30 de junio de 2011

Jugadores históricos del Barça: Samuel Eto'o


Si ha habido un delantero que haya pasado a la historia reciente del Fútbol Club Barcelona en el último lustro, ése es sin duda Samuel Eto'o. Sus grandes registros goleadores y su carisma en el terreno de juego hacen de El león indomable uno de los mejores jugadores que ha habido y hay en el viejo continente.

Durante cinco temporadas en el club, se erigió como la punta letal de un tridente que, además de batir los registros goleadores, contribuyó firmemente a las Champions logradas por el club en París 2006 y Roma 2009 con sendos goles que abrieron la lata del marcador para los azulgranas.

Tras empezar a relacionarse con el esférico en el Douala de su país natal, Camerún, pronto pasó a las categorías inferiores del Real Madrid para acabar luego cedido en el Leganés, Espanyol y, de nuevo, en el club blanco. Precisamente, su debut en Primera tuvo lugar el 5 de diciembre de 1998 con el Real Madrid ante el conjunto perico.


Desplegó con creces su calidad en las filas del Mallorca, equipo en el que ingresó en 1999. De hecho, marcó dos de los tres goles que el equipo balear le endosó al Recreativo de Huelva en la final de la Copa del Rey en 2003. Hay que decir también que le dedicó los goles al malogrado Marc-Vivien Foé, amigo íntimo del camerunés, que falleció trágicamente dos dias antes en la Copa Confederaciones celebrada en París.

En agosto de 2004 fichó por el Fútbol Club Barcelona tras unas duras negociaciones con el Mallorca dado que el Real Madrid poseía la mitad de sus derechos federativos. El futbolista, elegido jugador africano del año 2003, se incorporaba a las filas del Barça pese al declarado interés de clubes como el Valencia o el Chelsea.

Aquella primera temporada en Barcelona, marcó el gol ante el Levante en el Ciutat de Valencia que certificaba al equipo azulgrana como campeón de liga, tras un tenebroso ciclo en el que se había estado nada menos que seis años sin ganar títulos. Además, fue co-pichichi de la temporada 2004/2005 junto a Diego Forlán, entonces en las filas del Villarreal.  Aquel año fue bota de bronce europea con 24 goles por detrás del mencionado Diego Forlán y Thierry Henry. Repetiría dicho galardón en la campaña 2005/2006 con 26 goles. Luca Toni y, de nuevo, Tití Henry, con 31 y 27 dianas, respectivamente, adelantaron al camerunés.

 

Un año después, fue fundamental para el equipo azulgrana que volvió a ganar la Liga y se proclamó campeón de Europa en París ante el Arsenal, siendo nombrado mejor jugador de la final. Dicho sea de paso, fue máximo realizador de la temporada con 26 goles. No obstante, la temporada 2005/2006 fue convulsa para el delantero africano. 

En efecto, en un partido ante el Real Zaragoza en la Romareda, el futbolista entró en cólera por escuchas cánticos homófobos que hacían alusión a su origen africano. La sangre no llegó al río y fue tranquilizado por sus compañeros y por el colegiado. En otra ocasión, escupió al jugador del Athletic de Bilbao, Unai Expósito, incidente que ensalzó su condición de jugador polémico.

Su lesión más grave se produjo en un partido ante el Werder Bremen en la liguilla de la Liga de Campeones de la temporada 2006/2007. En ese encuentro, Eto'o se rompió el menisco y los médicos le estimaron unos cinco meses alejado del césped. Volvió a vestirse de corto en febrero de 2007 pero sus goles no sirvieron para que el Barcelona ganara la Liga que ganó el Real Madrid de Capello con sus aguerridas remontadas.

 

Eto'o es un delantero centro nato, un ariete, un killer en toda regla. Su extraordinario disparo, capacidad para jugar de espaldas a la jugada, imponente presencia física, incisivos cambios de ritmo y gran velocidad siembran el pánico entre los defensores y porteros rivales. De hecho, esas características le han servido para anotar al friolera de 130 goles en los 199 partidos oficiales que jugó con la camiseta azulgrana en los que ponía la sutil potencia para culminar con éxito los milimétricos pases de Xavi, Deco, Iniesta, Messi o Ronaldinho.

A nivel anecdótico, juró la Constitución Española en octubre de 2007 y, posteriormente, en febrero de 2008, el Comité de Competición le multó con 12000 € por su peculiar dedicación sonora al Real Madrid en la celebración del título de Liga en 2005.

Con la llegada de Pep Guardiola en 2008, el nuevo entrenador anunció que no contaba con Edmilson, Ronaldinho y el propio Samuel. Sin embargo, el jugador camerunés se quedó en el Barcelona y esa misma temporada anotó 36 goles entre todas las competiciones oficiales y el equipo conquistó un terapéutico triplete de forma magistral. No obstante, la relación con Guardiola se deterioró y el propio técnico anunció que la salida del club no respondía a motivos futbolisticos algunos y únicamente se debía a una cuestión de feeling o de sensación con el propio jugador.

 

De este modo, a cambio de 46 millones y Zlatan Ibrahimovic como pieza del traspaso, Eto'o era traspasado al Inter de Milán en el verano de 2009. Firmó por cinco temporadas con el equipo nerazurro y formó una gran pareja goleadora junto con Diego Milito.

El 22 de mayo de 2010, el Inter de Milán ganaba su tercera Copa de Europa en el Bernabeu al derrotar al Bayern de Múnich y, así, conseguía el triplete. Curiosamente, Eto'o se convierte en el único jugador de la historia en ganar dos tripletes y, además, haberlo hecho de forma consecutiva. No en vano, bate el récord de Clarence Seedorf en ganars tres Copas de Europa con tres clubes diferentes (Real Madrid, Barcelona e Inter) e iguala a Marcel Desailly, Paulo Sousa y Gerard Piqué en ganar dos Copas de Europa con clubes distintos dos temporadas seguidas. Toda una hazaña, realmente.

Con la selección, Eto'o ha participado en los mundiales de Francia 1998, Corea-Japón 2002 y Sudáfrica 2010. En el primero de ellos fue suplente, en el segundo sisputó los tres partidos de la fase de grupos ante Irlanda, Arabia Saudí y Alemania. En el certamen mundial de 2010 sólo marcó un tanto ante la selección danesa.

Así es Samuel Eto'o, el tercer máximo goleador de la historia del Barcelona por detrás de César y Kubala, un jugador único y alguien a quien los culés nunca olvidarán.

Samuel Eto'o volvió al Camp Nou con la camiseta nerazurra en la fase de grupos y en las semifinales en las que apearon a los azulgranas en una noche en la que Mourinho y los aspersores fueron los protagonistas.

29 de junio de 2011

Dioses en el infierno

 

Ayer presenciamos cómo un legendario club como River Plate descendía a la Segunda División argentina tras perder la promoción de permanencia ante Belgrano. Así pues, un club de 110 años de historia en el que han jugado grandísimos futbolistas de la talla de Alfredo DiStéfano, Enzo Francescoli o Ángel Labruna perdía la categoría por primera vez en su historia. Otros jugadores que triunfan en la actualidad en nuestra liga como Higuaín o Mascherano también se enfundaron la camiseta del club franjirrojo.

En realidad, el descenso de los millonarios es una tragedia para el fútbol. No sólo a nivel deportivo, en el plano económico las arcas del club recibirán un mazazo en forma de menos abonados o derechos de televisión. No obstante, River Plate no es el único club grande que ha tocado el abismo con la yema de sus dedos. En absoluto. La historia del fútbol está llena de casos como el de los argentinos.

Sin ir más lejos, esta misma temporada en España concluyó con el agónico descenso del Deportivo de la Coruña tras veinte temporadas consecutivas en la élite. El club gallego pasó de codearse con los grandes, disputar la Liga de Campeones llegando incluso a las semifinales en 2004, endosarle un 4-0 al Milan, contar con jugadores como Rivaldo, Mauro Silva, Valerón o Tristán y ganar la Liga a descender a las profundidades abisales para pelear de nuevo por subir a lo más alto.


