17 de noviembre de 2013

Golazos: Ronaldo en Compostela


Si se hace referencia a un Compostela - Barcelona de la temporada 1996/1997, es posible que ese dato resulte vago y poco conciso. Y si se dice que fue, concretamente, el 12 de octubre de 1996, tampoco es que se resuelvan las dudas. Es probable también que suenen lejanos nombres de equipos como Compostela y de estadios como Multiusos San Lázaro. Pero lo cierto es que en ese escenario en dicha fecha tuvo lugar uno de los mejores goles de todos los tiempos.

Por entonces, la estrella del Barça era Ronaldo con apenas 20 años, una de las jóvenes promesas del fútbol brasileño recién aterrizado del PSV Eindohoven. Campeón del mundo con Brasil tres años atrás, no logró ningún minuto en el Mundial. Aquel era el Barcelona post Dream Team, una época de resaca de títulos que no pudo brillar con la misma magnificencia que su predecesora. No obstante, dejó momentos para el recuerdo como el que analizamos hoy.

La trayectoria de Ronaldo por el Barcelona fue fugar, pese a que logró anotar la friolera de 47 goles en la temporada. La jugada es difícil de explicar, o tal vez no. Ronaldo se sirvió de 14 toques para emprender una maradoniana galopada y driblar a cuantos rivales se oponían en su camino, atravesar todo el terreno de juego y definir ante Fernando de una manera excepcional. Ronie se adhirió el balón al pie durante 12 segundos cronometrados. Los cinco jugadores de los que se zafó intentaron desestabilizarlo mediante todo tipo de empujones y faltas, pero Ronaldo, sencillamente, era imposible de parar.

Fue un gol sensacional que captaba en una acción toda la esencia del ya legendario delantero brasileño. Tanto fue así que Sir Bobby Robson, entrenador por entonces del Fútbol Club Barcelona, se llevó las manos a la cabeza, atónito e incrédulo ante la belleza del tanto cosechado. Mourinho, asistente del técnico inglés, fue testigo en primera persona de aquel gol y Guardiola incitó a los espectadores a que aplaudieran al jugador brasileño tras el gol.

El Barcelona ganó aquel encuentro por 1-5, en una temporada en la que el equipo azulgrana se adjudicó la Copa del Rey, la Recopa de Europa y acabó segundo en Liga. No obstante, este resultado se ha olvidado entre las videotecas. Lo que continúa vigente y lo seguirá haciendo durante algunos años más es este tanto de belleza indescriptible. El Compostela vaga por las brumas de la Segunda División B, pero en el Multiusos San Lázaro siempre se recordará la magia de aquella fría noche gallega de 1996.


Fuente: Mundo Deportivo.

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