30 de julio de 2012

Folha seca


En el fútbol existen jugadas con marca propia. Si se menciona La Roulette, evocaremos a Zidane; hablar de La mano de Dios es hacerlo de Maradona y la elástica se la atribuiremos a Ronaldo. Pero existen jugadas, dotadas con el preciosismo de una obra de arte, que vieron la luz mucho antes que las citadas. Para rememorarlas, hay que retroceder a los años 50 y, más concretamente, a la figura del brasileño Didí.

En efecto, la folha seca consiste en un disparo potente en la parte central del balón que le induce al esférico una trayectoria ascendente para luego descender violentamente, describiendo una parábola. Su nombre proviene del portugués, dado que dicha técnica fue popularizada por jugadores brasileños y significa literalmente hoja seca. Esto es porque el efecto que toma el balón al caer recuerda al que describe una hoja seca al caer del árbol.

El futbolista brasileño Roberto Carlos nos dejó la sublimación de la folha seca. Entre ellos, destaca sin duda el que le anotó a Francia en el Tournoi de France en 1997. En un abarrotado Stade de Gerland en Lyon muchos espectadores asistieron a contemplar un torneo de preparación para el Mundial que tendría lugar justo un año después. Lo que pocos llegarían a imaginar es que serían testigos de una jugada que cambiaría el fútbol...


Así fue como Roberto Carlos anotó la famosa Bomba Inteligente que no es más que un caso particular de folha seca en la que el balón firmó una trayectoria en la que se introdujo en la meta de Fabien Barthez, haciendo creer a todos los presentes que iba a salir fuera. El efecto que toma la pelota antes de entrar en la portería desafía todas las leyes físicas que conocemos. De hecho, el tanto de Roberto Carlos, dotado de una precisión quirúrgica, fue estudiado por varias universidades especializadas.

Años atrás, otro brasileño, Éder, marcaría varios goles de esta índole en el Mundial de España 1982. No obstante, el origen de la folha seca se le atribuye históricamente a Didí, componente de la delantera de Brasil en el Mundial de Suecia 1958 junto a Pelé, Vava, Garrincha y Zagallo. El brasileño Didí tiene el honor de haber estrenado el marcador del legendario estadio Maracaná.

Corrían los años 50 cuando Didí jugaba en el Fluminense. En cierto partido, el canarinho se disponía a lanzar un libre directo. Arrastraba algunas molestia en el pie y, por eso mismo, se vio obligado a golpear el balón de un modo distinto a su forma habitual de lanzamiento. La superficie de contacto escogida fue el centro de la pelota, lo que accionó el extraño efecto que adoptó la pelota. El cuero subió rápidamente para caer de forma repentina dando vueltas en círculo cuando se aproximaba a portería, envenando el balón ante el asombro del portero. Era un movimiento a semejanza de la hoja seca cuando cae del árbol. Sin saber cómo, habíamos asistido a la primera folha seca de la historia del fútbol.


Pero se trata de una técnica al alcance de pocos. Requiere una potencia especial en el tobillo y, por supuesto, grandes dosis de trabajo y entrenamiento, paradójicamente, aunque la primera ocurriera de forma espontánea e improvisada. Contaba Didí que dicha técnica se adquiere jugando en las playa brasileñas. Tardó años en perfeccionar completamente el disparo y lo hacía ensayando 45 minutos sobre un muro de ladrillos a una distancia de 20 metros.

Técnicamente, el disparo lo efectuaba con el interior o exterior de su bota derecha, únicamente con la extremidad del pie y aplicándole un giro extra al tobillo que diera la altura deseada. Como diría Johan Cruyff: El fútbol es un juego de fallos, por eso siempre se puede mejorar. En este caso, una técnica que nació fruto de una molestia en el pie revolucionaría los lanzamientos de falta.

