28 de julio de 2011

Equipos históricos: Borussia Dortmund 1997

 

La edición de la Copa de Europa de la temporada 1996/1997 tuvo un campeón alemán inédito. Por primera vez, la máxima competición continental no caía conquistada frente al todopoderoso Bayern de Múnich o el Hamburgo que miraba de reojo la ganada en 1983. Aquel año, histórico para los alemanes tras la consecución de la Eurocopa de Inglaterra, pasará a la historia por la merecida victoria del Borussia Dortmund.

Los buenos resultados obtenidos en la Bundesliga durante la década de los noventa culminaron alzando al Olimpo europeo al Borussia que, bajo las órdenes de Ottmar Hitzfield, se impuso en la final de Múnich a la Juventus de Turín, vigente campeona de la Champions con un inapelable 3-1.

El equipo teutón realizó una campaña extraordinaria y contaba con un fantástico portero como Stefan Klos. La formación defensiva estaba compuesta únicamente por tres defensas y éstos eran: Jurgen Khöler, Matthias Sammer y Julio César. En la línea de mediocampo, aparecían dos carrileros con un gran aporte defensivo y ofensivo como Jörg Heinrich, por el costado izquierdo, y Reuter, por el derecho. Paulo Sousa ocupaba la demarcación de pivote, mientras que el escocés Paul Laumbert y Andreas Möller ocupaban la posición de interior derecho e izquierdo, respectivamente. En la delantera, los encargados del gol eran Karl-Heinz Riedle y el suizo Chapuisat que mostraron un gran nivel a lo largo de todo el campeonato. 

 

La aventura del Dortmund en la Copa de Europa comenzó encuadrado en el grupo B de la competición, compartiendo plano con el Atlético de Madrid, ganador del doblete la temporada anterior en España, el Steaua de Bucarest con su gloriosa Copa de Europa en sus vitrinas y, por último, el Widzew Lodz de Polonia, como comparsa.

En el Vicente Calderón, el campeón alemán ganó por la mínima con gol de Riedle. En tierras rumanas, logró un implacable 0-3 frente al Steaua y en Polonia, se produjo el empate a dos goles. Sin embargo, en Westfalenstadion, tuvo que presenciar como cayó derrotado ante el Atlético de Madrid, en su última participación en el torneo hasta la temporada 2008/2009, pero, en cambio, le endosó un 5-3 al Steaua de Bucarest y logró un ajustado 2-1 frente al Widzew.

Por aquel entonces, el formato de la competición no contemplaba la existencia de los octavos de final de la competición, de modo que el Borussia accedió directamente a la fase de cuartos en la que le esperaba el Auxerre francés en el que jugaba el delantero Stéphane Guivarch. El 3-1 cosechado en Westfalenstadion abría de par en par las puertas del equipo bávaro a las semifinales del torneo, pese a ganar además en el Abbé-Deschamps.

 

Las semifinales del torneo guardaban un atractivo Manchester United-Borussia Dortmund. En realidad, fue una eliminatoria sencilla en la que los alemanes ganaron por 0-1 en Old Trafford y con idéntico resultado en Westfalenstadion.

Llegó la final dentro de las fronteras alemanas. Se celebró en Múnich y, al frente, se encontraba la Juventus de Zidane y Del Piero, actual campeona de Europa y, dicho sea de paso, gran favorita para conseguir la Orejona. Pese a la dificultad de la final, el Borussia ganó por 3-1 a la Vecchia Signora y dominó claramente al cuadro italiano que había ganado la Seria A en Italia.

Riedle marcó dos goles en los minutos 29 y 34 de la primera mitad. De ese modo, el partido era muy favorable a los alemanes. Al término del descanso, el electrónico mostraba un tranquilizador 2-0 para el Borussia Dortmund hasta que Alessandro Del Piero marcó un genial gol de taquito. Cuando salió al terreno de juego Lars Ricken y, en la primera jugada en la que tocó el cuero, marcó el 3-1 definitivo mediante una gran vaselina. Así pues, un nuevo equipo alemán conseguía su primera Copa de Europa en una generación histórica de futbolistas teutones. Matthias Sammer, capitán de aquella mítica escuadra, fue elegido Balón de Oro ese mismo año por su encomiable labor.

La rubrica a una temporada tan espectacular tuvo lugar en diciembre de 1997 cuando el Borussia Dormund conquistó la Copa Intercontinental, actual Mundialito de Clubes, tras doblegar por 2-0 al Cruzeiro brasileño, campeón de Copa Libertadores con goles de Zorc y Herrlich.

 Alineación del Borussia Dortmund y de la Juventus en la final de Múnich 1997. El equipo alemán jugando con tres defensas y dos carrileros ganó de forma magistral a la vigente campeona de Europa que contaba en sus filas con nombres como Zidane, Boksic y Del Piero.

26 de julio de 2011

Llegó Alexis


Ayer fue presentado oficialmente el primer refuerzo del Fútbol Club Barcelona de cara a la próxima temporada 2011/2012. El traspaso se ha cerrado en 26 millones de euros más 11,5 en objetivos y ha firmado para las próximas cinco temporadas. Tras superar satisfactoriamente los pertinentes reconocimientos médicos, el primer jugador chileno de la historia del Barça se presentó a la afición culé mostrando una camiseta con el dorsal número 9.

Declaró que la llamada personal de Pep Guardiola fue muy importante en el fichaje, dado que el interés del técnico fue fundamental. También manifestó que llega al club para seguir ganando títulos y, sobre todo, para aprender junto a Messi, a Xavi y a todos en general. De este modo y, con el futuro indeciso de Affelay, el Niño Maravilla intentará hacerse un hueco en la delantera con Pedro, Messi y Villa, aunque, como ha dicho Leo Messi, enganchará perfectamente en Barcelona.

Después de los clásicos y técnicos toques de balón y las fotos vestidos de calle ante el escudo del Barcelona, el ex-jugador del Udinese declaró, con una sonrisa, que llega al mejor club del mundo. Por último, manifestó que pretende trabajar y dar una buena imagen y que, de este modo, cumple su sueño de niño de jugar en el Fútbol Club Barcelona.

23 de julio de 2011

Partidos históricos: España - Malta 1983

 

Muchos años antes de que una dorada estrella se hubiese posado en lo alto de nuestro escudo para toda la eternidad, la selección española no hacía más que romper todas las ilusiones de los españoles todos los veranos pares. Sin embargo, uno de los partidos más épicos del combinado nacional tuvo lugar durante esos años de decepciones. Fue algo así como un oasis en un desierto de alegrías. Se trata de uno de esos encuentros inolvidables cuyo relato ha pasado de generación a generación y constituye una de las más recordadas páginas de gloria de La Roja.

Aquel partido quedó grabado para la posteridad del fútbol español y fue el modo particular de vivir entonces el famoso cántico de ¡Podemos! Tuvo lugar el 21 de diciembre de 1983 en el estadio Benito Villamarín de Sevilla ante 30.000 espectadores. En principio, estaba pensado una mayor asistencia de público pero, debido a las intensas lluvias que asolaron la ciudad hispalense en los días previos, se vendió un número menor de entradas.

