8 de diciembre de 2012

La broma que salva al Oviedo


Todo ha empezado con la precaria situación financiera que atraviesa el Real Oviedo, club histórico de nuestro fútbol. Los carbayones militan con más pena que gloria en el Grupo I de Segunda División B. El Oviedo inició a comienzos de esta temporada una ampliación de capital por valor de 1.900.000 euros para solventar los graves problemas que pueden acabar con la disolución del club ovetense. Si no se conseguía amasar esa ingente cantidad de dinero, un club legendario podía desaparecer en el abismo.

Desde el club, se intentó a la desesperada una acción social colectiva en la que se podía comprar un pequeño paquete accionarial con la simbólica cantidad de 10 euros a fin de obtener el dinero necesario. Además, el periodista inglés Sid Lowe también movilizó la campaña #SoSRealOviedo por varios países, obteniendo la nada desdeñable cantidad de 20.000 accionistas a lo largo y ancho del planeta. No obstante, la sombra del temido 17 de noviembre de 2012, fecha límite para llevar a cabo la transacción económica, estaba más cerca y no se llegaba a la cantidad necesaria.

El Real Oviedo abandonó la élite nacional en 2001 cuando consumó su último descenso a Segunda División. Desde entonces, ha sido un equipo ascensor que alternaba la Segunda División B con Tercera, los presidentes se sucedían de forma errática en el cargo, jugadores iban y venían y no se llegaba a alcanzar un confort económico deseado. Sin embargo, la actualidad referente a los carbayones siempre ha sido muy cercana como mítico equipo que es y una posibilidad de desaparición ha calado profundamente en el universo futbolístico, como ocurriera con el Glasgow Rangers meses atrás. Tal es la dimensión social del asunto que el máximo rival, el Sporting de Gijón, invirtió dinero para el Oviedo no desapareciera. Realmente, había que hacer algo...


Es ahí precisamente cuando cambian las tornas y algo tan común como una broma telefónica vuelca diametralmente la situación. Sería en el célebre programa radiofónico, Tiempo de Juego, de la Cadena Cope, en el que se parodia a los personajes de más actualidad en el fútbol, donde el conocido presentador y humorista español Dani Martínez llama a Arturo Elías Ayub, mano derecha y yerno del influyente y multibillonario empresario mexicano Carlos Slim. Este magnate es conocido por sus incontables obras filantrópicas y ha sido nombrado por la revista Forbes hasta en tres ocasiones como la persona viva más rica sobra la faz de la tierra.

Con el desparpajo que acostumbra, Dani Martínez le gastó una broma telefónica a Arturo Elías Ayub en la que nos obsequió con sus incuestionables dotes interpretativas para imitar sobre la marcha a Emilio Butragueño, Hugo Sánchez y Roberto Carlos e incitar al todopoderoso business-man una terapéutica ayuda de varios ceros con la que el equipo del Principado no desapareciera en la fría y oscura noche. Ayub reaccionó con gran sentido del humor, se mostró sobrecogido con la historia que todos los contertulios del espacio radiofónico les brindaron, al tanto que se ofrecía muy predispuesto e interesado para rescatar a los carbayones, pese a su comprensible incredulidad previa ante la llamada.

No pasaría ni una semana cuando Carlos Slim compra un paquete accionarial por valor de 2 millones de euros en el último día posible para efectuar adecuadamente el pago, convirtiéndose, de este modo, en el máximo accionista del Oviedo y salvando a la entidad contra la bocina. En el fútbol, al igual que en la vida, el humor es un remedio reparador para los baches que se pueden presentar. Dando al traste con las teorías de los proféticos mayas, parece que este no será el fin del mundo para el equipo asturiano, al que esperamos de todo corazón verlo muy pronto por Primera División. Tras la compra, Ayub declaró: Su programa fue parte importantísima para que nosotros tomáramos la decisión de ser parte de esto.



Fuente: Raúl Piña (17/11/2012). Carlos Slim compra el oviedo gracias a una broma de Tiempo de Juego de la Cope. Diario El Mundo.