El Sevilla, un club que en la actualidad disfruta de puestos europeos y no hace mucho ha ganado gran cantidad de títulos, pasó por horas bajas a finales de los noventa cuando jugó varias temporadas en la Segunda División. Tras su retorno, se confió en un proyecto consistente en una política deportiva basada en apostar por jugadores de la cantera y por jugadores poco conocidos que realmente está dando sus frutos.

Análogamente al Sevilla, algo parecido fue lo que le ha ocurrido al Villarreal. Su primer ascenso data de 1998 y, tras subir de nuevo en 2000, el club castellonense se ha consolidado en Primera, consiguiendo un subcampeonato liguero en 2008 y llegó a semifinales de Champions en 2006 donde fue apeado por el Arsenal tras el malogrado penalti de Riquelme.

La dorada historia del Manchester United también se forjó después de algunos años de penurias en la Segunda División inglesa. En 1906 el club consiguió su primer ascenso. Sin embargo, en un partido decisivo para el United, Denis Law, antiguo ídolo de los red devils, marcó un gol al Manchester que los enviaba a Segunda. En 1974 el equipo de Tommy Docherty no pudo evitar descender a Segunda División donde permaneció dos temporadas hasta que 1976 subió de nuevo a la élite británica, además de disputar la final de Copa inglesa en la que cayó derrotado por el Southampton.


Otro club cuyo nombre en la actualidad da vueltas en el bombo de la Champions League, el Milan, pasó sus años difíciles a principios de los ochenta. Aquel año tras haber quedado tercero en el Calcio italiano, el escándalo Totonero sacó a la luz fraudes deportivos que terminaron con el Lazio, Avellino, Bologna y el mismísimo Milan en Segunda División.

En la temporada siguiente, el club lombardo consiguió el ascenso a la Serie A pero, tras una negativa campaña, el club regresaba a la Serie B. En la temporada 1982/1983 el club regresaba de nuevo a la Seria A y ya contaba en su plantilla con nombes como Alberigo Evani y Mauro Tassotti, futuras estrellas del club en los sucesivos años de gloria.

Parece que en Italia los escándalos deportivos están a la orden del día. De hecho, otro fraude en el Calcio implicó el descenso de la Juventus en 2006. El Moggigate es el fraude futbolístico más importante en la historia del fútbol italiano y en él se vieron implicados la Juventus, el Milan, Fiorentina, Lazio y Reggina. Su nombre viene del directivo de la Juventus Luciano Moggi y en dicho escándalo estuvieron envueltos, además, árbitros italianos y la propia Federación de Fútbol Italiana.


Como consecuencia, la Juventus fue despojada de sus últimos Scudettos (2005 y 2006) y descendida automáticamente a la Serie B. Por su parte, el Milan empezó la temporada 2006/2007 con -15 puntos, además, de las graves multas económicas impuestas a todos los clubes implicados. Esta dantesca situación contrastó con el ambiente festivo que se vivía en Italia tras la victoria de la azurra en el Mundial de Alemania de 2006.

Esta misma temporada, al igual que el Dépor, varios equipos grandes también han dicho adiós a la categoría de oro. El Mónaco, aquel equipo campeón de Liga y Copa en los noventa con Barthez, Thierry Henry, David Trezéguet, Jérome Rothen, Philippe Christanval, Evra, entre otros ha descendido a Segunda División tras una nefasta temporada. De igual forma, la Sampdoria, con una final de Copa de Europa a sus espaldas en 1992 y una final de Recopa en 1989, ambas perdidas ante el Barcelona, también ha caído en picado al infierno de la Serie B.

En 2007, la Real Sociedad descendía a Segunda División tras varias temporadas coqueteando con los puestos de descenso. Atrás quedaba la mítica escuadra que, cuatro años atrás, en 2003, se proclamaba subcampeona de Liga con jugadores como Xabi Alonso, Kovacevic, Karpin o Nihat Kahveci. El equipo donostierra bajaba a la categoria de plata del fútbol español mirando de reojo las dos ligas que consiguió consecutivamente en 1981 y 1982.


También resuena no muy lejano en el tiempo el fantasmagórico descenso del Atlético de Madrid en 2000. El club del que todos los españoles se hicieron en 1996, tras la brillante consecución del doblete, se hundía al mismo tiempo que Jimmy Floyd Hasselbaink fallaba el penalti decisivo en Oviedo. En la temporada siguiente, el club colchonero no pudo conseguir el ascenso, hecho que, en alguno sectores de la afición, dolio más que el propio descenso.

Similar fue, pues, el descenso del Real Zaragoza en 2008 con una plantilla que aspiraba a todo y, de hecho, comenzó la temporada jugando Copa de la UEFA. El equipo maño inició la campaña con un auténtico equipazo formado, entre otros, por Diego Milito, Oliveira, Sergio García, D'Alessandro, Aimar o Matuzalem y encontró su paradisíaco destino en la oscuridad de la Segunda División.

En 1986, el Valencia consumó su descenso a Segunda División tras 55 años en Primera. En la penúltima jornada, el conjunto ché perdio ante el Barcelona mientras que el Real Betis y el Cádiz empataron a cero en el Ramón de Carranza. En la última jornada, el Valencia ganó, precisamente, al Cádiz en el antiguo Luis Casanova pero ya era muy tarde. De este modo, el Valencia se despedía de Primera dejando atrás cuatro Ligas, cinco Copas, dos Copas de Ferias, una Recopa de Europa y una Supercopa de Europa.


De nuevo en las islas, la etapa más oscura del Liverpool data de 1954 cuando, conducidos por Don Welsh, entrenador nacido en Manchester, el equipo red descendió a Segunda División. Curiosamente, el entrenador y la estrella del club, Billy Lidell, siguieron en el club y en 1956 el club todavía se encontraba sumido en la división de plata británica.

Tras la conclusión del concrato de Welsh, Phil Taylor asumió el banquillo del Liverpool pero tampoco pudo ascender al equipo. Sin embargo, en 1959, Bill Shankly aterrizó en Anfield y, con él, el club subió de categoría en la temporada 1961/1962. Dicho sea de paso, de la mano del mítico entrenador, se forjaría una de las míticas plantillas de los reds que ganaría la la Liga en 1964.

Recapitulando, los hechos han demostrado que el fútbol es ese deporte en el que se puede pasar de la gestación de la mayor gloria, de la comodidad económica y la presencia de los mejores futbolistas a caer en picado cual misil a las profundidades del infierno en cuestión de instantes.

28 de junio de 2011

Actualidad: Belletti se retira

 

Así lo ha confirmado el jugador brasileño a través de Twitter y de su blog. Las causas son los continuos problemas físicos que arrastraba en el talón de Aquiles. Belletti se retira tras 17 años en el fútbol de élite, período en el que ha jugador con las camisetas de Cruzeiro, Sao Paulo, Atlético Mineiro, Villarreal, Barça, Chelsea y Fluminense.

Su mejor momento vestido de corto fue sin duda el 17 de mayo de 2006 cuando anotó el segundo gol de la final de la Liga de Campeones ante el Arsenal en Saint-Denis tras una inverosímil pared con Larsson. Textualmente, Belletti ha comunicado: Por más que quiera seguir, el cuerpo no me deja. Pongo fin a mi carrera como profesional por problemas físicos.

En su estancia como jugador del Barcelona (2004-2007), el lateral brasileño sólo anotó aquel histórico gol y ganó la citada Liga de Campeones, dos Ligas (2005 y 2006) y dos Supercopas de España (2005 y 2006).

De este modo, se retira un jugador que ha contribuido a engrandecer la historia reciente del Barcelona. Con 35 años, Belletti ha confirmado que seguirá vinculado al fútbol ya sea como comentarista o asesorador de jugadores.

 
Las botas con las que anotó el gol ante el Arsenal en París yacen en el museo del Fútbol Club Barcelona como reliquia memorable.

27 de junio de 2011

Estadios: Los Cármenes

 

Aquí da comienzo esta nueva sección de Mis peloteros favoritos en la que, como su propio nombre indica, se analizarán algunos estadios de fútbol de sobra conocidos por todos a nivel nacional, europeo e incluso mundial. Los estadios almacenan recuerdos indelebles para los aficionados y, por extensión, momentos que han contribuido a escribir con letras de oro la historia de este maravilloso deporte.