En la actualidad, el máximo exponente de folha seca es Cristiano Ronaldo. El portugués se ha especializado en esta forma de lanzar las faltas y anota una gran cantidad de goles en cada temporada con el Real Madrid. En Brasil encontramos otro modo de revolucionar los disparos: la paradinha, en este caso, en la ejecución de penaltis. Lo haría Pelé, compañero de Didí en la verdeamarelha, en el Mundial de México 1970 causando el estupor de todos los presentes. Cuando O Rei se detenía en seco antes de lanzar un penalti, a modo de amago, el portero se lanzaba a un lado de la portería y prácticamente tenía todo el arco para anotar a placer. El mismo Pelé reconocería que Walder Didí fue quien le enseñó la paradinha.


Fuentes: Sergio LovingFútbol (14/11/2011), La Folha Seca: De Didí a Cristiano Ronaldo. Blog LovingFútbol; Martín de André (9/5/2011), La Paradinha y la Folha Seca. Página FútbolPrimera.

25 de julio de 2012

Vacaciones en La Castellana


Sin duda, el culebrón del verano está siendo el caso de Luka Modric. El jugador croata se ha declarado en rebeldía con su club, el Tottenham Hotspur, y parece más que probable que recale en el Real Madrid en los próximos días. Hay que ver lo que han tardado en la Casa Blanca en olvidarse de Neymar y Lucas Moura, cuando meses atrás parecían el estandarte del futuro del Madrid. Así pues, Florentino Pérez encara su enésimo fichaje galáctico aunque es evidente que el perfil del balcánico es distinto a otros casos...

No es el primer jugador de la historia en declararse en rebeldía con su club. De hecho, tenemos a varios casos análogos como Claude Makélelé allá por el verano de 2003 a causa de una tentativa del Madrid en mejorarle el contrato y Robinho en 2008, dispuesto a convertirse en el mejor jugador del mundo mediante sus manifiestos deseos de desembarcar en el Chelsea. Al final, su destino sería el Manchester City. Se nota un cambio de tendencia. Cuando Floren alza el talonario, hasta los pilares del Coliseo de Roma se colapsan oprimidos por tanta fuerza.

La casuística que engloba a Luka Modric es diametralmente opuesta a los citados casos y mediáticos fichajes como lo fueron Cristiano Ronaldo, Benzema o Mourinho. Pese a ser uno de los jugadores más talentosos de Europa del este, el ránking de Modric dista bastante con el status de estrella. Tras una más que discreta Eurocopa, en la que quizá se le recuerde por su partido ante España, la cara del jugador suena más cercana aunque sólo sea por su sospechoso parecido físico al maestro Johan Cruyff. Apuesto a que el año pasado pocos se acordaban de la existencia de Modric...


¿Estrella de futuro? Esas palabras me suenan familiares. ¡Ah, ahora caigo! Fue lo que se dijo con Nuri Sahin la campaña pasada y no es precisamente que haya triunfado. Simplemente, es que no ha jugado. Hasta Carvalho ha tenido más participación. Algo así como la mayoría de auténticos diamantes en bruto de la cantera que despuntan en el primer equipo. A las pruebas me remito. El último de ellos, Carvajal, abandonó la disciplina blanca para enrolarse en las filas del Bayer Leverkusen. Si alguien dice que Modric es el crack de los años venideros del Madrid, espero que ese alguien no sea el mismo que fichó a Altintop

Lo único claro de toda la actualidad que otea sobre el horizonte del Real Madrid es, indudablemente, lo exaltado que será este mercado veraniego. Uno de los casos estrella es Kaká. La eterna promesa tras la cual el Madrid emprendió un viaje de varios años llegó como incorporación Top de Florentino Pérez y acabaría estrellándose. Con más fines electorales y tendenciosos que estrictamente deportivos, su rendimiento ni de lejos se aproxima al mostrado en Milán. Supuestamente, no cuenta para Mourinho. En cualquier caso, la salida del canarinho será complicada, dado que fue un fichaje avalado personalmente por el Tito Floren. Esto es como el INEM, habrá cola para rato...