El verano siguiente, Francia abría sus puertas de par en par con motivo de la organización de la Eurocopa. Para ello, España fue encuadrada en el grupo VII junto a Holanda, Irlanda, Islandia y Malta. La UEFA estipuló que pasaría únicamente el primero de cada grupo. Desde el principio, España y Holanda se convirtieron en las principales candidatas para unas románticas vacaciones en París.


Llegó la última jornada y, con ella, los nervios e incertidumbre propios de la última hora. Esta ocasión, el rival a superar sería Malta, un equipo teóricamente inferior cuya plantilla estaba compuesta básicamente por jugadores no profesionales. A fin de situarnos, en el penúltimo partido de clasificación, Holanda, primera de grupo, le había endosado a Malta un implacable 5-0 y, dada la diferencia de goles de las selecciones española y neerlandesa, La Roja necesitaba ganar por una diferencia de once goles o superior. Si el goal average era inferior al mencionado, Holanda conseguiría su pasaporte a la Eurocopa de Francia de 1984 puesto que en el partido de ida los españoles cayeron mermados 3-1 ante la selección oranje.

Técnicamente, la selección de Países Bajos partía con una diferencia de 16 goles (22 anotados y 6 encajados) y España partía con un promedio de 5 goles de diferencia (12 anotados y 7 encajados) Parecía misión imposible pero esa era la realidad: España tenía que ganar por 11 goles o más. La verdad sea dicha, no se depositó mucha ilusión en el combinado español. Meses atrás en el partido de ida, España ganó en La Valetta por un discreto 2-3 y se antojaba difícil soñar con una goleada de semejante envergadura.

Pese a la dificultad de ganar y hacerlo con una diferencia tan astronómica, los medios de comunicación y los aficionados empezaron a zambullirse en un narcótico ambiente de optimismo que rebajaba la dificultad de ganar por un goal average de once tantos. En el fútbol, ganar por un número tan elevado de goles es muy complicado pero si, además, los goles se necesitan, entonces la dificultad aumenta exponencialmente. Si los cálculos no fallan, España tenía que marcar un gol por cada ocho minutos de juego. Ahí es poco.


Los jugadores que participaron en aquella gesta, ya inmortalizados en la historia del fútbol español fueron: Goikoetxea, Sarabia y Zubizarreta (Athletic de Bilbao), Marcos Alonso Tente Sánchez, Víctor Muñoz y Lobo Carrasco (Barcelona), Camacho y Santillana (Real Madrid), Gordillo y Rincón (Real Betis), Antonio Maceda (Sporting de Gijón), Francisco Buyo (Sevilla) y Güerri, Salva y Señor (Real Zaragoza).

Dicho esto, España no pudo contar con su portero titular Luis Miguel Arconada por una oportunista lesión. Asimismo, el joven guardameta Buyo no había debutado a nivel internacional hasta ese memorable partido. Al frente, el combinado maltés, manifiestamente inferior al español, estaba constituido principalmente por jugadores amateurs que militaban en la liga de Malta. Su portero, John Bonello, conocido posteriormente en España por apariciones comerciales en Amstel, era el único integrante de la escuadra maltesa que había jugado fuera de su país, en concreto, en el humilde Herford alemán. Decir, además, que el equipo visitante entrenó en el Benito Villamarín pero, no obstante, las fuertes lluvias impidieron que se ejercitasen normalmente. Al mismo tiempo, el archiconocido guardameta aseguró. No volvería a mi pais si me meten once goles...

El partido comenzó sobre las ocho y media de la tarde. El aforo no llegó a completarse gracias a las antojadizas condiciones meteorológicas. Obviamente, España salió al ataque, buscando incansablemente el gol. No obstante, el penalti errado por Juan Señor en los primeros compases de encuentro arrojó más agua fría a las gradas. Por así decirlo, Malta desarrolló un juego superdefensivo y con muy poca continuidad de la posesión. Sus pérdidas de balón eran constantes y, de ese modo, aprovechó España para crear ocasiones ya fuere por las bandas o mediante jugadas individuales.


En el minuto 15 llegó el primer gol de la noche, por medio de un impecable cabezazo de Santillana. Malta, anteponiendo su muralla defensiva para evitar una goleada como la sufrida ante Holanda días atrás, se encerraron cual lata de mejillones. De hecho, los malteses no vieron portería hasta el minuto 24 tras un remate de DeGiorgio que fue desviado por Maceda y acabó en el fondo de la portería de Buyo.

Por si la dificultad inicial del partido no era suficiente, España se encontraba ahora con un hándicap más como fue el gol encajado de Malta. Sin embargo, el despliegue ultraofensivo de La Roja se rentabilizó en ocasiones y Carlos Santillana rubricó la primera parte con otros dos tantos más, de modo que, al término de la primera parte, el hat-trick del jugador del Real Madrid imperaba en el electrónico frente el solitario gol de DeGiorgio. Pese a ello, el resultado aún era escaso y lo recomendable hubiese sido llegar al descanso con cinco goles al menos. Y, de esa guisa, comenzó el segundo tiempo...

Como un acorazado repleto de cañones, España siguió atacando durante todo el partido, básicamente, porque eran necesarios nada menos que nueve goles para la anhelada clasificación. Poli Rincón anotó el cuarto en el minuto 47, estrenando así su marcador personal, y, diez minutos después, firmó el quinto gol español de aquella lluviosa noche sevillana. En apenas dos minutos, Maceda hizo subir al marcador dos goles, uno de ellos mediante un acrobático remate. Sólo diez segundos después del segundo gol de Maceda, Poli Rincón marcó el octavo y, de este modo, hacía hat-trick. Así pues, dos jugadores (Santillana y Rincón) marcaban tres goles en el mismo partido. Ambos jugadores anotaron el noveno y el décimo gol, respetivamente. Ya sólo quedaban dos...


Corría el minuto 80 y Sarabia se estrenó como goleador en tal señalada fecha para subir el undécimo gol al luminoso. Restaban diez minutos de partido y la clasificación dejó de ser un sueño para materializarse en algo real y palpable. Llegó el minuto 85 y Señor marcó el duodécimo y definitivo gol de la noche mientras José Ángel de la Casa gritaba y entonaba un glorioso gallo que ya forma parte de la historia de las transmisiones deportivas en directo.

España siguió atacando e incluso Rafael Gordillo anotó un decimotercer gol que fue anulado por el árbitro, supuestamente, por fuera de juego. Tras el gol decisivo, numerosos aficionados invadieron el campo pero fueron desalojados rápidamente por los encargados de seguridad del coliseo sevillano.

Al acabar el partido, el júbilo y las sensaciones jocosas anegaron el estadio. El sueño, con algunos tintes de milagro, de la clasificación para la Eurocopa de Francia en 1984 se hizo realidad. Holanda, cual advenimiento de la final de Sudáfrica 2010, no podía constatar la gloriosa clasificación de los españoles. Los aficionados invadieron completamente el estadio e incluso Poli Rincón se quedó con el balón como recuerdo en lugar de devolvérselo al colegiado.