Para estrenar esta sección como se merece, el estadio del Granada CF, Los Cármenes, se ha ganado este debut tras haber encajado una temporada tan excepcional con el anhelado ascenso a Primera División, 35 años después.

Con una capacidad para 16.212 espectadores, el nuevo estadio Los Cármenes abrió sus puertas oficialmente el 16 de mayo de 1995 para sustituir al antiguo campo del que tomó su nombre. El vetusto feudo del club granadino fue vendido para saldar las deudas del club y, en su lugar, se construyeron viviendas residenciales.

 

No sería hasta el 6 de junio de 1995 cuando se inaugurase por todo lo alto. El encuentro que abrió paso a la historia del recién estrenado coliseo andaluz sería un amistoso Real Madrid - Bayer Leverkusen en el que los blancos ganaron por 1-0. No obstante, el primer partido oficial que tuvo lugar en el estadio granadino fue un España - Armenia sub'21 que terminó con una victoria de 4-0 para la selección española. Los goles fueron obra de Roberto, Morales, Raúl y Óscar, siendo éste el primer goleador oficial en Los Cármenes.

Las fiestas del milenio del Reino de Granada tuvieron lugar la noche del 25 de marzo de 2011. El acto alcanzó su cénit cuando esa misma noche la selección española acudió al estadio para jugar ante República Checa en un partido de clasificación para la Eurocopa de Polonia y Ucrania que ambos países albergarán en 2012. En dicho encuentro, Xavi jugó su partido número 100 con la selección española y Villa superó el registro goleador de Raúl en un partido en el que La Roja ganó por 2-1 con relativa facilidad.

Anecdóticamente, todos los veranos se celebra en el estadio granadino el trofeo Ciudad de Granada. Además, en 1997 la selección de Albania jugó en Los Cármenes los partidos como local frente a Alemania y Ucrania debido al ambiente de guerra civil que asolaba el país albano. Dicho sea de paso, ha sido sede en algunas ocasiones de partidos de carácter amistoso de la selección andaluza, precisamente, ante Estonia en 1999 con resultado favorable para los andaluces.

Ni que decir tiene que en este estadio, dentro de muy poco lucirán con luz propia los focos de la Primera División. Posee unas características comparables a míticos campos como La Condomina o El Plantío en cuanto a dimensiones. Lo que sí es cierto es que en la próxima temporada, los cracks que militan en la mejor liga del mundo podrán desplegar su calidad en el histórico estadio Los Cármenes.

23 de junio de 2011

Pep Guardiola y la maldición del 9


Hace dos días se conoció la noticia de la marcha de Bojan Krikic a la Roma después de cuatro temporadas en el club y no demasiados minutos a sus espaldas. Precisamente, la última temporada, el jugador de Linyola lució su camiseta con el dorsal 9 después de haber llevado el 11 y el 27 en su primera temporada. Esto hace que salga a la luz un dato curioso...

En la primera temporada de Pep Guardiola en el banquillo, pese a conseguir un brillante triplete, el técnico de Santpedor comunicó que no contaba con los servicios de Samuel Eto'o, quizá por cuestión de feeling, tal  vez por dar un cambio de caras a la delantera... Lo cierto es que el delantero camerunés acabó traspasado al Inter de Milán a pesar de haber hecho una gran temporada en el Barcelona. Llevaba el dorsal número 9.

Para sustituir al león indomable, llegó como ficha de cambio Zlatan Ibrahimovic. Tácticamente diferente que Samu, con un gran repertorio de recursos técnicos, altura y mucho olfato goleador. De hecho, la victoria ante el Real Madrid en el Camp Nou de la temporada 2009/2010 no se podría haber explicado sin el solitario gol anotado por el delantero sueco.


No obstante, al término de la temporada y la llegada de David Villa al equipo azulgrana, objetivo del club desde el verano anteior, Ibrahimovic quedó relegado al banquillo siendo el único jugador que no jugó en la vuelta de la Supercopa de España ante el Sevilla en el coliseo azulgrana en agosto de 2010. Después de unas filosóficas palabras hacia Pep en su salida, finalmente acabó cedido en el Milan donde realmente ha tenido buenas actuaciones, adaptándose rápidamente al sistema táctico rossonero. Curiosamente, en el Barcelona también lució el dorsal número 9 tras haberlo dejado vacante Eto'o.

Ante la ausencia de un nueve nato de cara a la temporada 2010/2011 y la tumultuosa salida del delantero sueco a tierras lombardas, Bojan Krkic heredó dicho dorsal aunque llegó a jugar pocos minutos en la campaña recientemente finalizada anotando pocos goles.

En estos momentos, el dorsal permanece sin propietario. Mientras los rumores de la llegada de jugadores atacantes como Giuseppe Rossi o Alexis Sánchez se van sucediendo, lo más probable es que la responsabilidad de portar un dorsal que en su día lucieron Ronaldo o Kluivert, recaiga en uno de ellos o en Jeffren si finalmente opta por quedarse.

La verdad es que el brasileño y el holandés no llegaron a triunfar con la elástica culé aunque parece evidente que, tras el aterrizaje de Pep Guardiola en el banquillo, los nueves del Barça no han tenido toda la suerte que debieran. ¿Quién será el encargado de llevarlo la próxima temporada? Lo único cierto es que esperamos que tenga más suerte que sus predecesores...

Santos ganó a Peñarol en la Libertadores

 

El Santos de Neymar se proclamó la pasada madrugada campeón de la Copa Libertadores tras derrotar al Peñarol de Montevideo por 2-1 en el estadio Pacaembú de Sao Paulo. De este modo, el cuadro brasileño conquistó su tercer título de campeón de América, nada menos que 48 años después. Por su parte, la sexta Copa Libertadores del Peñarol de Montevideo tendrá que esperar un año mas.

Y es que el conjunto paulista tuvo que esperar más años que el Real Madrid para ganar su séptima Copa de Europa, 32 temporadas concretamente, o que España para ganar su primer Mundial, la friolera de 80 años. Los dos únicos títulos de Copa Libertadores para el Sao Paulo databan de 1962 y 1963 de la mano de O rei Pelé.

Tras empatar a cero en el estadio Centenario de Montevideo, el equipo Peixe ganó por 2-1 con un gol del joven crack Neymar a comienzos de la segunda parte tras una buena combinación entre Ganso y Arouca que habilitó al joven ariete brasileño para superar a Sosa y el segundo obra de Danilo en el minuto 68 tras un buen recorte a Darío Rodriguez seguido de un potente disparo ajustado a la cepa del palo.


En líneas generales, el partido no fue muy vistoso y prevaleció el orden táctico impuesto por Peñarol y los largos desplazamientos en largo de Sao Paulo para aprovechar la velocidad de Neymar. El equipo uruguayo pagó con creces los clamorosos errores en el centro del campo y tiró por la borda un partido que comenzó a parecer interesante después de que Durval marcara en propia meta un centro de Fabián Estoyanoff que acababa de salir al rectángulo de juego. 

Tras el autogol de Durval, el partido se abrió y Peñarol pudo condicionar el empate, gracias en gran medida al inexplicable fallo de Ganso y, posteriormente, de Zé Eduardo tras una buena jugada individual de Neymar que se estrelló en el póster. Instantes después, el pitido del colegiado puso fin a 48 años de sequía de Santos en la Libertadores y dio comienzo a unos incidentes lamentables.

A la conclusión del partido, los aficionados emprendieron una invasión de campo al mismo tiempo que los jugadores de ambos equipos se ensalzaban en una violenta pelea en la que desfilaron puñetazos y patadas, la policía intervino y los árbitros se refugiaban en el túnel de vestuarios, enturbiando la alegría de la victoria del Santos en la Copa.


Fuente: Diario Público.

22 de junio de 2011

Partidos históricos: El Centenariazo

 

Lo más probable es que no recordemos la final del Mundial de Brasil de 1950. Con toda probabilidad, seguro que ni nuestros padres habían nacido. En aquel dramático encuentro, la selección brasileña de Friaça, Ademir y Chico perdió la final ante Uruguay en el estadio de Maracaná en Rio de Janeiro. Pese al favoritismo local, el gran número de aficionados brasileños o que la canarinha empezara ganando aquel partido, finalmente perecieron ante los charrúas por 1-2.