Por otro lado, Kaká necesita minutos para hacerse un hueco en su selección de cara al próximo Mundial de Brasil 2014. Habrá que preparar las palomitas, porque fijo que el caso será duradero, desdichado y doloroso. Es época de cambio en el Real Madrid. Tras el partido en Oviedo, ¿Apostará Mourinho por la cantera? Algo me dice que no. En tal caso, que nadie se atreva a decir que la cantera del Madrid no tiene nada que envidiarle a la del Barcelona, a no ser, claro está, que busque un hueco en el Club de la Comedia...

15 de julio de 2012

¿Qué fue de Carlos Secretário?


Tras un largo período de aletargo, abrimos de nuevo la sección ¿Qué fue de...? para rendir un merecido homenaje a esos jugadores que pasaron con más que gloria por el fútbol. Hoy hacemos alusión a uno recordado efímeramente por la afición del Real Madrid y cuyos cromos seguro que yacen bajo una fina capa de polvo. Nos referimos a Carlos Alberto Oliveira Secretário, más conocido como, Secretário.

Militó en Oporto de 1993 a 1996, equipo en el que mostró un rendimiento que captó la atención del Real Madrid. Tras la conquista del doblete del Atlético de Madrid, allá por 1996, el Real Madrid, fiel a su estilo, emprendió una política para volver a conseguir la hegemonía capitalina y, para ello, el presidente Lorenzo Sanz, fichó a un consagrado entrenador, Fabio Capello, hizo una masiva limpieza en el vestuario y contrató a jugadores como Roberto Carlos, Pedja Mijatovic, Davor Suker y Clarence Seedorf, amén del poco memorable jugador luso: Carlos Secretário.

Se trataba de un buen lateral derecho que había sembrado la ilusión del fútbol portugués. Jugador con versatilidad, atrasó su posición de centrocampista para colocarse como lateral derecho, lo que le daba un buen abanico ofensivo a Secretário. El Barça también mostró interés pero el jugador prefirió desembarcar en el Santiago Bernabéu. Lo que el luso ignoraba es que sobre él recaía la ardua tarea de reemplazar al mítico Chendo...


Secretário jugó 13 partidos con la camiseta madridista. Se mostró como un jugador con poca técnica, agresivo en el juego, con mala colocación, preocupantemente inseguro y con un rendimiento olvidable. Tanto es así que en el mercado invernal de la 1996/1997 el Madrid ficha a Christian Panucci, también lateral derecho, con lo que el jugador luso advierte que su futuro en el fútbol está lejos del Real Madrid. La parroquia blanca no tardó muchos partidos en desesperarse con el revolucionario lateral portugués. Volvió a Oporto y estuvo a las órdenes de José Mourinho, con quien sí tuvo un gran rendimiento y ganó nada menos que 4 Ligas Portuguesas (1998, 1999, 2003 y 2004), 4 Copas de Portugal (1998, 2000, 2001 y 2003) 4 Supercopas de Portugal (1998, 1999, 2001 y 2003), una Copa de la UEFA (2003) y una Copa de Europa (2004).

Su dorsal, el 22, sería heredado por Christian Karembeu la temporada siguiente. El Real Madrid, por su parte, quiso justificar la insostenible situación alegando que el jugador aún no estaba adaptado y que volver a ver al futbolista que había enamorado en Portugal era sólo cuestión de tiempo. No en vano, Secretário participó en dos Eurocopas (Inglaterra 1996 y Bélgica-Holanda 2000). Acabó muy descontento en la capital y llegó a declarar: Estoy triste. Me siento mal. Son momentos difíciles para mí. Creo que se me ha tratado injustamente. La prensa la tomó conmigo desde que llegué y la afición adoptó sus tesis para ir contra mí. Todo el mundo ha sido muy duro conmigo. 