 

Después de aquel legendario encuentro, los jugadores encontraron adhesiones entusiastas en la afición. También recuperaron la confianza perdida tras el decepcionante papel en el Mundial de 1982 en el que la selección española era anfitriona. A excepción de las últimas consecuciones, ese encuentro está considerado como uno de los más memorables que yace indelebles en la memoria de todos.

En general, los medios de comunicación tildaron el partido de justo. La avalancha de criticas recayó sobre el portero John Bonello, criticado duramente por sus compañeros. No obstante, algunos medios sensacionalistas no mostraron reparos en asegurar la existencia de una posible mano negra detrás del partido. En Malta, aquel encuentro supuso una verdadera humillación hasta tal punto que el seleccionador maltés Victor Scerri cesó de su cargo y, además, la propia Federación Maltesa, ruborizada ante la galopante goleada, denunció ante la UEFA un presunto trato vejatorio de la afición española hacia los jugadores malteses.

Por su parte, España consiguió el preciado pase para la Eurocopa de Francia, en una de las más brillantes generaciones de futbolistas de su historia. En el torneo de naciones europeas, llegó a la final en el estadio Parc des Princes en París, donde la suerte de Platini y la desdichada parada de Arconada proclamaron a Francia campeona de Europa.

A modo de conclusión, es posible que esta histórica gesta haya sido eclipsada con el triunfo de una Eurocopa en la que sí hubo más suerte o en Mundial que elevaba a España directamente a un grupo selecto de selecciones estelares. En cualquier caso, el España Malta es un claro ejemplo de que en el fútbol también existen los milagros...

20 de julio de 2011

Desde los once metros


También llamado penal en otros países de habla hispana, cuando el colegiado señala el punto, caemos víctimas del terror si no satisface nuestros intereses. En contraposición, el júbilo nos invade si el jugador a lanzarlo viste con una camiseta con la que nos identificamos. En cualquier caso, en diversos deportes, el concepto de penalti obedece a un lazamiento sin barrera y con el portero como único oponente a una distancia fijada previamente.

En la historia del fútbol, se han vivido penaltis de todas las índoles. Curiosos algunos, inverosímiles otros y numerosos con rúbrica propia, en principio, no son más que un lanzamiento potente y seco a una posición en la que el portero no pueda hacer nada. Analizaremos ahora, sin más dilación, los penaltis más memorables que todo buen aficionado al fútbol debe tener en mente.

En primer lugar, el penalti más recordado de la historia del fútbol es el que fue lanzado por Antonín Panenka. Se trata, pues, del tiro penal por excelencia en el deporte rey. La acción tuvo lugar en la final de la Eurocopa de 1976. En ella, la selección alemana, vigente campeona del mundo por entonces, se medía a Checoslovaquia. El duelo entre ambas no se resolvió en los noventa minutos reglamentarios y ambas pasaron a una siempre dramática tanda de penaltis.


Llegó el turno decisivo, el de Panenka. Bajo palos, se encontraba el mítico portero del Bayern de Múnich, Sepp Maier. Cuando el checo fue a lanzar el disparo, advirtió como el guardameta se tiraba hacia su costado izquierdo. En esas fracciones de segundo, Panenka decidió realizar su lanzamiento con la punta de su bota, por debajo de ésta. El balón entró muy lentamente y picado por el centro de la portería, al mismo tiempo que la selección de Checoslovaquia se proclamaba campeona de Europa de 1976.

Este penalti fue tan famoso que no han sido pocos los futbolistas que han intentado emularlo a lo largo de los años, con diferentes resultados. De hecho, cuando un jugador lanza un penalti de este modo, se dice que lo ha hecho a estilo Panenka o, simplemente, a lo Panenka. A modo de ejemplo, Zinedine Zidane en la final del Mundial de Alemania 2006 a los siete minutos de partidos lanzó el penalti que Marco Materazzi cometió sobre Florent Malouda. En esa ocasión, el balón disparado por Zizou golpeó en el travesaño, entró, volvió a dar en el larguero y salió hacia afuera. Fue gol, por supuesto.

Otro precursor en una forma surrealista de cobrar los lanzamientos penaltis fue Johan Cruyff. Cuando militaba en las filas del Ájax de Ámsterdam, ideó un modo de lanzarlos nunca visto antes. Cruyff tocó levemente el balón hacia la izquierda, posibilitando, de este modo, la invasión de área por parte de sus compañeros. En ese momento, apareció Jesper Olsen quien avanzó hacia la porteria y, cuando se encontraba cara a cara con el portero, se la devolvió a Cruyff que sólo tuvo que empujarla hacia el fondo de las mallas.


La jugada no fue registrada bajo Copyright y en noviembre de 2005, Robert Pirès trató de imitarla. El Arsenal ganaba por la mínima al Manchester City y Pirès trató de pasarle el balón a Thierry Henry. Lamentablemente, Pirès, a la hora del pase, no le dio lo suficientemente fuerte y Henry no pudo llegar. Ambos jugadores franceses se quedaron de una pieza y el balón volvió a dominios del City.

Si hablamos de penaltis históricos, es obligatoria hacer mención a Martín Palermo, Sí bien, la acción del argentino no pasará a los libros de fútbol por la gloria a la que condujo pero se trata de un penalti, o, mejor dicho penaltis, por así decirlo, peculiares.

Tuvo lugar el 4 de julio de 1999 en la Copa América, en concreto, en el partido que enfrentaba a las selecciones de Argentina y Colombia. En ese fatídico encuentro para la hinchada albiceleste, Palermo erró los tres lazamientos señalados por el colegiado. A los cuatro minutos de partidos, estrelló un penalti en el travesaño. A los treinta minutos de partido, mandó a las nubes otro penalti que lanzó. Por último, un minuto antes de la conclusión del partido, volvió a lanzar un penalti que, esta vez, fue blocado por el guardamenta Miguel Calero.


No obstante, también han habido penaltis responsables de que sus ejecutores no concilien el sueño con facilidad. Sus relajadas aventuras oníricas se ven perturbadas por un balón que no consigue colarse en una portería a once metros. Es el caso de Raúl en la Eurocopa de 2000 que, frente a la selección francesa y a las puertas de una hipotética semifinal, envió su lanzamiento al tercer anfiteatro, cuando intentaba meterlo en la escuadra de Fabien Barthez.

Más reciente es el de John Terry en la final de la Liga de Campeones de Moscú 2008 ante el Manchester United. Cuando se disponía a convertir su lanzamiento, un inoportuno resbalón desvió considerablemente la trayectoria de su balón. Su compungido rostro reflejaba la impotencia de un Chelsea novato en finales de Champions que pudo haber hecho historia. La mala fortuna quiso que esa trsite vivencia tuviera que vivirla un jugador de la cantera blue y un estandarte de Stamford Bridge como John Terry.

De esta inédita forma, Panenka le dio el triunfo a Checoslovaquia en la Eurocopa de Naciones de 1976. Obsérvese la forma de golpeo y la trayectoria del cuero.