A partir de entonces, entró en uso en el argot periodístico el sufijo -azo para catalogar un hecho futbolístico que ha causado una gran impresión o sorpresa como por ejemplo una derrota contra todos los pronósticos. Algo así fue lo que ocurrió el 6 de marzo de 2002 en el Estadio Santiago Bernabeu. Se trataba del día en que el Real Madrid celebraba su centenario y el día escogido para la final de la Copa del Rey ante el Deportivo de la Coruña, precisamente, en el estadio madridista.

Todos los elementos conspiraban a favor del Real Madrid: el hecho de celebrarse el partido en su propio feudo el gran número de hinchas blancos frente a los deportivistas, los grandes galácticos que formaban la plantilla del Madrid y el ambiente festivo que invadía el lugar para celebrar la victoria copera en un día tan señalado para el madridismo. Pero se les olvidó una cosa: Antes había que jugar un partido contra el Deportivo de la Coruña.


A fin de contextualizar, aquel año la Liga estaba muy reñida y el Dépor se la peleó al Valencia, Barcelona, Madrid, Betis y Bilbao que estaban todos a una diferencia de cinco puntos en una competición que finalmente ganaría el Valencia de Rafa Benítez. Estábamos ante la segunda edición del SuperDépor que dos años antes había conseguido el título de Liga de forma magistral.

Para la afición deportivista, sus antiguos ídolos como Djukic y su trágico penalti, Liaño, Serna, Nando, Claudio, Alfredo, Ribera, López Rekarte y Bebeto encontraron su segunda versión en Molina, Naybet, Sergio, Romero, Capdevila, Víctor, Djalminha, Valerón, Diego Tristán y Makaay. En ambas míticas plantillas jugaron Fran y Mauro Silva.

Fue un craso error concebir aquel partido como los preámbulos de la fiesta con la consiguiente resaca copera. Ningún madridista tuvo en consideración que lo que hace maravilloso este deporte es la épica consistente en ver al gigante abdicar ante el pequeño. La mejor forma de hablar en esto del fútbol es con un balón por delante. No hay opción.

 

En la banal y excesiva tranquilidad del Madrid, el Deportivo marcó el 0-1 obra de Sergio tras un espléndido pase de Diego Tristán. Aún así, todo el mundo daba por hecho que la Copa no se movería del estadio Bernabeu mientras muchos aficionados mostraban un rostro impregnado de incredulidad. En el minuto 38, Diego Tristán finalizó una excelente jugada de todo el equipo y firmó el 0-2 entre las piernas de César ante la consternación de los merengues. Nadie se enteraba de que eso era una final...

Tras el descanso, la mentalidad de los jugadores del Madrid mejoró puesto que salieron con la convicción de que no le iban a regalar la Copa al Dépor y que intentarían una remontaca heroica. No obstante, el juego del Madrid mejoró y Raúl recortó distancias en el marcador en el minuto 58. Pero el Deportivo no cayó a merced del Madrid y defendió de la mejor forma posible, es decir, atancando.

Con esta tónica, se llegó al final del partido. El Dépor ganaba la Copa del Rey, la segunda de su historia mientras los sollozos y los semblantes serios de los madridistas no se hacían esperar. Tras la Copa obtenida en 1995, el trofeo de campeón de España se marchaba a La Coruña en tanto que en Madrid se quedaron compuestos y sin Copa...

De todos modos, el Madrid puso un buen broche a la temporada con la consecución de su novena Copa de Europa en Glasgow con aquel antológico gol de Zidane. Aún así, la espinita del Centenariazo aún sigue perenne...

Aquello fue una aplicación práctica del famoso refrán: No se puede vender la piel del oso antes de cazarlo. Por motivos ajenos a mí, parece ser que en el fútbol este famoso dicho cobra un matiz especial...

Actualidad: Bojan se va a la Roma


El jugador del Fútbol Club Barcelona, Bojan Krkic, será traspasado a la Roma en una operación que rondará entre los 10 y 15 millones de euros. El de Linyola no se desvinculará totalmente del club azulgrana dada la opción de recompra que podrá ejercer el Barça para volver a recontratar al joven delantero. El jugador firmará por dos años.

De este modo, Bojan podrá probar suerte en el Calcio italiano en el que dispondrá de más minutos para demostrar la calidad que atesora. El jugador ya ha hablado con Luis Enrique, técnico de la Roma, quien prentendía al de Linyola como pieza clave para su nuevo proyecto.

Los últimos flecos del traspaso se han cerrado esta noche en presencia del director deportivo del Barcelona, Andoni Zubizarreta, el director técnico de la Roma, Gabriele Sabatini y el representante del jugador Ramón Sostres. Al término de la Eurocopa sub '21, este domingo, viajará a la capital italiana para firmar su nuevo contrato.

Fuente: SPORT y Mundo Deportivo.

20 de junio de 2011

Equipos históricos: Olympique de Marsella 1993


La antesala del éxito de la selección francesa en el Mundial de 1998 y en la Eurocopa de 2000 comenzó a forjarse casi una década antes. Las bocas del Ródano fueron testigos silenciosos del ascenso de un equipo humilde que dominó con creces el campeonato liguero con cinco Ligas consecutivas, una Copa de Francia y una Copa de Europa, la única de la historia del fútbol francés.

Orquestado por su presidente Bernard Tapie, en el enclave marsellés se formó un equipo con un fuerte orden táctico que aspiraba a ganar todas las competiciones posibles. Su apolíneo puerto, donde desembarcan muchos inmigrantes en busca de sus sueños, contempló, con sus cristalinas aguas como telón de fondo, cómo Marsella disfrutó de su equipo de fútbol. En apenas unos años se pasó a ser un equipo corriente a coronarse campeón de Europa hasta que el oprobio, por motivos administrativos, le hizo descender a las profundidades abisales.

El polifacético y no menos polémico Bernard Tapie llegó a la presidencia del club en 1986 con Alain Girese como fichaje estrella.El ciclo del éxito comenzó a brillar en la temporada 1988/1989. Por entonces, el Olympique de Marsella contaba con una espectacular delantera formada por Jean-Pierre Papin y Klaus Allofs. El experimentado delantero alemán realizó grandes actuaciones y el ariete francés marcó 23 tantos. El equipo consiguió el doblete y se impuso en la final de Copa al Mónaco en París por 4-3 con un hat-trick de Papin y otro gol de Allofs. A finales de los 80, el equipo marsellés era intratable en Francia.


La temporada 1989/1990 comenzaba con el Olympique de Marsella como campeón de Liga y Copa y en su plantilla figuraba un veterano como Manuel Amorós, el delantero inglés Chris Waddle y el defensor brasileño Carlos Mozer. Ese año el equipo francés revolucionó el mercado de fichajes con la contratación de Jean Tiganá (campeón de la Eurocopa de 1984 con Francia), Jean-Pierre Papin (goleador con la selección y futuro Balón de Oro en 1991) y Enzo Franscecoli (apodado El Príncipe, estrella en River Plate y en el fútbol uruguayo).

No obstante, el cuadro galo tuvo que empezar la temporada con la baja del ghanés Abedi Pelé pero jugaba con un equipo formado por: Huard; Amorós, Sauzeé, Mozer, Di Meco; Tigana, Vercruysse, Germain, Waddle; Papin, Francescoli. Además, apareció una emergente estrella como Didier Deschamps que a la larga se convertiría en uno de los jugadores más importantes y emblemáticos de la década en el fútbol francés. Este equipo simbolizó la transición entre la mítica plantilla de 1984 en la que aún había algunos jugadores como Tiganá o Amorós y los que serían fundamentales en 1998 para la consecución del Mundial.

Sin embargo, en esta macedonia de gloria francesa, los marselleses tuvieron que lidiar en los cursos venideros con el emergente Barça del Dream Team que empezaban a hilvanar un juego altamente pretencioso y con el todopoderoso Milan de Sacchi con Van Basten y Gullit. Esa temporada l'OM revalidó el título de campeón de Liga.


