estancia en el Mónaco y allí pulió a la joven promesa francesa. Después de su breve período en la Vecchia Signora, llegó a Londres avalado por Wenger y allí explotó a nivel mundial convirtiéndose en el máximo goleador de la historia del equipo. Actualmente, es considerado un ídolo entre los aficionados gunners.


Aunque el temperamento de Wenger es suave y prudente, eso no ha significado que su figura no haya sido polémica en absoluto. Por ejemplo, es bien conocida su rivalidad con el técnico del Manchester United, Álex Ferguson. Dicha relación no muy amigable alcanzó su máximo absoluto en 2004 cuando tras un partido en Old Trafford que los diablos rojos ganaron por 2-0, algunos jugadores del Arsenal arrojaron comida a los jugadores locales. Wenger dijo no haber visto nada y poco después llamó tramposo a Ruud Van Nistelrooy, delantero del Manchester por entonces. Fue multado con 15000 libras.

También protagonizó con Mourinho una pelea dialéctica. El francés acuso al portugués de estar obsesionado con el Chelsea y el luso le contesto llamándolo voyeur. Posteriormente, Mourinho lamentó los hechos y pidió disculpas públicamente.

No en vano, nada eclipsa la gran carrera de este técnico que, a nivel europeo, aún no ha obtenido el premio merecido por su gran labor. Su filosofia es un ejemplo a seguir. A buen seguro, los años venideros en el Arsenal le otorgarán más momentos de gloria. Ése parece el destino de un hombre cuyo nombre parece estar ligado al club que dirige.

 La exitosa carrera de muchos grandes futbolistas como Thierry Henry no se podría haber explicado sin la intervención de Arsène Wenger que lo repescó de la Juventus en 1999. En las ocho temporadas que defendió la camiseta del Arsenal hizo leyenda.

4 comentarios:

  1. Wenger siempre ha sido un tecnico que valora los medios antes que el resultado, la belleza con el en un banquillo esta asegurada, no asi el resultado. El Arsenal con el no se aseguro un lugar en la historia, sino en la memoria y creo que ese es un dato que dice lo grande que es con su inteligencia, capacidad y volatilidad como bandera en un cargo que tantas veces esta dominado por ignorantes, en el mas respetuoso sentido de la palabra, ya que cualquier lo seria al lado de un tecnico como el frances que ademas de hablar seis idiomas es ingeniero. un saludo

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  2. Gracias por tu apunte, Matías. Un gran entrenador sin lugar a dudas.

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  3. Tiene todo lo que hace falta de un autentico manager: Es comprensivo a la par de exigente con sus jugadores, un caballero que solo habla mediante la estrategia en el campo y un autentico regateador de lujo en sus operaciones financieras.

    No hay duda de que creará escuela, aunque por el momento, solo Ferguson en el Manchester o Guardiola, camino de ello, podrían toserle.

    Al mismo tiempo, lamento la ausencia de comentarios mios en éste escaparate del futbol, amigo ;)

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  4. Una alegriar volver a leerte por aquí. Nos vemos tío :)

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