16 de julio de 2011

¿Qué fue de Abel Xavier?

 

Nacido en Mozambique, este jugador portugués nació el 30 de noviembre de 1972 y jugó fundamentalmente de defensa central y de lateral derecho. Se trata de uno de esos trotamundos del fútbol mundial que, pese a no cuajar en los clubes en los que militó, es recordado por los extravagantes peinados que lucía.

Hace exactamente veinte temporadas debutó con el Estrella Amadora de Portugal, equipo en el que permaneció tres temporadas y que le sirvió de trampolín para ser fichado por un grande de su país, el Benfica donde jugó hasta 1995. Aquel año fue transferido al fútbol italiano, en concreto, a las filas del AS Bari. En el equipo italiano, tampoco terminó de adaptarse completamente y en 1996 fichó por un equipo español, el Real Oviedo.

En el equipo asturiano, jugó dos temporadas hasta que en 1998, el PSV Eindhoven lo fichó. En Holanda, cuarto pais en la andadura de este peculiar jugador, tampoco gozó de mucha regularidad y finalmente sólo estuvo una temporada, hasta 1999. En ese año, eligió como nuevo destino futbolístico el Everton de la Premier League. En el conjunto inglés, se mantuvo tres temporadas hasta que en 2002 fue vendido a los eternos rivales, el Liverpool.


No terminó de acoplarse al equipo red y, tras sólo una temporada en la ciudad de Los Beatles, fue cedido al Galatasaray turco. En el verano de 2003, tras las polémicas salidas de Vicente del Bosque, Fernando Hierro y Claude Makélelé del Real Madrid, el jugador portugués fue tentado por Carlos Queiroz. El equipo blanco buscaba un central de garantías que aportara robustez a la medular pero Abel Xavier había tenido realmente mala fortuna con las lesiones los últimos años pasando muy inadvertido por Liverpool y Galatasaray, obviamente, por su rendimiento porque, en cuestión capilar, no pasaba desapercibido.

Tras no concretarse su frustrado fichaje por el Real Madrid, el jugador portugués siguió vinculado al Galatasaray, aunque no jugó ningún partido con los turcos, y en la temporada 2004/2005 militó en dos clubes: el Hannover 96 y AS Roma. Poco después, estuvo durante un corto período de tiempo en paro y finalmente fichó por el Middlesbrough. La nota más turbia de su carrera tuvo lugar en noviembre de 2005 cuando le acusaron de usar esteroides. A modo de sanción, se perdió el curso futbolístico 2005/2006.

Dicho sea de paso, tampoco pudo disputar enteramente la temporada siguiente. En mayo de 2007 se oficializó su traspaso a Los Ángeles Galaxy, equipo donde coincidió con David Beckham que, al acabar esa misma temporada, se marchó del Real Madrid, tras haber contado verdaderamente poco para el entrenador por aquel entonces, Fabio Capello.


A nivel internacional, Abel Xavier no fue seleccionado para disputar la Eurocopa de Inglaterra en 1996 pero sí acudió a la cita de Bélgica y Holanda en 2000 y al Mundial de Corea y Japón en 2002. En su primer gran torneo internacional, la Eurocopa del año 2000, llegó con la selección de Portugal a las semifinales del torneo en las que el cuadro luso fue apeado por, a la postre campeona, selección francesa.

En aquel fatídico encuentro, es recordado por interceptar con la mano un disparo de David Trezeguet. Vítor Baia, guardameta portugués, no pudo blocar el disparo de Zinedine Zidane que los dejaba a las puertas de la gran final. Sin embargo, fue una pieza fundamental en la defensa de la selección lusa y se erigió como una de las estrellas del torneo.

En el Mundial de 2002, sólo disputó el último partido de la fase de grupos y cerraba así una carrera como internacional en la que jugó veinte partidos y anotó dos goles. No obstante, su retirada definitiva tendría que esperar hasta el 23 de diciembre de 2009. En esa fecha también anunció su conversión al islamismo según, en sus propias palabras, por profesar unos valores con los que se identifica. Dicho esto, se cambió su nombre a Faisal que le recomendó el jeque que apadrinó su conversión.

El jugador manifestó que, tras su dura etapa en el Galatasaray por lesiones de por medio, se consoló en el Islam bajo la paz, libertad y confianza que promueve esa religión. Después de todo lo dicho, lo que sí es seguro es que, aunque Abel Xavier no se contituyó como un jugador muy sonado, será recordado por su variopintos peinados.

14 de julio de 2011

Nápoles, oponente en el Gamper


La cuadrágesimosexta edición del veraniego trofeo Hans Gamper tendrá como invitado al Nápoles, tercer clasificado del Calcio italiano. El encuentro tendrá lugar el próximo 22 de agosto, días después de la primera jornada de Liga ante el Málaga y servirá, además, como presentación oficial del equipo en el Camp Nou.

Con un plantel de Champions, el equipo del sur de Italia cuenta en sus filas con el internacional argentino Ezequiel Lavezzi, el eslovaco Marek Hamsik y el uruguayo Edinson Cavani. En otro orden de cosas, ambos clubes nunca se han enfrentado en un partido oficial. Su último precedente en un terreno de juego se remonta a 1978 en un partido de carácter amistoso y que finalizó con empate a un gol.

Cabe destacar que, en la edición anterior, el Barça se llevó su trofeo casero tras derrotar al Milan en la tanda de penaltis tras el empate a uno en los noventa minutos reglamentarios. El morbo de aquel partido residía en la vuelta de Ronaldinho al Camp Nou tras su convulsionada salida, precisamente al Milan, dos años atrás.

Fuente: Página oficial del Fútbol Club Barcelona.

13 de julio de 2011

De Córdoba a Valencia

 

La historia de hoy tendrá lugar en Córdoba. Para abordarla nos trasladaremos, aunque parezca extraño, al otro lado del charco. La Córdoba a la que nos referimos está situada en Argentina y el destino de este artículo tendrá lugar allí. 

Bañada por el río Suquía, Córdoba es un importante centro económico basado fundamentalmente en la ganadería, además de educativo; cultural, con la Catedral de Córdoba como representante; y financiero. Dentro del mundo del fútbol, La Docta, como se la conoce comúnmente, es la cuna de la que han salido ilustres caras de la historia del fútbol argentino como Mario Alberto Kempes, Claudio El Piojo López y, en la actualidad, Pablo Piatti. Curiosamente, por el capricho de alguna variable, todos estos jugadores han acabado vistiendo la camiseta del Valencia.

Kempes es uno de los jugadores argentinos más importantes de su país y, por extensión, del panorama futbolístco mundial. De hecho, está incluido en la lista de los seis mejores jugadores de Argentina en el siglo XX. Fue pieza clave del éxito de la albiceleste en el Mundial de 1978, organizado por su selección y que ganaría en la final a Holanda en la que anotó dos goles del 3-1 total. En aquella edición de la Copa del Mundo, El Matador se erigió maximo goleador del torneo internacional y compartió protagonismo con otros ilustres como Daniel Bertoni y Leopoldo Luque.