En la temporada 1990/1991, Abedi Pelé volvió a los terrenos de juegos tras su período de lesiones y se incorporó un defensa costamarfileño naturalizado francés, Basile Boli el cual el tiempo demostraría que fue una inversión realmente eficiente y lucrativa. Ese año Papin realizó en extraordinario promedio goleador con 23 tantos. Boli y Cantoná, por entonces en las filas del Olympique, fueron los segundos máximos artilleros de les Phocéens con nada menos que 8 goles.

A decir verdad, el equipo marsellés de aquella temporada acusó un bajón futbolístico con la marcha de su estrella Enzo Francescoli al Cagliari italiano, Deschamps pasó al Burdeos y Tiganá sufrió el peso de los años. En cambio, llegó el volante Dragan Stojkovic. El esfuerzo del fútbol francés dio sus frutos y ese año el Olympique llegó a la final de la Copa de Europa de Bari en la que perdió contra el Estrella Roja de Belgrado desde los once metros.

Para el curso futbolístico 1991/1992, el Marsella era infranqueable en Francia. De hecho, se proclamó campeón de Liga por cuarta temporada consecutiva. Aunque Europa volvía a ser la gran asignatura pendiente. Ese año el equipo consiguió el tetracampeonato y se hizo honor a los valores del estado francés: egalité, liberté et fraternité. En base a esa plantilla, se armaron los cimientos del éxito para 1993.


La gran incorporación fue el defensa Jocelyn Angloma, viejo conocido del Valencia, y el retorno deDidier Deschamps que se convirtió en titular indiscutible tras regresar del Girondins de Burdeos. Papin marcó 27 goles y formó un explosivo tándem junto a Papin, balón de oro, en tanto que Jocelym Angloma y Boli se encargaban de la seguridad en la zaga.

La temporada 1992/1993 pasará a la historia para el Olympique de Marsella. El equipo mantuvo su vieja guardia gala en la defensa aunque Jean-Pierre Papin fue traspasado al Milan y llegaron jugadores como Rudi Völler, campeón del mundo con Alemania, el delantero croata Allen Boksic, Marcel Desailly, Fabien Barthez y Frank Sauzée, que sentarían las bases del éxito de aquella memorable temporada. A propósito, ese año cambió el formato y el nombre de la Copa de Europa. De este modo, pasaría a llamarse Liga de Campeones y daría cabida a equipos de las disgregadas Yugoslavia, Unión Soviética, así como a clubes de Islas Feroe e Israel. 

Con su innovador formato, los 8 equipos que superaron las pertinentes eliminatorias quedaron agrpados en dos grupos, de los cuales, los primeros jugarían la final. Raymond Goethals era el técnico escogido para realizar el asalto a Europa, por la forma en que revolucionó los conceptos tácticos. De hecho, el equipo francés recordaría por momentos al Barça de Guardiola en la forma de defender con el balón. Cuando perdían la pelota, comenzaban a presionar focalmente para generar superioridad en todas las líneas del campo y recuperar la posesión. Una vez con el esférico en su poder, todas las líneas del juego volvían a su posición original y se defendían mediante la posesión.


La final de la ya renombrada Liga de Campeones fue acogida por el Olímpico de Múnich. Al frente, tenían al gran Milan ya sin Arrigo Sacchi pero con un antiguo ídolo de la afición marselllesa a la cabeza: Jean-Pierre Papin. Además, el cuadro lombardo había accedido a la final sin haber perdido un solo partido, con 23 goles a favor y sólo un tanto encajado. En realidad, despertó el espíritu de animar al equipo más débil y, precisamente por ello o por el nombre del estadio, Olímpico; el Marsella se sintió como en casa en una disputada final con uno de los mejores equipos del mundo por entonces con permiso del Fútbol Club Barcelona bajo la denominación de Dream Team.

El 26 de mayo de 1993 se vivió en el estadio muniqués la final de la Copa de Europa frente al Milan. Un histórico gol de cabeza del defensa central Basile Boli le dio el triunfo al Olympique de Marsella y consiguió la única Orejona que yace en las vitrinas del fútbol francés.

De este modo, además de alcanzar la mayor gloria francesa a nivel de clubes, este equipo supuso el tránsito de la selección gala de los 80 que ganó la Eurocopa de 1984 y llegó a las semifinales de los Mundiales de 1982 y 1986 albergando a jugadores como Tiganá o Amorós y sirvió de trampolín internacional para otra gran generación formada, entre otros, por Deschamps, Desailly y Barthez que pondrían cara a la más épica etapa del fútbol galo internacional.


El Olympique de Marsella se formaba con Barthez en portería, uno de los mejores guardametas de los años noventa, pero algo imprevisible y capaz de lo mejor y de lo peor. Los laterales, Angloma y Di Meco tenían una gran proyección ofensiva, despliegue físico y estaban equilibrados. Di Meco, mediocentro defensivo reconvertido a lateral, se formó en la cantera de Les Phocéens y sería el predecesor de Lizarazu en la selección. Angloma, recordado por su paso en el Valencia, era un velocista nato, capaz de recorrer los 100 metros en 11 segundos. Los centrales eran Desailly y Boli. El primero es uno de los mejores centrales de la historia de Francia, rápido en el corte, con excelente colocación, seguro y un stopper inamovible. Con libertad para sumarse al ataque, también podía actuar de líbero, dejando su puesto en la defensa a Casoni.

Todo el equipo de 1993 giraba en torno a la figura de Didier Deschamps. Líder inexorable de este conjunto, organizaba el centro del campo y la transición defensa-ataque y, adicionalmente, era un excelente recuperador de balones con un no menos interesante disparo a media distancia. Iba acompañado en el centro del campo generalmente por Frank Sauzée y Jean-Jacques Eydelie. El primero, formado inicialmente como líbero en el Sochaux, era un mediocentro bregador, con determinación, trabajador y con buen disparo. Deschamps se apoyaba en Eydelie a quien ya conocía de su estancia en Nantes.

El mediapunta de ensueño de este equipo era nada menos que Abedi Pelé. Balón de Oro africano en tres ocasiones (1991, 1992 y 1993), era un atacante con una potencia, físico y disparo demoledores. Imparable en el uno contra uno, Goethals le otorgó total libertad de movimiento en la mediapunta. Más adelantado estaba Rudi Völler. El alemán era un delantero de gran corpulencia y mejor juego aéreo. Además, contaba con un potente y preciso disparo. Por último, una de las estrellas de este mitico equipo era Alen Boksic. La gran promesa del fútbol balcánico, el croata era un delantero total, inteligente, con manejo de los espacios, regateador y oportunista dentro del área. Gran conductor del balón, resultaba letal cuando iba a la contra.


Tristemente, días después de hacerse con el título europeo, salió a la luz un escándalo que envolvía al presidente del club, Bernard Tapie y demás directivos de la entidad por haber amañado partidos. El equipo marsellés fue castigado con el descenso administrativo a Segunda División y fue despojado de la última Liga que consiguió. Un lacrimógeno final para uno de los mejores equipos de Europa durante los años 90 y emotivamente recordado dentro de las fronteras del fútbol francés.

Dicho sea de paso, les Phocéens no pudieron disputar la Copa Intercontinental y, en su lugar, acudió el Milan, subcampeón de Europa, que perdió contra el Sao Paulo por 3-2. Años después, en 2006, el ex-jugador del club Jean Jacques Eydelie declaró que para jugar la final, todos los jugadores del club excepto Rudi Völler se estimularon mediante sustancias ilegales. Además, declaró que varios jugadores del club contactaron con futbolistas del Valenciennes para amañar partidos que le darían el título de Liga. Se rumoreó incluso con el retiro de la Copa de Europa del club, aunque finalmente se denegó la proposición.

La Revolución Francesa tuvo su particular representante en la década de los noventa. En esa ocasión, comenzó a orillas del Ródano y la protagonizó el Olympique de Marsella.


Fuente: Shark Gutiérrez (17/3/2013) En el olimpo de los sueños. Blog Promesa de Fútbol.

