Como suele ocurrir cada vez que habla, sube el pan. Ya pasó en Auxerre acompañado de las perlas dedicadas a Pedro León. No tuvo reparos en lanzar chinitas al Barça acusando al rendimiento de David Villa. También fue artífice de una jugada singular el pasado miércoles en el Bernabeu al ser expulsado por mandar a la mierda al árbitro. En definitiva, este hombre gana amigos allá por donde pasa.
No le quito méritos como entrenador pero debería mirarse seriamente algunas pautas de comportamiento y actitud. Alguien debería decirle al portugués que, para hacer el payaso, existen unos lugares especializados llamados circos y, lo creamos o no, allí hay personal más cualificado que Mourinho.
Las escenificaciones histriónicas, comportamientos exaltados y provocaciones obvias (recordemos las palabras a Guardiola en el Barça-Inter) no dejan lugar a dudas de que este hombre se lo pasa bien en el banquillo. No obstante, es conveniente recordar que para divertirse existen los circos. Sí, esos en los que hay personal más cualificado que Mourinho.
En esta ocasión, las palabras han sido de Manolo Preciado tras las declaraciones del entrenador del Real Madrid en las que decía básicamente que tiró el partido contra el Barça al alinear a demasiados suplentes del club asturiano. Textualmente, el míster del Sporting de Gijón se ha referido al portugués como un canalla y un mal compañero. Comentó que, donde el portugués tiene infinidad de títulos, él tiene algunos ascensos, amigos y compañeros. En este fantástico mundo del deporte, así como en la vida, es lo más fructífero que se puede hacer. Asegura, asimismo, que no tiene conveniente en decírselo todo a la cara y que el choque contra el Madrid en poco tiempo será cuanto menos intenso.
Por si esto fuera poco, el Comité de Competición ha sancionado al Tito Mou con dos partidos de suspensión tras los insultos acaecidos hacia el árbitro en el encuentro copero ante el Real Murcia. Se perderá los encuentros contra Sporting y Athletic. Tiene para quejarse el señor. Volverá a las andadas en el clásico. Esperemos que no la lie.
En resumidas cuentas, uno de los entrenadores mejor pagados del mundo (por no decir el mejor) debería al menos mostrarse más agradable y educado en ruedas de prensas y declaraciones. El hecho de cobrar tanta cantidad de dinero en un país que pasa por una delicada situación económica debería infundirle un ápice de respeto. Ha caricaturizado la imagen que un club de la talla e historia del Real Madrid proyecta exteriormente. Se gana en el campo pero no en la clase...
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