Por aquel entonces ya militaba en el Valencia. Tras el Mundial anterior, el de Alemania 1974, su gran actuación le llevó a firmar con el equipo ché por treinta millones de las antiguas pesetas. Su increíble capacidad goleadora quedó avalada tras conseguir consecutivamente el trofeo Pichichi en 1977 y 1978.

La consecución de la Copa del Rey de 1979 no se podría haber explicado sin los goles anotados por Kempes. El Valencia le ganó al Real Madrid, vigente campeón de la competición, por 2-0, ambos goles suyos, en el estadio Vicente Calderón. El rival a batir fue el Fútbol Club Barcelona que había vapuleado al conjunto valencianista en el Camp Nou por 4-1. En una apasionante vuelta en el Luis Casanova, el Valencia le infringió una insultante derrota por 4-0.

Otro notable éxito de Mario Alberto Kempes con el Valencia fue la obtención de la Recopa de Europa ante el Arsenal en 1980. En la tanda de penaltis ante los gunners en la final, erró el suyo pero, no obstante, fue el máximo realizador del torneo con nada menos que nueve goles. Además, eliminó nuevamente al Barcelona, campeón de la temporada anterior. Aque año, histórico para el valencianismo, también ganó la Supercopa de Europa ante el Nottingham Forest, campeón de Europa.

 

Considerado uno de los mejores jugadores de la historia del Valencia y de la selección argentina, Kempes destacaba por su continuo coraje y sacrificio, su facilidad para el gol y su endiablada pierna zurda que tantas tardes de gloria otorgó a quienes lo vieron.

También lugareño de la ciudad de Córdoba es Claudio López. El Piojo destacó en Racing de Avellaneda desde 1992 hasta 1996, año en el que fichó por el Valencia donde permanecería hasta el año 2000. Sin embargo, sus comienzos en el conjunto ché no fueron fáciles. Tuvo que lidiar con la presencia de los delanteros Romario y Ortega. Los continuos problemas de ambos con el técnico Ranieri le brindaron una oportunidad inigualable de titularidad al Piojo que, con sus goles, causó sensación en la hinchada valencianista.

Su debut goleador en Primera se produjo en octubre de 1996 ante el Atlético de Madrid en Mestalla. Allí, el Piojo le enchufó a Molina un lejano disparo desde algo más de 50 metros. Ese sería el primero de muchos goles de los 74 oficiales que yacen en las videotecas del Valencia. De hecho, se quedó a cinco tantos de ser Pichichi en la temporada 1998/1999.

 

Fue precisamente en 1999 cuando el equipo ché liderado por El Piojo derrotaba al Atlético de Madrid en la final de la Copa del Rey y se proclamaba campeón de la Supercopa de España ese mismo año al derrotar al Barcelona, campeón de Liga. En 2000 el Barcelona, equipo al que le endosó 12 goles en 15 partidos en la etapa de Louis Van Gaal, volvió a interponerse en el camino de un talentoso jugador argentino con ganas de triunfar en el Valencia. Como le ocurriera a Kempes en su día, en semifinales de la Champions de la temporada 1999/2000, el Valencia eliminó al Barça y se proclamó finalista. Al frente, le esperaba el Real Madrid.

Practicando un fútbol muy vivo, alegre, directo y con muchos tintes de calidad, el Valencia cayó aplastado contundentemente ante el Real Madrid en la final de la Champions de París en 2000. De este modo, el cuadro ché sintió en su propia piel la poca experiencia del equipo en partidos de tanta resposabilidad. No obstante, el equipo practicaba además un fútbol muy efectivo y estaba formado por grandes jugadores como Santiago Cañizares, Jocelyn Angloma, Amedeo Carboni, Kily González, Francisco Javier Farinós, Gaizka Mendieta o Adrian Ilie.

En 2000 fue transferido al SS Lazio italiano. Así el jugador argentino cumplió su sueño de jugar en la Liga Italiana para recalar posteriormente en la liga mexicana.

   

Seguramente, a los más jóvenes del lugar el nombre de Kempes les sonará lejano y leído hace tiempo en alguna enciclopedia o reportaje. Con toda probabilidad, el de Claudio López, El Piojo para los amigos, quizá resuene más cercano en el tiempo. De todas formas, otro jugador argentino natural de Córdoba seguro que suena mucho más a los menos veteranos del fútbol. Me refiero, cómo no, a Pablo Piatti.

Su relación con el Valencia comenzó el pasado 5 de julio y muchos en la ciudad del Turia lo situán como el sucesor de sus dos anteriores compatriotas. Pretensiones aparte, el joven jugador argentino ha demostrado su categoría en el Almería, club en el que llegó en 2008 por ocho millones de euros y se convirtió así en el jugador más caro de la historia del club andaluz.

 

11 de julio de 2011

¿Y tú dónde estabas?


Como empecé a escribir hace precisamente un año: Se trata de algo obligado. La ocasión no es para menos. Hoy se cumple un año del gran día, uno de esos días que permanecerá indeleble en nuestras memorias, el día del Iniestazo, el mayor día de gloria del fútbol español.

Cada dos veranos, las páginas de sufrimiento se perdían entre los titulares que abrían con la frase que nunca queríamos oir pero que era tan decepcionante como previsible: Jugamos como nunca, perdimos como siempre. Análogamente, cada cuatro años veíamos extraños en nuestras pantallas a alguna selección que escribía con letras de oro su historia en este noble deporte. Bleus algunas, verdeamarelhas las otras, incluso una azurra. Parecía que alguna deidad maligna no quería que un día fuese roja.

Pero no nos engañemos. La realidad era rontundamente otra. La, por aquel entonces, infranqueable y maldita ronda de cuartos, superada con éxito ante Italia dos años antes en Viena, elevaba enérgicamente el nivel de moral del pueblo español. Aquella plateada ánfora conseguida de forma brillante en el Práter no sólo limpiaba el polvo de las vetustas vitrinas de la federación. En absoluto. Aquella Eurocopa silenciaba las palabras de la historia para gritar el comienzo de una etapa nueva. España había cambiado.

Todo ello tenía como máximos responsables a una prometedora generación de talentos, algunos de los cuales tendrían que esperar al Mundial para contribuir al éxito mundial como Piqué, Busquets, Navas o Pedro. Si había algo claro es que la selección española acudía a Sudáfrica con la clara vitola de favorita del torneo junto a Italia, campeona del mundo; Argentina, con el mejor jugador del mundo liderándola; Brasil, con el siempre atractivo jogo bonito de la canarinha y la todopoderosa Alemania, vieja rival de soleadas tardes de épica en Viena. Lo de Holanda, simplemente, era otra historia...

A decir verdad, los comienzos no fueron nada fáciles. El fallido debut ante Suiza sembraba las dudas entre la afición. Se trataba de un partido gris, poco vistoso, donde el juego táctico de los rojiblancos y los palos de la portería impidieron que España se llevase los tres puntos. No obstante, el trabajo realizado por la Roja culminó con éxito la fase de grupos con sendas victorias ante Honduras y Chile.