19 de junio de 2011

Resumen de la temporada 2010/2011

 

En primer lugar, me gustaría disculparme por escribir esta entrada tan a destiempo, concretamente, casi un mes después de que la Liga BBVA diera por concluida. Pero, en realidad, he esperado a que el tercer equipo de la Liga Adelante subiera a Primera División para saber con seguridad todos los equipos que militarán en la mejor liga del mundo la próxima campaña 2011/2012. Hoy tras el ascenso del Granada, por fin puedo hacerlo.

En la parte alta de la clasificación un Barcelona desmesurado ganó la competición doméstica en su particular duelo con el Real Madrid en una temporada histórica en la que los azulgranas, además de ganar su cuarta Copa de Europa, llegó a la final de Copa y tuvo que soportar la continuas quejas de Mourinho. No obstante, se llevaron una merecida Liga en la que el 5-0 cosechado en el Camp Nou que, aunque en ese momento desde algunos sectores no se percibió así, decidió por completo la Liga en la que el Barça sumó su tercer entorchado consecutivo.

Un buen Valencia, que cayó eliminado en octavos de final de la Champions ante el Schalke 04 de Raul, hizo un buen papel en la Liga y sumó 71 puntos, 21 menos que el Real Madrid. De este modo, regresa a Champions cuatro años después. A nueve puntos de los valencianistas quedó el Villarreal que vuelve tras la eliminación ante el Arsenal en la 2008/2009. El conjunto castellonense con Borja Valero, Rossi, Cazorla, Capdevila y Nilmar a la cabeza volverá a dar guerra en el plantel europeo.

 

El hecho de que la Copa del Rey la jugasen dos equipos clasificados matemáticamente para Champions implicó que la plaza de Europa League reservada para el campeón de España pasase automaticamente al séptimo clasificado.

El Sevilla con 58 puntos protagonizó una convulsa temporada en la que Antonio Álvarez fue destituido el 26 de septiembre y sustituido por Gregorio Manzano. No obstante y pese a algunas dolorosas derrotas como la del Osasuna en el Reyno de Navarra en el último minuto, el conjunto rojiblanco hizo un buen tramo final de temporada y consiguió un puesto en la Europa League.

Un equipo que ha mostrado su intermitencia los últimos cursos es, sin duda, el Athletic de Bilbao. Tras varias temporadas en las que incluso coqueteó con el descenso, los leones consiguieron una aliviadora sexta posición, empatado a puntos con el Sevilla, que les da derecho a disputar Europa League. Los goles de Fernando Llorente han sido realmente decisivos.

 

La antes mencionada séptima posición coloca al Atlético de Madrid en la Europa League, competición que ya ganó en 2010 pero que ilusiona a la hinchada atlética en una temporada que afrontan bastante dura con la anunciada marcha de la estrella del equipo, el Kun Agüero, la destitución de Quique, la llegada de Manzano y el futuro incierto de David de Gea.

Por la parte baja de la clasificación, un desahuciado Almería abandona La Liga de las estrellas tras permanecer en ella cuatro temporadas. Se despide de Primera con tan sólo treinta puntos y la clara mentalidad de que volverán dentro de poco.

Por otra parte, un equipo que emprendió la temporada con estrellas como David Trezeguet, Royston Drenthe o Valdez, el Hércules de Alicante, también descendió a Segunda División en las últimas jornadas con 35 puntos en la clasificación. En su cuenta gozan de la inesperada victoria alicantina en el Camp Nou por 0-2 en la segunda jornada.


Lo más impensable de la temporada fue que un equipo histórico que se codeó con la élite no hace tantos años, el Deportivo de la Coruña descendiera al pozo de Segunda en la última jornada tras veinte años en Primera, precisamente, ante el Valencia, rival que en 1994 les privó del alirón de Liga. El año que viene tendra lugar en Segunda un apasionante derbi gallego Celta - Deportivo.

En contraposición a los descensos, la otra cara de la moneda la vivieron los clubes que ascendieron a Primera División. Dicho sea de paso, la escándalo del año pasado protagonizado por Hércules con sospechas de partidos pagados que dejaron al Betis en Segunda trascendió en un importante cambio en el formato de la competición. 

Básicamente, a partir de la recién finalizada campaña, sólo los dos primeros clasificados tienen un hueco inamovible en Primera División mientras que los cuatro siguientes deberán jugar una liguilla de ascenso, que por otra parte recuerda a las antiguas de los años noventa, en las que el vencedor subirá de categoría.

 

El Real Betis se mostró como el equipo más regular de toda la Segunda División y en las últimas jornadas consumó su ascenso a Primera tras dos años en el abismo. A él le siguió un glorioso Rayo Vallecano que abandonó la élite española en 2003 y vuelve a Primera. Lejos queda su participación en la Copa de la UEFA como club más limpio y sus avaladoras doce temporadas en la máxima categoria del fútbol español aunque nuevamente volverá las andadas.

El filial del Barça se alzó a la tercera posición aunque, por motivos obvios, no pudo ascender a Primera. Los siguientes clasficados: Elche, Celta, Granada y Valladolid estrenaron la flamante nueva promoción en la que los emparejamientos depararon un Celta - Granada y un Valladolid - Elche.

Tras un controvertido arbitraje, los ilicitanos consiguieron sobreponerse a los blanquivioletas mientras que el Granada superó al Celta con un 1-1 en ambos partidos y pasaron a los penaltis después de que el delantero Dani Benítez fallará dos desde los once metros.

Así pues, el Elche se clasificó para una final en la que le esperaba la revelación del año, el Granada. En la ida en Los Cármenes, ambos equipos empataron a cero pero la vuelta, celebrada ayer, dejó un 1-1 que ascendía 35 años después a los granadinos a Primera División.

El Granada celebra el ascenso en el estadio Martínez Valero de Elche tras conseguir la victoria en la nueva promoción de ascenso a Primera.

18 de junio de 2011

El dinero y la separación de los valores


El viernes de la semana anterior cuando venía de jugar al fútbol, me sorprendió un cartel que encontré en la puerta de un bar cercano a mi casa. Atraído por la foto y título que mostraba, me acerqué a inspeccionarlo. Pude leer cómo se trataba de un partido homenaje a nuestro tristemente desaparecido amigo Luis allá por el mes de noviembre que, si no recordais mal, mencioné en este blog. La leyenda del folleto, Partido homenaje a Luis El Pirula y una secuencia de fotos de su etapa de jugador en el arcaico Rastro, no dejaba lugar para ambigüedades.

La fecha pensada para el encuentro con los veteranos del equipo era, en teoría, el día siguiente. El horario estaba realmente muy bien pensado por alguna brillante mente: las doce del mediodía en pleno mes de junio. Después de unos cuantos menesteres, acudí como espectador al encuentro que figuraba como obligatorio en mi agenda. 

Por suerte, el recinto habilitado para el mismo era nada menos que El Huevo, una pista de furbito abierta un año atrás enfrente de mi casa. Hubiera sido un hecho sacrílego no haber asistido dadas al cercanía y el entrañable recuerdo que me profesaba mi amigo que ni mucho menos había caído en las brumas del olvido.

Con el sol de lleno en este oasis de penumbra, hice acto de presencia en el partido de homenaje con una irreverente puntualidad inglesa. Poco a poco, fueron llegando personas del barrio y demás conocidos del protagonista indiscutible de la jornada. Cabe destacar que la veteranía era un factor bastante común allí puesto que muchos de los presentes habían compartido vestuario con nuestro amigo en sus años mozos. A modo de paralelismo emocional, la situación se tornó etérea cuando, entre tantas canosas azoteas, se esbozaba la figura del pequeño nieto de casi un año de edad de nuestro amigo, de la mano de su madre.

Los caciques, perdón, los encargados de tal señalado acto le dedicaron una placa homenaje a su hija. Aunque resulte extraño, no recuerdo nada de la ceremonia de entrega porque el acto fue tan excesivamente corto que ni sacaron la insignia de la caja. Al poco, se sucedió el rutinario minuto de silencio que, en este particular, quizá debería llamarse siete segundos y medio de silencio. No hace falta que explique los motivos, ¿Verdad?