Carlos Secretário ostenta el récord de ser el primer jugador portugués en la historia del Real Madrid (le seguirían Figo, Pepe y Cristiano Ronaldo). Hay rumores de que en el Barça muchos aficionados aún le agradecen a Vítor Baia, que había fichado ese año por los azulgranas, que tardara en llamar a Secretário para que fichara por el Barça y se decidiera por irse al Real Madrid.

Fuente: El fichaje estrellado: Carlos Secretário, Página Mercafútbol.com y Catacracks: Carlos Secretário.

2 de julio de 2012

¡No hay dos sin tres!


En una España cafeinada por la agitada actualidad y el endémico paro, parece que el fútbol es lo único capaz de esbozarle una sonrisa al pueblo español. Las elevadas temperaturas estivales pasan inadvertidas con las consignas nacionales y un narcótico ambiente de felicidad nos sumerge en una sensación etérea. Como un ritual sacrosanto, acudo a un local cercano a mi casa para ver la gran final, precisamente el mismo sitio en el que vi la final de Johannesburgo, dos años atrás. Faltan escasos minutos para el comienzo del partido y estoy misteriosamente tranquilo...

De este modo, se abren de par en par las puertas de la final contra Italia, un equipo desconocido pese a habernos encontrado con ellos en nuestro partido inaugural de la Eurocopa. La exhibición de la azurra frente a la todopoderosa Alemania en semifinales, con doblete de Mario Balotelli, dejaba claro que no sería una final fácil, o al menos eso pensábamos todos. Doblegar a Italia con una diferencia abrumadora de goles es una tarea airada y, en absoluto, sencilla. No obstante, los primeros compases de partido colocaban a España como dominadora indiscutible del partido.

Desde el primer momento, la presión de España fue desoxigenando a Italia. A La Roja se le ha acusado durante gran parte de esta Eurocopa la poca profundidad y velocidad impresas en su juego. Estos minutos iniciales desmoronaron, cual castillos de naipes, todas esas habladurías carente de fundamento. De entre los nuestros, emergía un crecido Andrés Iniesta, mejor jugador de la Eurocopa, inmenso que eliminaba a su paso cualquier rastro de jugador italiano. Era como si todos se apartaran para no entorpecer el camino a Don Andrés.


Y de esta guisa, la primera ocasión del partido fue protagonizada por Xavi Hernández que conectó un potente disparo que superó el travesaño de Gianluigi Buffon. El de Tarrasa ha encontrado su sitio en la final, tras una Eurocopa en la que, no exento de peligro y calidad, no ha brillado en comparación al Mundial y Eurocopa anteriores. Precisamente, de las botas de Xavi salió el primero de la noche. Pase para Cesc, que aguanta el balón en la línea de fondo para sacarse de la manga un inverosímil centro que encuentra a David Silva que cabecea al fondo de las mallas.

Italia no encontraría su sitio en el campo. La superioridad futbolística entre líneas de España y el despliegue de calidad de La Roja encerraba a Italia en su campo. Por su parte, las pocas ocasiones de las que dispuso la azurra serían mermadas por un enorme Íker Casillas, nuestro Santo, que solventaba con facilidad las amenazas a su portería. Las líneas de juego de Italia distaban mucho entre sí. Un Pirlo desaparecido en combate ejercía una preocupante desconexión con la delantera formada por Cassano, más atrasado y escorado en banda, con Balotelli.

El comienzo de partido para Italia no pudo ser mas nefasto. Chiellini abandonó el terreno de juego por lesión y, en su lugar, ingresó Balzaretti mientras el juego de los transalpinos seguía haciendo aguas. La final tenía un ritmo pausado y relajado. Los espacios en el centro del campo se ensancharían para permitir a España practicar su juego combinativo que arrollaría a Italia, sometíéndolos a un rondo del que no saldría victorioso. Dada la presión asfixiante de España, las líneas defensivas de la azurra permanecían muy atoradas. Xavi presionaría con frecuencia a Pirlo, situado entre los dos centrales Bonucci y Barzagli, para atormentar la salida de balón de los italianos. Esto obligaría a Abate, lateral derecho, estar mucho más activo por banda.


