28 de noviembre de 2010

Diez razones para el optimismo

 
Este lunes España se paraliza para ver el Partido del Siglo, el clásico del fútbol español. FC Barcelona y Real Madrid se enfrentan en el derbi más igualado de los últimos años y ambos equipos contrastan el duelo contra el eterno rival con los buenos resultados obtenidos en la última jornada de liga y Champions, competición en la que los dos gigantes alcanzaron la clasificación matemática para octavos de final la pasada semana. Pero, ¿por qué hay que mostrarse tan optimista de cara al partido contra el Real Madrid? Si te interesa saberlo, sigue leyendo:
  1. Porque el Barça es el actual campeón de Liga y desde que llegó Pep Guardiola, ha ganado la friolera de ocho títulos. En cambio, el último título oficial del Real Madrid data de la Supercopa de España contra el Valencia allá por agosto de 2008. Podemos decir, por tanto, que el Real Madrid es el aspirante a heredar la supremacía culé y el FC Barcelona defiende título. Son horas altas para el Barça.
  2. Porque desde el 7 de mayo de 2008, día del pasillo, el Barça no conoce la derrota ante los blancos. De hecho, el conjunto azulgrana ha ganado los cuatro clásicos disputados desde entonces en los que hay un sonado 2-6.
  3. Los últimos 27 clásicos en el Camp Nou están teñidos de color blaugrana. En dichos encuentros se han producido 18 victorias, 7 empates y 2 derrotas.
  4. El entrenador del Real Madrid, José Mourinho no sabe lo que es ganar en el Camp Nou. Ha dirigido a sus equipos allí en cinco ocasiones: tres con el Chelsea y dos con el Inter y sus registros son dos empates y tres derrotas.
  5. No hay ningún entrenador que haya vencido dos veces a Pep Guardiola en partido oficial y el portugués ya le derrotó en una ocasión.
  6. También, se puede destacar que las tres derrotas en casa de la era Guardiola han sido contra equipos que ocupaban las últimas posiciones en la tabla clasificatoria (Espanyol, Osasuna y Hércules).
  7. Cristiano Ronaldo no ha marcado ningún gol en sus cinco partidos jugados contra el Barça. Tres de ellos con el Manchester United donde en uno de ellos erró un penalti en el Camp Nou y otro de ellos es nada menos que la final de Roma donde los diablos rojos no anotaron un solo tanto. La temporada pasada con el Real Madrid tampoco logró batir a Valdés en ninguno de los dos encuentros.
  8. Leo Messi le ha marcado al Madrid nada menos que nueve goles. Los números de la Pulga hablan por sí solos.
  9. El Barça ha resuelto de forma realmente efectiva el Tourmalet ante equipos de entidad en casa. Se deshizo del Valencia (2-0), del Sevilla (5-0) y del Villarreal (3-1).
  10. El Barça lleva el mejor inicio del Campeonato de la era Guardiola con nueve victorias, un empate y una derrota.

Puedes deducir que no es ninguna locura afrontar el clásico con auténtico optimismo. Habrá una gran fiesta del fútbol donde la bandera azulgrana hondeará con viveza.

Visca el Barça!

25 de noviembre de 2010

Hasta siempre, Pirula


Este inciso es algo obligado y sé que, dondequiera que esté, echará un par de minutos para leerlo. Es mi particular homenaje a alguien que tristemente nos dejó esta semana. No hablo de ningún personaje del mundo de la actualidad futbolística ni de ninguna vieja estrella del panorama europeo. Mucho más simple. En esencia, hablo de un amigo, compañero, bético y de una persona formidable.

