13 de noviembre de 2013

La apuesta de Rumanía en el Mundial 1998


Corría el Mundial de Francia 1998 y Rumanía quedó encuadrada en el Grupo G junto a Inglaterra, Colombia y Túnez. El plantel rumano había llegado a cuartos de final en el anterior Mundial de Estados Unidos 1994 y contaba con una de las mejores generaciones de su historia como Petrescu, Popescu, Filipescu, Lacatus, Ilie, Craioveanu y, cómo no, George Hagi. No obstante, el cuadro tricolorii sería recordado para la posteridad en este certamen por un hecho muy inusual.

Los jugadores rumanos se apostaron con el seleccionador Anghel Iordanescu que, si conseguían acceder a los octavos de final del Mundial, todos se teñirían el pelo con un estridente tono rubio platino si a cambio el entrenador se desprendía de su cuero cabelludo y se rapaba completamente al cero. Rumanía debuta con victoria en Lyon ante Colombia por 1-0 con gol de Ilie, logra ganar a la Inglaterra de Beckham, Scholes, Ince y Owen por 2-1 en Toulouse y, ya clasificados, logran un irrelevante empate a uno ante Túnez en Saint-Denis.

Sin reparos y clasificados primeros de grupo por encima de Inglaterra, los jugadores de Rumanía cumplen su promesa y, en el encuentro de octavos ante Croacia, aparecen todos teñidos de un llamativo y difícilmente olvidable tono rubio oxigenado que causó furor y, al mismo tiempo, una sensación muy particular. Rumanía queda eliminada en octavos por un gol de Davor Suker. No tardaron en llover críticas en relación a este repentino cambio de look y muchos medios de comunicación tildaron de poco seria esta controvertida decisión. Hasta los días que corren, esta ha sido la última participación de Rumanía en un Mundial y lo hicieron de este peculiar modo. El único jugador que no se tiñó fue el portero Bogdan Stelea. ¿Quieren saber por qué?

El portero del combinado rumano Bogdan Stelea, conocido por su paso en el Salamanca, fue el único jugador de la plantilla que, obviamente, no pudo tintarse el pelo de rubio.

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