Para el cruce de octavos, la Roja esquivó a la pentacampeona Brasil pero eso no le impidió medirse a la Portugal de Cristiano Ronaldo que, entre escupitajos de por medio, cayó derrotada ante España con David Villa y Fernando Llorente como maestros de ceremonias. De nuevo, los cuartos de final acechaban desde el horizonte. Esta vez, Italia no haría más que verlos desde casa tras su decepcionante papel. Al frente, una férrea y rocosa selección paraguaya fueron estigos entre escurridizos penaltis de la carambola española perpetrada por David Villa. España era semifinalista del Mundial por segunda vez en su historia

El Chupinazo de San Fermín se vivió en Sudáfrica de un modo muy particular. El Tiburón Puyol nos metió de cabeza en la gran final con su salto hacia el infinito. La caballerosidad de los alemanes también fue un factor a tener en cuenta.

El día 11 de julio de 2010 era el día más soñado por el fútbol español. En realidad, daba igual de qué equipo fuera cada uno. Tanto como si eras del Leganés, del Betis o del Madrid, la verdad es que poco importaba. Se trataba de ese partido con el que siempre hemos soñado, un partido anhelado por generaciones y generaciones que han visto una retahila de fracasos cada dos veranos. Era, por así decirlo, el partido de nuestras vidas.

Ese día, España amaneció más roja que nunca. Las consignas nacionales abarrotaban balcones, fachadas e incluso coches. Un narcótico ambiente de tranquilidad y confianza en el equipo inundaba las calles y los rostros de los aficionados. Los niños jugaban en las calles con las naranjas maduras que caían temerosas desde los árboles y en la tele no se hablaba de otra cosa. La coyuntura económica desfavorable que impera en el país pasó a un segundo plano así como los graves problemas que asolan la sociedad. Por primera vez en mucho tiempo, todos éramos felices. Sinceramente, me enorgullece sentir de forma tan profunda un deporte que consiga estas cosas.

Y así comenzó el partido de nuestras vidas. No me extenderé en el plano táctico pero básicamente Holanda salió desde el principio presionando mucho para no perder el balón en zonas comprometidas. Ése sólo fue el principio de un partido liderado por patadas y juego al límite, en ocasiones sucio, de los neerlandeses. Curiosamente, sus quejas al colegiado inglés Webb se fueron sucediendo como las patadas a Xabi Alonso, Busquets o Iniesta entre un largo etcétera.

Sí hubieron dos jugadas que decidieron el partido. La parada in extremis de Casillas a Robben con la puntera del pie en la que estaba el corazón de todos los españoles. El rostro del holandés simbolizaba lo que se siente al perder la Copa Mundial de la FIFA. No obstante, no fue esa la jugada del partido. El Dios del fútbol nos la tenía reservada para el minuto 116, cuatro antes de una hipotética y dramática tanda de penaltis. Era la jugada esperada por tantísimas generaciones durante ochenta años que desencadenaba una sensación etérea...

Torres la cuelga. El rechace le favorece a Rafael Van Der Vaart que se la entrega a Cesc. Éste para Iniesta que la controla, se perfila y... 

En ese momento, a modo de flasbacks, vi a Cardeñosa fallar ante Brasil con el portero vencido, Arconada hundido en París tras el pejiguero gol de Platini, Luis Enrique llorar ante la impotencia mientras su nariz emanaba sangre y Julio Salinas tropezarse ante Pagliuca. También vinieron a mi mente las imágenes de Hierro y Nadal errar ante Seaman en Wembley, Oliseh amargar la existencia a Zubizarreta en Francia '98, Raúl enviar a las nubes la esperanzas españolas ante Barthez, un egipcio robarnos lo legítimo en Corea, Nuno Gomes fusilar a Casillas y Zidane jubilándonos en Alemania 2006.

A partir de ese momento, tras el gol de Iniesta, pocos sabían lo que acababa de ocurrir. España se convertía, como dije aquí mismo hace exactamente un año, en mayor de edad. Era 2010, el año en que fuimos campeones del mundo. Comenzaba la leyenda...

10 de julio de 2011

El once histórico del Arsenal


El Arsenal próximamente cumplirá 125 años de existencia. Con motivo de ello, el equipo londinense lanzó una plataforma en su página web para que los aficionados eligieran un once ideal compuesto por los jugadores más legendarios y emblemáticos de la historia de este longevo club inglés. La sorpresa ha sido la no inclusión de Cesc Fábregas, todavía en el equipo, dentro de tal prestigioso once.

En una formación de 4-4-2, el portero elegido es David Seaman que militó en el Arsenal trece temporadas, desde 1990 hasta 2003. Además, es el jugador con más partidos jugados en la historia de los gunners. En una defensa de cuatro zagueros, Lee Dixon, desde 1988 hasta 2002 en el club, ocuparía el puesto de lateral derecho. Su homónimo en el lateral izquierdo, otro mítico para la hinchada londinense, Nigel Winterburn.

Por otro lado, el centro de la defensa lo conformarían Sol Campebell, único jugador gunner que ha marcado un gol en una final de Champions, y, obviamente, Tony Adams. Lejos de sus problemas alcohólicos, el mítico ídolo del Arsenal hace su obligada presencia en un club cuya relación comenzó en 1980 cuando recaló en sus categorías inferiores, por no hablar de que era aficionado desde pequeño.


Patrick Vieira añade robustez, contundencia y visión de juego en el centro del campo. Es un referente en el fútbol actual y un perfil de jugador que tiene como posible sucesor a Abou Diaby. Al francés lo acompaña una leyenda viva del club como Liam Brady, jugador irlandés que jugó con la elástica gunner en la década de los 70.

En la banda izquierda, desarrollaría su potencial Robert Pirés. El galo fue parte del equipo que ganó Premier's en 2002 y 2004 y simboliza una etapa en el club en la que había numerosos jugadores franceses como Wiltord, Petit o el mencionado Vieira. En banda derecha, el sueco Freddie Ljunberg aportaría calidad, carisma y goles a la vez que mostraría una divertida raya roja en el pelo que causó sensación en los aficionados.

La delantera estaría formada por Dennis Bergkamp con características como su gran cambio de ritmo y goles como el que le marcó, por ejemplo, al Newcastle que yace en las retinas de miles de aficionados. A él le acompañaría, evidentemente, Thierry Henry, máximo artillero de la historia gunner.

Lo realmente curioso es la ausencia de Cesc Fábregas en este equipo. El motivo puede ser, posiblemente, la sequía de títulos que impera en el club en los últimos años en los que Cesc ha asumido la jerarquía de la escuadra. O puede ser que, tal vez, sea fruto del malestar de los hinchas del equipo ante su inminente traspaso al Barcelona.

8 de julio de 2011

Golazos: La bomba inteligente

 
La acción se remonta al Torneo de Francia de 1997 que tuvo lugar en el pais vecino de forma previa al Mundial de 1998. Aquel evento tuvo como objetivo comprobar las instalaciones para la Copa del Mundo que tendría lugar allí un año después. Sin lugar a dudas, el Tournoi de France, de carácter amistoso, pasará a la historia por el inefable gol de falta de Roberto Carlos.