6 de diciembre de 2012

La portería del Bernabéu


Los antecedentes entre Real Madrid y Borussia Dortmund vienen de lejos aunque hay que recordar uno especialmente. Corría el 1 de abril de 1998 y las puertas del estadio Santiago Bernabéu se abrían de par en para para recibir al Borussia Dortmund, vigente campeón de Europa por entonces, en la ida de las semifinales de la Liga de Campeones. Era una oportunidad de oro para que el Real Madrid accediera a una final continental tras 17 años apeado de la misma. Las gradas de un abarrotado Bernabéu rugían para animar a su equipo camino a esa ansiada final en Ámsterdam. Sin duda, todo parecía la antesala de una gran noche europea en la capital. No obstante, las cosas no sucederían según el guión establecido...

El pegadizo himno de la Champions esbozaba sus acordes pero algo parece no ir bien. Es un linier quien avisa al colegiado holandés Van der Ende de lo que ha ocurrido en el fondo sur del estadio. Los cafeinados ultras se subieron, dejándose llevar por la euforia del momento, en una de las vallas que sujetaba la portería. Ésta cedió debido al peso de los hooligans y se desplomó instantáneamente, apenas un minuto antes de que diera comienzo el choque. Un estupor generalizado se apoderó del Bernabéu. Empezaron a extenderse rumores de que se suspendería el partido o, peor aún, que se le daría la victoria al conjunto alemán.

El Real Madrid no tenía porterías de recambio en el estadio, incumpliendo así la normativa UEFA que obliga a disponer de un arco adicional para casos similares y el máximo organismo europeo decide atrasar treinta minutos el partido. Los servicios de mantenimiento del estadio emprenden una desesperada acción por levantar la portería, llegando incluso a introducir un taco de madera en el césped con la intención de darle estabilidad. Sin embargo, todos esos frustrados intentos quedarían en vano. La portería, que databa del Mundial de España 1982, yacía en el suelo totalmente inservible.


En el Bernabéu se sucedería una tensa espera, a la par que los alemanes pedían la suspensión del partido. Así las cosas, hubo que traer una portería de la Ciudad Deportiva, situada bastante lejos de Chamartín, dicho sea de paso, un arco de entrenamiento y no de competición. La Ciudad Deportiva estaba cerrada y hubo que derribar una valla para su posible acceso, como si de un videojuego se tratara. Para el traslado, hubo que usar un potente camión Pegaso, propiedad de un socio, tocando su ensordecedora sirena por la ciudad, custodiado por la policía, en sentido contrario y a una velocidad de cien kilómetros por hora. Gran guión para una película de acción hollywoodiense.

La portería llegó al estadio, no sin antes protagonizar un curioso atasco dado que no cabía por el túnel y se enganchó en repetidas ocasiones, poniendo el peligro las redes. Finalmente, el nuevo arco entró ovacionado en el Bernabéu tras una hora de angustiosa espera. El árbitro dio el visto bueno a la portería de entrenamiento y el partido empezó a las diez de la noche, 75 minutos después de este lamentable incidente. No fue la primera vez que ocurría un hecho análogo en el fútbol. En un Bulgaria - Alemania del Mundial de Estados Unidos 1994, cuatro años atrás, también se cayó una portería pero fue restaurada en seis minutos. Cosas de América...

Con la vergüenza que supuso aquello, comenzó el partido. El Madrid ganaría por 2-0, con los recordados goles de Fernando Morientes a pase de Roberto Carlos y Christian Karembeu por medio de un memorable punterazo. Tras el empate sin goles, en la vuelta en Dortmund el Real Madrid consiguió su pase hacia Ámsterdam camino a su séptima Copa de Europa ante la Juventus de Zidane y Del Piero entre otros. La UEFA interpuso al conjunto merengue una sanción ejemplar de 115 millones de pesetas de la época y un partido de sanción. La temporada siguiente el Real Madrid Inter de Milán se jugaría a puerta cerrada en el estadio Sánchez Pizjuán de Sevilla.


Fuente: S. Siguero (6/11/2012). Del bochorno de la portería al punterazo de oro de Karembeu. Diario Marca. Víctor Romero (29/9/2008). La portería del Real Madrid - Borussia Dortmund. Blog Futbolistas con karma.

16 de noviembre de 2012

Mourinho, el gran mediocre


Hay personas a las que el éxito se les antepone de forma natural, casi sin proponérselo. Es algo inherente a su forma de ser. Eso le ocurre a Pep Guardiola. El Noi ha sido elegido como el mejor entrenador de la pasada temporada 2011/2012 pese a que el Real Madrid ganara la Liga con un desaforado récord de 100 puntos. Por si eso fuera poco, Andrés Iniesta fue nombrado mejor centrocampista del pasado curso, Messi mejor jugador por cuarta vez consecutiva, Carles Puyol premio al juego limpio y Marc Bartra, mejor defensor de la Liga Adelante.