En el ecuador de la primera parte, Italia tendría sus más peligrosas actuaciones, casi todas ellas derivadas de acciones de Pirlo. Sin embargo, un rombo formado por Xabi Alonso, Busquets, Iniesta y Xavi encontraría a un emergente Jordi Alba y Cesc Fàbregas que sembrarían la impotencia en el seno de Italia. Arrebatarle el balón a La Roja se había convertido en misión imposible. En una de estas, a las puertas del descanso, una acción de Jordi Alba, flamante nuevo fichaje del Barça y revalorizado tras la Eurocopa, encontró a Xavi Hernández que se sirvió de un sutil y preciso pase en profundidad entre líneas que dejaba a Alba solo ante Buffon. No se lo pensó dos veces. Era el minuto psicológico. Golazo de España. Prácticamente, era la sentencia que dejaba a Italia con pocas posibilidades de acariciar la plateada ánfora europea.

En la segunda parte, entrarían otros estandartes fundamentales en la selección. El cambio más evidente era el de Fernando Torres por Cesc Fàbregas. También entraron Pedro por Silva y Juan Mata por Iniesta. Xavi declaró recientemente que no había sido determinante durante esta Eurocopa pero no dijo nada sobre la final. En efecto, de sus botas salió el tercero de la noche, obra de Fernando Torres. El Niño es el primer jugador que marca en dos finales consecutivas y rubrica una temporada en la que también ganó la Champions con el Chelsea. Era la realidad. En el Olímpico de Kiev había sucedido una desgracia futbolística para Italia que sería aderezada con otro gol, esta vez, de Mata a pase de Torres tras una jugada iniciada por Sergio Busquets. La segunda parte se sucedió con un arrebatador juego de España en el que perecería Italia. Las críticas a esta filosofía innegociable han caído secas como la hojarasca. Es el estilo que domina el fútbol mundial y verter opiniones críticas sobre ello es reconocer el poco criterio futbolístico. También fue una noche de récords. España logra un triplete que nadie ha conseguido en la historia del fútbol, gana dos Eurocopas consecutivas que tampoco nadie hizo jamás, empata con Alemania como selección con más entorchados (3 en total: 1964, 2008 y 2012) y, por si fuera poco, Vicente del Bosque iguala a Helmut Schon como únicos técnicos que han ganado Mundial y Eurocopa. Soprendente.

España vapuleó a la azurra en una mágica noche en Kiev que los italianos tardarán muchos años en olvidar. Esta victoria supone la devastadora tercera parte de una inédita trilogía que ya forma parte de la historia. El pitido final del colegiado portugués Proença supuso el inicio de una fiesta a la que ya estamos felizmente acostumbrados. Por otro lado, no cabe duda de que este equipo conserva unos valores humanos trascendentales. Fueron especialmente emotivos los gestos de Pepe Reina y de Cesc Fàbregas que se enfundaron en camisetas memoriales con los nombres de Antonio Puerta, Dani Jarque y los más recientemente fallecidos Manolo Preciado y Miki Roqué. Esta victoria va dedicada a ellos que a buen seguro han presenciado a España consagrarse como un equipo eterno. La Roja ya tiene un puesto en la leyenda inmortal en el firmamento futbolístico. Es un honor que el fútbol le dibuje una sonrisa a un pueblo oprimido y preocupado como el nuestro. No había dos sin tres. Nos vemos en Brasil 2014. ¡La saga continúa!

España superó en un cómodo encuentro a Italia por 4-0 con goles de Silva, Alba, Torres y Mata. Supone el triunfo de una filosofía y de una generación de jugadores únicos.

¡Gracias por todo, campeones!