El 3 de junio de 1997, las selecciones de Brasil y Francia inauguraban ese interesante torneo en el que también participarían Inglaterra e Italia. Fue en el estadio de Gerland, en Lyon y Roberto Carlos se dispuso a sacar un lejano lanzamiento de falta. Pocos adviertieron que esa jugada quedaría grabada en todas las videotecas y en las retinas de cuantos lo vieron in situ.

El balón bombeado por Roberto Carlos a una descomunal velocidad parecía ir hacia afuera pero en el último momento, el esférico describe una inverosímil parábola que se cuela en la meta defendida por Fabien Barthez. La acción desafió todas las leyes de la física y del sentido común. El estupor generalizado se hizo un hueco en Gerland después del impresionante gol anotado por Roberto Carlos.

Dicho gol, bautizado posteriormente como la bomba inteligente, ha sido estudiado por varios científicos franceses que han desarrollado una ecuación para explicar ese incongruente tanto. Básicamente, han llegado a la conclusión de que una esfera al girar toma un efecto parecido a la forma de una espiral. Las variables consideradas son la fuerza ejecutada por el brasileño a 35 metros que modificó las valores de la gravedad y el aire que actuaron en su favor.

No obstante, no fue esa la única ocasión en la que el lateral brasileño anotó un gol imposible. En 1996 ante el Tenerife en el estadio Heliodoro Rodríguez López firmó un tanto de bella factura, olímpico y con una fuerza descomunal.

7 de julio de 2011

Sorteo de Primera División

 

En estos calurosos días en los que el fútbol suena de lejos mediante la Copa América, aún se ve distante en el horizonte el comienzo de la Liga. En este marco, ayer tuvo lugar el sorteo oficial de la Liga BBVA 2011/2012 que, a decir verdad, dejó una primera jornada cuanto menos interesante y narcóticamente adictiva.

Sin ir más lejos, los partidos más interesantes de la jornada inaugural de la competición doméstica son Málaga-Barça al igual que la ultima jornada de la temporada. En ese partido, el actual y flamante campeón de Liga acudirá a La Rosaleda para medirse a un Málaga que aspira a ser la revelación de la temporada tras los galácticos fichajes de Van Nistelrooy, Joaquín o Toulalan.

Otro partido interesante que ha deparado el sorteo es un siempre aguerrido Madrid-Athletic, dos clubes que siempre han militado en Primera. Los de Caparrós en una situación deportiva envidiable con un gran proyecto a largo plazo tendrán enfrente al Madrid de Mourinho en la segunda temporada del portugués en el banquillo merengue.


Pero el encuentro estelar es el Betis-Sevilla que se disputará en el Benito Villamarín. Los verdiblancos vuelven a la élite tras dos temporadas deambulando en el infierno y lo hacen a lo grande ante su eterno rival con la pegajosa calor sevillana como fondo de escena. La vuelta en feudo sevillista abrirá la segunda vuelta el 22 de enero de 2012.

El primer clásico Madrid-Barça tendrá lugar el 11 de diciembre en el Bernabeu, al revés que en los últimos años. Sin embargo, el Mundialito de Clubes al que acudirá el Barça como campeón de Europa se celebrará entre el 8 y el 18 de diciembre, hecho por el que el equipo azulgrana podría solicitar un cambio de fecha con el objetivo de preparar el interesante clásico de forma apropiada. El Barcelona espera en el torneo intercontinental a equipos ya clasificados como el Santos, campeón de la CONMEBOL, el Monterrey de México, campeón de la CONCACAF y el Auckland City neozelandés, campeón de la OFC.

La vuelta del clásico, que tendrá lugar en el Camp Nou, será el día 22 de abril que, curiosamente, coincide entre los dos partidos de semifinales de la Liga de Campeones.


En la segunda jornada, el Real Madrid viajará a Zaragoza mientras que el Barcelona recibirá a un rival directo como el Villarreal. Dicho sea de paso, el derbi madrileño tendrá lugar en la decimocuarta jornada, el 17 de noviembre, en el Bernabue. Por su parte, la vuelta en el Calderón será en la trigésimotercera jornada, el 11 de abril de 2012.

Desde equipos cuyo objetivos serán permanecer en la parte alta hasta equipos que lucharán por no descender pasando por las revelaciones, el Barcelona recibirá en la penúltima jornada al Espanyol mientras que cerrará la Liga en el Villamarín ante el Betis. En cambio, el Tourmalet del Madrid le enfrenterá contra Barcelona, Villarreal, Valencia, Atlético y Sevilla en menos de dos meses.
El Granada volverá a degustar el exquisto sabor de la Primera División en el estadio de Cornellá ante el Espanyol y un Valencia clasificado para Liga de Campeones viajará a Pamplona donde le esperará el Osasuna.

El derbi vasco tendrá lugar el 7 de octubre y el 4 de marzo en Anoeta y San Mamés, respectivamente. De forma análoga, el derbi valenciano entre Levante y Valencia tendrá que esperar hasta la jornada 12 y la 31, primero en el Ciutat de Valencia y después en Mestalla.

Sin más dilación, éstos son todos los encuentros que completan la primera jornada de la Liga BBVA para la temporada 2011/2012: Málaga-Barça; Real Madrid-Athletic; Betis-Sevilla; Espanyol-Granada; Rayo-Mallorca; Osasuna-Valencia; Levante-Zaragoza; Real Sociedad-Atlético; Racing-Getafe y Villarreal-Sporting.

6 de julio de 2011

Llega el spray arbitral


La Copa América 2011 pasará a la historia, además de por su futuro campeón, por la incorporación de un objeto que, sin lugar a dudas, supondrá una revolución en el mundo arbitral actual tal y como lo conocemos. En efecto, la Federación de Fútbol Argentino ha sido la pionera en oficilizar un spray arbitral que evidentemente facilitará mucho la difícil y poco valorada tarea de los colegiados.

Básicamente, no se trata de nada más que de un aerosol con pintura blanca que se utilizará en los lanzamientos de falta desde los 9,15 metros. Aunque de forma oficial ha empezado a utilizarse en la actual Copa América de Argentina 2011, lo cierto es que dicho spray ha tenido uso en miles de partidos oficiales anteriores.

No. No ha sido sacado de concursos de graffitis ni nada por el estilo. Es un aerosol de pintura blanca, nada nociva para el ser humano y que desaparece tres minutos después de su aplicación. Al saque de una falta, el árbitro hará uso de él para señalar el lugar donde se ha cometido la infracción y, nueve metros más adelante, rociará el césped con el pulverizador para marcar la zona de la barrera. De ese modo, impedirá que nadie se adelante del lugar reglamentario.

Este adherente objeto podría llegar a España. Según ha asegurado el presidente Ángel María Villar, no tendría sentido denegar la propuesta de la utilización del spray. Además, cuenta con el apoyo de la International Board de la que se espera su aprobación definitiva. Todo indica a que podría llegar a nuestra Liga la próxima temporada.