Estas condecoraciones han sido otorgadas por todos los técnicos y jugadores de Primera y Segunda División. A diferencia del célebre Balón de Oro, politizado por intereses financieros y opíparas tendencias, estos premios recogen la intraesencia y el espíritu del fútbol. Es decir, han sido otorgados por los trabajadores de este juego, por la gente que sabe de ésto, por los que entienden de verdad. Desalentadora lección para un Real Madrid que, pulverizando todos los récords y contando con un equipo bestial en todos los sentidos, no podrá hacer sucumbir la hegemonía de la filosofía del Barça.

Guardiola, plácidamente en su presurizado año sabático en Manhattan, ha sido reconocido por sus colegas de profesión como el mejor, mientras José Mourinho se dedica, fiel a su estilo, a lanzar odas rimbombantes a todos los medios pero carentes de contenido lógico. El problema es que ya nadie se cree a Mourinho. Quizá la primera temporada, con el fulgor que suscitó, sus palabras causaban algo de estupor. En la actualidad, más que eso da risa. Se trata de algo así como ese payaso, cuyos chistes ya hemos escuchado mil veces, y al que le reímos las gracias por compasión.

Precisamente por ello, Mourinho nunca pasará a la historia del fútbol. Como entrenador, sus títulos no pasan desapercibidos, al igual que los de Pep pero las cosas no son así. En fútbol se puede ganar y, por otro lado, se puede ganar de forma diferente. Guardiola reinventó el sistema de Cruyff y evolucionó hasta la sublimación del deporte, atribuyendo aspectos a un juego en el que se creía todo inventado. Mourinho no. Dicen los iluminados que Mou es la principal referencia de fútbol de contraataque y la realidad es que el Real Madrid no juega al contraataque. En realidad, no juega a nada. Es la ilusión óptica de creer que juegan al contraataque por contar con una expeditiva defensa y una abrumadora delantera. Pero eso no es contraataque. De hecho, el Real Madrid no juega a nada. Gana y punto.

Y no es algo que diga yo. Como siempre, la historia nos lo demuestra. En el año 2010, el Inter de Milán ganó el Triplete (Scudetto, Copa de Italia y Champions) con Mourinho pero nadie se acordará de ese equipo. La gente seguía hablando del Barça, al igual que este año como pasó con el Chelsea. ¿Quién se acordará de ese ultraespeculador equipo londinense de azul dentro de 20 años? Nadie. Hace dos años también, Holanda podría haber ganado el Mundial, pero no hace falta que diga cómo jugaban los Van Bommel, Sneijder, Heintinga y De Jong de turno. De nuevo, los Oranje no ganaraon ninguna de las finales anteriores (Alemania 1974 y Argentina 1978) pero permanece indeleble en la memoria de todos, mucho más que la Alemania de Beckenabuer y la Argentina de Kempes que se quedaron con la Copa en casa. El Madrid gana. El Barça es recordado.

Inspirado en el artículo de Lluís Mascaró en el Diario Sport. (El fútbol humilla a Mourinho).

3 de noviembre de 2012

Genes engañosos


Día de enhorabuena para el barcelonismo y, por qué no decirlo, para el fútbol en general. En la tarde pasada, el jugador argentino del Fútbol Club Barcelona, Leo Messi ha sido padre por primera vez. Thiago Messi nació en la clínica Dexeus de Barcelona. Por ello, el crack argentino no pudo asistir al entrenamiento del Barcelona aunque, como ha indicado Tito Vilanova, es posible que si esté ante el Celta. La cigüeña colocó el nido de Thiago en manos del mejor jugador de fútbol actual. No sabemos si el primogénito de Messi será un gran futbolista, si le gustará el fútbol. No obstante, hay casos en los que el fútbol no se lleva en la sangre.

El hecho de llevar apellidos tales como Maradona, Cruyff y Beckenbauer puede ser un arma de doble filo. Por un lado, es una rápida vía de acceso para el deporte de alto nivel. Por otro lado menos deseable, crea unas expectativas y una presión añadidas para nada recomendable. Un dorsal con un simple apellido puede pesar mucho porque, afrontémoslo, siempre va a pesar la comparación con su progenitor. Esto es algo perpetrado básicamente por los medios de comunicación y tiene unas nefastas consecuencias para el heredero en cuestión. Echémosle un vistazo a los casos más sonados...