La organización del encuentro, propia de un elaborado guión de Hollywood, fue tan abrumadora que, en un momento dado, todos los jugadores presentes saltaron al terreno de juego con la misma equipación mientras la pegajosa calor sevillana les achicharraba sus cabezas. Además, pude contabilizar en una ocasión cómo cada equipo estaba formado por la friolera de siete jugadores. Inédito.

Con tanto tipo vestido de igual forma, eso parecía un desfile de Antonio Miró pero, obviamente, con una clase estratosféricamente superior. La cosa llegó a un punto en el que todos los tipos iban vestidos con la camiseta naranja del Real Betis de la temporada 2010/2011 en honor al efervescente beticismo de nuestro inolvidable amigo.

La verdad sea dicha, parecí encontrarme en un frondoso campo de tulipanes holandés. Con muy buen criterio, una de las pocas ideas buenas de esa calurosa mañana consistió en que un equipo se colocara un distintivo peto verde que no fuera susceptible de confusión. Y de esta guisa, comenzó el partido. Sin patrocinadores de por medio ni ninguna sala de prensa con piques entre Mourinho y Guardiola, el silbato inicial, si es que lo hubo, no simbolizó mas que poner fin a unos preámbulos y preparativos olvidables.

Las cosas como son, sí pudre disfrutar de un buen partido. La joven veteranía de muchos no significó que no lo hicieran realmente bien. De hecho, creo recordar un partido contra la pobreza en el Sánchez Pizjuán en el que Davor Suker, jugador de élite, dió un divertido culazo en el césped y mostró una cervecera tripa. A decir verdad, los jugadores allí presentes, mayores en edad que el croata, mostraron un estado de forma físico típico de cualquier sexagenario pero más regular de lo que previamente llegué a imaginar.

Los más jóvenes encontraban el balón con mucha facilidad y marcaban buenos goles en tanto que los más veteranos resistían menos con el ingrediente extra de la calor. Voy a escapar de analizar tácticamente el partido, básicamente, porque fue un partido de barrio y no hay mucho nivel de detalle. Pero hubo un hecho extrafutbolístico que me hizo sospechar que ahí había gato encerrado...

Mientras esos tipos que combinaban tan mal los colores verde y naranja corrían de un lado para otro y lanzaban balonazos al infinito, pude divisar a lo lejos algo que se asemejaba a un tanque de cerveza. Efectivamente, no me equivoqué y me acerqué a preguntar sí serían tan amables de servirme una. El encargado del ambigú me contestó con un enlatado tono que estaban reservadas para el término del partido por lo que debía esperar. Al mismo tiempo, un colega de ese cacique, perdón, encargado se refrescaba el paladar con una refrescante rubia.

Tras sopesar la situación, decidí no darle importancia y seguir viendo el partido que era realmente por lo que había ido allí. La calor que imperaba en el lugar se multiplicó por mil cuando la chicharra emprendió su canto. Al poco, un esclavo confinado a labores de mantenimiento me trató de persuadir para que echase una mano con no sé cual paellera con una incisiva socarronería de la que no conozco precedente. Por suerte, mi astucia me echó una terapéutica mano y me escondí entre los observadores que visionaban ese partidazo.

Lo que en un principio parecía ser un partido homenaje como Dios manda, perdió bastante su esencia cuando vi jugar entre ellos a un niño de catorce años y algunos de ellos, amigablemente, me invitaron a jugar. Las molestias derivadas del sobresfuerzo de la tarde anterior me impedían levantar la pierna y rehusé la invitación. Si en un partido de veteranos, juega un niño de catorce años, me gustaría pensar que el homenaje no es a un niño de preescolar.

Lo que aportaba un poco de familiaridad y gracia a la situación eran los comentarios de los jugadores más carismáticos cuando marcaban un gol o eran sustituidos. Particularmente, fue lo que más agredecí porque representaba el fútbol en su expresión más natural lejos de tanques de cervezas censurados por la tiranía.

No diré aquello del silbato final porque Mejuto González no asistió finalmente. El partido acabó con un 45-36 favorable a los locales, dicho sea de paso, cuando a la gente le dio la gana, cuando ya estaban agotados o cuando ya tenían ganas de una cervecita, teniendo en cuenta que, legalmente, sí se podían tomar después del partido. Las cosas del Código Penal...

Fue precisamente entonces cuando, al igual que muchos presentes, me dirigí al sitio donde servían las cervezas. Al llegar, oí una firme y autoritaria voz que gritaba cual espartano: ¡Aquí sólo beberán los que han pagado previamente! No le di importancia pero en ese momento visioné un cartel justo encima del susodicho personajillo que decía: Para contribuir a la realización del partido, se pide al menos 10 euros por persona. Es decir, si no has pagado, algo lógico porque parece ser que han mantenido en secreto la forma de contribución, olvídate. Lo de la cerveza es para el final del encuentro no es más que una simple excusa, porque somos así de guays.

Lo lamentable es que ese grito de guerra y aviso económico, por llamarlo de algún modo, lo desembuchó uno de los jugadores que más me gustaron jugando. Me entraron ganas de pegarle un balonazo en la cara a ese memo que tanto me gustó como jugador.

En esta misma línea, cuando acabé de leer el letrero con sus respectivas faltas de ortografía, me marché mientras los nubarrones que daban paso a un cielo cargado de hipocresía se iban esfumando con viveza.

Recapitulando, ésta es mi visión de cómo amañar la querida y añorada imagen de nuestro amigo Luis para atraer adhesiones entusiastas populares con el claro objeto de amasar una fortuna considerable. Si a esto le sumamos, la coyuntura económica actual tan desfavorable, todo parece mucho más evidente. Estoy convencido de que Luis, dondequiera que esté, habría hecho las cosas de una forma para que se hubiera respirado un ambiente mejor y todos pudiéramos podido disfrutar con el fútbol y los valores que emanaba.

No estoy diciendo con esto que las cervezas se despacharan de forma gratuita. Ni mucho menos. A lo que me refiero es que si hay que contribuir al homenaje, algo que me hubiera gustado por la memoria de mi amigo, se hubieran dado más facilidades de captación de aportaciones y que nadie se hubiera creido mas que nadie. Porque es ahí cuando empiezan a torcerse las cosas...

Me dio la impresión de que pagaron los dos o cuatro enteraos de turno y lo grandificaron para etiquetarse la impresión pública de que habían invertido una pasta gansa. Respecto al tema de las equipaciones, me parece muy bien que no sean del año de cuando jugaban los de la foto introductoria del post, pero la serigrafía erosionada por la lavadora decía a gritos que no la habían comprado precisamente ayer.

Ya que todos tenían que contribuir al homenaje, hubiera pedido al menos jugar en Old Trafford. Pero claro, las dificultades logísticas que nos deparan de Manchester están ahí. ¿No hubiera sido mejor, además del tema del horario, hacer las cosas con más caballerosidad y no caer bajo la poderosa influencia del dinero? Ahí lo dejo.

17 de junio de 2011

Oliver Bierhoff, el delantero de oro


Nos suena lejano el término gol de oro, queramos o no. El de David Trezéguet a Italia en la final de la Eurocopa de 2000 es uno de los más recordados. No obstante, cuatro años antes en la Eurocopa de Inglaterra, la final ante la República Checa también se solucionó con un gol de oro. ¿Quién fue el encargado esta vez? El recordado es el alemán Oliver Bierhoff.

Nacido en Karlsruhe, comenzó su carrera en el modesto KFC Uerdingen. y después pasó a clubes con más nombre en el plantel europeo como el Hamburgo y el Borussia Mönchengladbach. Su gran altura (1,91 m.) le convertía en un extraordinario rematador de cabeza y goleador. De hecho, en la final de la Eurocopa de 1996, previamente citada, le marcó aquel sonado gol a la República Checa en Wembley.

Su carrera parecía estar sumida en el aletargamiento cuando fichó por el Salzburg austríaco en 1990. Su siguiente destino sería Italia, concretamente, el Ascoli de la Serie B. Allí permaneció cinco temporadas hasta que en 1995 fichó por el Udinese, equipo recién ascendido con el que se proclamó máximo goleador del campeonato doméstico italiano y con el que marcó 20 goles. De este modo, es el único jugador extranjero que ha sido pichichi en la Seria A y B italianas.