Curiosamente, no es la primera vez que se ha usado en España. En un partido amistoso Cataluña-Ecuador en diciembre de 2003, el árbitro catalán Téllez Sánchez lo utilizó de forma realmente inédita. El uso del spray constituye el progreso y avance en el mundo del fútbol.

Fuente: Blog Universo Arbitral.

3 de julio de 2011

El Villarato


El Diccionario de la Real Academia Española está de enhorabuena. A su evolución ha contribuido fielmente el director del Diario As, Alfredo Relaño. De los creadores del término galáctico, llega el villarato. No tan fuerte sonoramente como su predecesor, ni tan interestelar pero con unas cotas de patetismo notablemente superiores.

Esta teoría conspiranoica asegura que los éxitos del Barça no se podrían explicar sin la influencia del señor Ángel María Villar, presidente de la Real Federación Española de Fútbol, señor que una vez posó en la portada de dicho diario con una camiseta del Real Madrid. Curiosamente, desde 1988, año en que Villar alcanzó la cúspide en el trono de la Federación, el Real Madrid ha ganado nada menos que ocho Ligas. ¡Benditos favores arbitrales al Barça!

El afán por comercializar un número elevado de panfletos afines a una linea editorial al madridismo no hace otra cosa que poner en tela de juicio la legitimidad de los títulos del Barça para contentar, así, a un sector de la afición que no se quita la venda de los ojos en el sentido de que el hecho de que el Madrid no gane obedece únicamente a causas deportivas sin manos negras merodeando en la Federación.

Todo deriva de las horas bajas que está atravesando el Real Madrid en la Liga, por no hablar de que desde el año 2002 no levanta una Copa de Europa. Ante un proyecto deportivo que no termina de conseguir los éxitos anhelados y la imagen dada por el club en partidos como el del Liverpool en 2009 o el del Lyonazo en 2010, todo ello de forma análoga a la supremacía del Barça, la única opción que consuela al Villarato y, por extensión, a sus fieles súbditos es sencillamente que los títulos del Barça están empapados de trampas y robos.

Eso sí, esta teoría tan lógica no sólo pretende explicar favores deportivos al Barça. Las decisiones administrativas o sancionatorias también tienen al equipo azulgrana como principal entidad beneficiaria. Obviamente, la memoria selectiva del Villarato hace sus efectos en forma de retirada de la sanción de Beckham de la que parece que nadie se acuerda, la contratación de Megía Dávila como jefe de árbitros del Madrid o del ushiro-nage de Marchena a Raúl en 2003 que le dió una Liga al club blanco en el último minuto. 

También se le pasó por alto a Relaño la eliminatoria de semifinales de Copa del Rey ante el Sevilla en la temporada 2010/2011. En ambos partidos, al club andaluz no se le contabilizaron los goles de Luis Fabiano en la ida y de Negredo en la vuelta en el Bernabeu. Aunque en el primero era realmente difícil atinar con la decisión dada la velocidad de la jugada, en el segundo se señaló un fuera de juego inexistente a Kanouté.

El Villarato en Europa

Aquí es donde cobra protagonismo esta contubernio ideado por títeres que mueven a su antojo los hilos de la realidad. Todo empezó en el, reconozcámoslo, controvertido partido de vuelta de semifinales de la Liga de Campeones ante el Chelsea en 2009 o, como diría Mourinho, el escándalo de Stamford Bridge.

Para desgracia de muchos, nadie se paró a analizar detenidamente el partido de ida en el Camp Nou una semana antes en el que no fue señalado un penalti hacia Thierry Henry y se le perdonó a Ballack una tarjeta amarilla que le hubiera imposibilitado jugar el partido de vuelta.

El Villarato en Europa, también conocido como Platinato, vino seguido de partidos como el del Arsenal en la 2010/2011 y no podían faltar las semis ante el Madrid con Stark como maestro de ceremonias. En realidad, muchos sectores villaratistas, con Relaño como ideólogo y Roncero como predicador en Punto Pelota, sitúan sus albores muchos años atrás, concretamente, en semifinales ante el Milan en 2006 en las que a Shevchenko se le anuló un gol que fue legal solo para ellos.

En definitiva, se debería apostar por un modelo más ajustado de la realidad, contando las cosas tal y como son, a no ser, claro está, que apetezca amasar una fortuna por medio de la venta de ejemplares amarillistas o, quizás debería decir, blanquistas.

 
Una de las múltiples portadas en las que asegura la sórdida existencia de este contubernio en contra de los intereses del Real Madrid.

2 de julio de 2011

La historia de Pep y Cesc

 

A los niños les suele afectar emocionalmente el divorcio de sus padres. Esto se produce en mayor medida cuando los chicos son más jóvenes y están sumidos en un incipiente proceso de formación educativa y de valores. La madre de Cesc Fábregas, Nuria Soller, era consciente de ello y así se lo comunicó al entrenador de las categorías inferiores del Fútbol Club Barcelona, Rodolf Borrell, a sabiendas de que su ruptura matrimonial podría dejar huella en el rendimiento de su hijo.

Borrell, técnico en aquel entonces del infantil A, decidió ponerse manos a la obra. En este sentido, fue al vestuario del primer equipo y buscó a Pep Guardiola, en ese momento, capitán del primer equipo del Fútbol Club Barcelona. Le comentó lo que sucedía. Tenía un chico en el infantil con un gran talento pero lo estaba pasando mal a causa de la separación de sus padres. También le explicó a Pep que ese chico jugaba en su misma posición y le idolatraba.

En ese instante, Borrell le pidó una camiseta a Guardiola para ese afligido chico. Pep no sólo le regaló una camiseta suya con el número 4 sino que además le estampó una firma que incluía una profética dedicatoria: Un día tú serás el número 4 del primer equipo del Barça. 


Obviamente, Pep no hizo uso de sus aptitudes adivinatorias, entre otras cosas, porque no conocía a Cesc. Sólo era una cariñosa forma de animar a un chico que lo estaba pasando mal. Borrell se guardó la camiseta mientras buscaba un momento idóneo para dársela a su joven capitán.
Días después, la Federación Inglesa invitó a los infatiles del Barça a un torneo junto al Derby County y el Coventry City. Aquel equipo que entrenaba los domingos para jugar los miércoles se disponía a mostrar su potencial más allá de sus fronteras. En la habitación del hotel, Rodolf Borrell advirtió el pésimo estado anímico de Cesc y pensó que sería el momento para entregarle el regalo proveniente de Pep Guardiola.

De ese modo, es evidente cómo Guardiola fue fundamental en la ayuda a Cesc desde la lejanía mientras que Rodolf Borrell lo hizo al lado suya. El de Arenys ha reconocido que las palabras de su técnico le ayudaron mucho. Días previos a su inminente llegada al Barcelona, podemos asegurar que en su presentación lucirá una camiseta con un número 4 que encierra muchas entrañables historias y alguna que otra profecía...

 

Fuente: SPORT.