Jordi Cruyff nació en 1974, curiosamente, el año en que su padre sentó cátedra en el fútbol europeo, llegando a la final del Mundial de Alemania. Se formó en las categorías inferiores del Barça y llegó a debutar en la selección neerlandesa. Hasta aquí todo bien. Sin embargo, el despido fulminante de su padre como técnico del Fútbol Club Barcelona aceleraron la salida de Jordi Cruyff. Fue entonces cuando se enroló en las filas del Manchester United, equipo en el que ganó la Premier League y la Intercontinental.


En 1999 volvería a España, esta vez, para probar suerte en el Celta de Vigo que consiguió la cesión del primogénito de El Flaco por parte de los diablos rojos. Tras una temporada en la que se consagró como un hábil atacante, pasó al Deportivo Alavés en 2000, equipo en el que, sin duda, firmó su papel más destacado en su trayectoria. Llegó a la final de la Copa de la UEFA en 2001, que perdería ante el Liverpool y, con el descenso del club vasco en 2003, Jordi Cruyff fue fichado por el Espanyol. Fue 9 veces internacional, tanto con la selección de Holanda como en la de Cataluña y fue convocado por Guus Hiddink para la Eurocopa de 1996. Tras unos años en los que su nivel fue muy descendente y confinado en el dique seco, acabó su carrera en la Liga Chipriota en 2010.

Una de las emergentes estrellas que finalmente acabó estrellándose fue Edinho, nada menos hijo de Pelé. Para romper con la tradición, el hijo de uno de los máximos goleadores de todos los tiempos se desempeñó de portero y pasó casi la mayoría de su carrera en el Santos, club en el que Pelé es venerado y deificado hasta fines inconcebibles. Llegó a reconocer que su fama no se debía a nada, que nació ya siendo famoso y con una responsabilidad para la que no estaba preparado. Defendió durante cinco años la portería del Santos aunque es más recordado por episodios más turbulentos como dos detenciones, acusado por narcotráfico.

En Alemania, es menos conocido el caso de Stephan Beckenbauer, hijo del káiser, que apenas tuvo reconocimiento internacional. Pasó inadvertido a mediados de los ochenta en el Bayern de Múnich y acabó su estancia en el deporte rey jugando en Segunda División. En el caso de Maradona, su hijo no reconocido legítimamente Diego Maradona Sinagra fue un fugaz jugador que alternó su carrera entre la Tercera y la Cuarta División Italiana.


Naturalmente, también existen los casos de hijos que superaron a sus progenitores, que también alcanzaron la élite. En concreto, tenemos la saga Maldini en la que Paolo superó la leyenda de su padre Cesare en el AC Milán con 5 Copas de Europa y una vitrina de títulos realmente extensa. En nuestras fronteras, Manolo Sanchís Jr. igualó y superó el registro de su padre. Manuel Sanchís Hontiyuelo ganó la Séptima Copa de Europa con el Real Madrid en 1998, la primera en su particular palmarés, y revalidó título en 2000 con la consecución de la Octava del club blanco, superando así a su padre Manuel Sanchís Martínez.

En el mundo del baloncesto, Marcus y Jeffrey Jordan no pudieron sostener sobre su hombro el peso de su apellido y se retiraron de las canchas en la Liga Universitaria a los 21 y 23 años. Parece evidente que el hecho de llevar un apellido de tales dimensiones puede ser beneficioso al principio para hacerse un hueco en la élite de un modo más sencillo, aunque todo ello es mermado rápidamente por la presión y expectativas que se depositan en un jugador. Y se trata de algo justo porque para llegar a lo más alto hay que recorrer un largo camino y trabajar con tesón.

Hoy es un día de alegría. Con sus pocas horas de edad, el pequeño Thiago yace en los brazos de su madre, Antonella, y su padre acapara todas las portadas como el crack que es. Igual en unos años también lo hace él. El 3 de noviembre de 2012 pasará a la historia como el día en que nació el nuevo Mesías, el hijo de D10S, Thiago Messi. ¡La saga continúa!


Fuente: Diario Sport (3/11/2012). Thiago Messi, la gran esperanza para romper el maleficio del heredero.