 

Sus grandes actuaciones con el Udinese captaron la atención del Milan que contrató sus servicios en 1998 para formar una dupla letal en ataque con el ariete ucraniano Andrey Shevchenko. Así pues, su primera temporada en el conjunto lombardo se saldó con el título de campeón de la Seria A y la nada desdeñable cifra de 27 goles con la camiseta rossonera.

En 2001 pasó al Mónaco. Sin embargo, en el equipo del Principado no llegó a cuajar del todo y fue de nuevo traspasado al Calcio, esta vez, al Chievo Verona. Su retiro le esperaría en la siguiente temporada pero se marchó a lo grande: le endosó un hat-trick a la Juventus en su último partido oficial con el Chievo.

También jugó el Mundial de Francia de 1998 en el que le marcó un gol a la selección mexicana, siendo imprescindible en la remontada alemana en los octavos de final y participó en la Eurocopa de Bélgica y Holanda en 2000. Su broche final en la Mannschaft tuvo lugar en la final del Mundial de Corea y Japón 2002 en el que se quedó a las puertas del triunfo tras perder con Brasil la final por 2-0.


Como datos curiosos, su padre fue portero en la década de los 50 y, además, su abuelo fue presidente del distrito de Düren. Existen rumores de que la mujer del seleccionador alemán en la Eurocopa de 1996, Verti Vogts le convenció para que se llevara a Bierhoff para dicho torneo. Ya verás cómo te lo paga. Ya lo creo que atinó...

Fue organizador del Mundial de Alemania de 2006 y ayudante en la Mannschaft. Al derrotar a Argentina en cuartos de final, se montó una tángana en la que Bierhoff se prestó para interponer paz. No conformes con ello, los argentinos lo acusaron de meter cizaña. Posteriormente, el ex-jugador alemán declaró que el temperamento de los argetinos era muy fuerte...

Fuera del campo, estudia Ciencias Económicas en Estados Unidos, además de ser mánager de la selección alemana junto con Joachim Löw. Su imagen formal le ha servido para anunciar cosméticos y ser contratado por instituciones financieras del mundo del fútbol. En su palmarés constan únicamente la Serie A con el Milan en 1999 y, a nivel internacional, la Eurocopa de 1996 con Alemania. Sin duda, siempre será recordado en Alemania por haberle dado a los teutones su último gran trofeo continental.

 Junto con Löw, forma parte del equipo técnico de la selección alemana desde el Mundial de Alemania de 2006 en el que formó parte del comité organizador del mismo.

El Madrid sigue quejándose


Las heridas abiertas tras los cuatro clásicos aún no han cicatricado. Ni en el período estival hay un descanso en este mundillo del fútbol. Y es que el Real Madrid no se ha hecho esperar tras las declaraciones de Sandro Rosell en las que, básicamente, advierte (algunos sectores dirían amenaza) a la entidad blanca de romper las relaciones institucionales después de los incidentes extradeportivos en la temporada anterior, recién concluida.

Textualmente, el Real Madrid lamenta las desafortunadas declaraciones del presidente del Barcelona. Simplemente, Sandro Rosell se ha encargado de recordar a todos la campaña de desprestigio iniciada por el club blanco al Barça esta temporada. Lo realmente asombroso es que el Real Madrid, textualmente de nuevo, afirma en un comunicado oficial que son motivadas por la presión que sufre la junta directiva por parte de un determinado y cercano entorno mediático, que reclama una actitud de agresividad hacia nuestro club. Impresionante.

Diversos medios y particulares, entre ellos, cómo no, Tomás Roncero, no conciben el por qué del comunicado de Sandro Rosell. Es infame que, tras una temporada entera intentando hacer daño, uno se pregunte e incluso se ponga a discutir sobre si el presidente del Barcelona ha estado acertado o no. Dicho de otro modo, se ha intentado hacer daño a los jugadores, por extensión, al barcelonismo, y ahora se preguntan lo mismo que su carismático entrenador: ¿Por qué?

Recapitulando, recordemos la seguridad con que Florentino Pérez acusaba públicamente a los jugadores del Barcelona de dopaje a través de la coherente cadena Cope, obviamente, sin ningún tipo de pruebas. ¿Seguimos? En la rueda de prensa tras el partido de ida de Champions, José Mourinho ponía en entredicho la legitimidad de la Champions ganada por el Barça en 2009 en Roma.

En otras palabras, la filosofía del Madrid emprendida con el fin de hacer jaque mate al Barça fuera de los terrenos de juego, porque dentro del campo no podían, consistió en Miente miserablemente lo más que puedas para desvirtuar la incipiente grandeza del Barcelona. ¿Y este es el club señor? Yo no digo nada...

Con muy buen criterio, Rosell advirtió que el club no estaría dispuesto a soportar de nuevo acusaciones semejantes porque, en tal caso, las relaciones con el Real Madrid darían por finalizadas. Subrayó también que no deseaban eso. A propósito, ¿Qué nos deparará el Real Madrid 2011/2012 con el comandante Mou a la cabeza? Pronto lo sabremos...

16 de junio de 2011

Los jugadores más feos


Un estudio reciente demostró que la clave de la belleza reside en la simetría. Si eres como una circunferencia de simétrico, probablemente te parezcas al nuevo fichaje del valencia, el central francés procedente del Lille, Adil Rami. De nuevo en términos geométricos, hoy veremos casos diametralmente distintos al mencionado

Son aquellos jugadores, de sobra conocidos por todos, a los que la naturaleza les jugó una mala pasada. En general, son unos cracks con un balón en los pies pero en un certamen de belleza, las cosas serían muy pero que muy distintas. Aquí aparecen ordenados, a mi juicio, de menos a más feo. Sin más dilación, allá van:

 
 10. René Higuita: Este mítico guardameta colombiano pasará a la historia por la parada escorpión que le atajó a Redknapp en Wembley pero no precisamente por sus bellos atributos.

9. Mikael Silvestre: El defensa francés se desempeñó casi la totalidad de su carrera en el Manchester United  hasta que en 2008 recaló en el Arsenal. Con toda seguridad, sus asimétricas facciones orientales no fueron clave en su fichaje por los gunners. Paradójicamente, comparte apellido con uno de los hombres más atractivos de España, el actor Miguel Ángel Silvestre.

8. Marcelo Vieira: Es uno de los mejores del mundo en su puesto. Ha hecho una gran temporada con el Real Madrid, sin embargo, su esperpéntico, asimétricas facciones, un poco estilizado peinado a lo afro y su corrector dental no han contribuido a ello.

7. Santiago Acasiete: Fue fundamental en la victoria del Barça ante el Almería por 0-8 marcando un gol en propia puerta. El peruano realmente no puede estar agradecido a la naturaleza.

6. Michael Reiziger: La agigantada boca de este defensa holandés albergaría un universo paralelo. Lateral de gran velocidad y recorrido, no alcanzó el éxito completo en el Fútbol Club Barcelona. Sin duda, Reiziger no será recordado especialmente por su belleza...

 
5. Iván Campo: El ex jugador del Real Madrid parece tener la cabeza metida dentro de una cueva. Además de faltarle una paleta, era un jugador bastante carismático aunque no del todo atractivo.

4. Carlos Tévez: El actual delantero del Manchester City muestra una profunda quemadura en el cuello como resultado de la acción del agua hirviendo cuando era un niño. Sus piezas dentales tampoco yacen muy alinaeadas...

3. Oliver Kahn: El gran guardameta alemán, retirado en 2008, parecía que se comía dos niños para desayunar. Encontrarse con su rudimentario rostro en un callejón al anochecer debe ser una experiencia poco recomendable...

2. Ronaldinho: A Ronie lo recordaremos por su magia e impredecibilidad con un balón por delante, así como por sus curiosas paletas que causaron sensación en su etapa barcelonista.

 
1. Franck Ribéry: Sin duda, es el jugador menos agraciado que recordamos. Las cicatrices que tiene en su rostro son el triste recuerdo de un accidente de tráfico que sufrió a una edad muy temprana. Eso junto a la ausencia de una patilla y a sus desfigurados dientes le da un aspecto peculiar.