Sin estridencias, ni aspavientos al aire, ni cosas de esas. Lo haré a mi estilo. Porque, nos duela o no, la vida es así. La única condición para morir es estar vivo. Era una persona a la que yo conocía del barrio y amigo de la infancia de mi padre. En un principio, era lejana a mí pero proyectaba cercanía. Tenía bien entendido que era bético de cuna y gran conocedor de la materia futbolera. Yo tenía quince años cuando empecé a tratarlo con mayor profundidad. En esa época yo experimenté un cambio de ciclo importante en mi vida y tuve que operar grandes cambios en ella con frutos beneficiosos, por suerte. Por aquellos días, mis conocimientos sobre el deporte rey eran más bien discretos dado que mi afición había comenzado hacía escasamente un año. En ese momento, por azares del destino, nuestros rumbos coincidieron y fue realmente una gran fortuna. Me dejó claro que lo superficial no sirve para nada y que, en fútbol, las cosas no son así. Hay que ir más allá y abandonar esa mentalidad de escasez porque el fútbol es algo que enriquece tu vida pero nunca la abarca por completo.

Gracias a mi amigo, comprendí lo importante del juego, lo que perdura y lo que nos hace feliz. Aprendí a verlo todo de una manera más natural y desinteresada, conocí el importante rol de la historia del fútbol para entenderlo con nitidez y, a nivel anecdótico, me empollé todos los estadios de España, desde el Villamarín hasta Las Gaunas, pasando por El Plantío...

Mi madurez aguardaba salir de la crisálida de la pubertad. No es que ahora sea una mariposa que bate sus alas con armonía, que conste, pero comienza a emprender su vuelo. Otra importante lección que aprendí es que ante todo somos personas y así queda plasmado en el terreno de juego. Puedes ser una estrellita mundial pero de poco te servirá después de una bronca con tu parienta. Por supuesto, siempre vio las cosas con un particular sentido del humor entonando su típico güeno's mal tras una ocasión de los rivales. Recordemos que esto se trata de un juego y la finalidad del mismo es divertirse. Se puede decir que supuso mi pasaporte hacia la concepción del fútbol desde una óptica crítica e incipientemente madura.

Tras haber pasado por las filas de clubes como Borussia Dortmund, Galatasaray, Trabzonspor, Olympiakos y Panathinaikos, tuve la dicha de que esta extraordinaria persona aconteciera en mi vida. Puedo asegurar con rotundidad que lo que soy en el fútbol y gran parte de lo que soy en mi vida se lo debo a él. Me contaba como los defensas de Portugal lesionaron a Pelé en el Mundial de Inglaterra en 1966 y, cómo en el mismo, la flamante selección lusa de Eusebio le endosó un 3-5 a Corea tras un 3-0 inicial. Todo ello mientras me recitaba de corrillo la alineación ganadora del Real Betis Balompié de la Copa del Rey en 1977.

De estilo sensible pero alegre al mismo tiempo, jovial pese a su evidente madurez y carismático, este es mi último adiós a un excelente amigo que dejó huella en mi vida.

Hasta siempre, Luis.

20 de noviembre de 2010

Peace and Love


A principios de los noventa, las cámaras de un canal de televisión fueron testigo de un comentario del entrenador del Sevilla por entonces, Carlos Bilardo. En concreto, ocurrió en el estadio de Riazor cuando el masajista de su equipo, el Sevilla, saltó al campo para atender a un jugador del Deportivo y el argentino sentenció con: Písalo, písalo...

Sin embargo, en 1995 el Real Zaragoza de Luis Fernández ganó la ya extinta Recopa de Europa al Arsenal en el Parc des Princes de París con aquel memorable gol de Nayim a Seaman. Pero de camino a dicha final, el conjunto maño tuvo que medirse en semifinales a otro equipo londinense, el Chelsea. A sabiendas del sano gusto por el alcohol de los ingleses, no fue escaso el aparato policial que se desplazó a La Romareda. Tanto es así que los fervientes hooligans estaban vigilados muy de cerca por la policía. Y no fue para menos. Justo cuando el Zaragoza marcó el tercer gol, los hooligans se vieron involucrados en una trifulca con los policías y los encargados de seguridad del estadio propinándose mamporrazos y patadas. De repente La Romareda se había convertido en el dantesco escenario de una batalla bélica.

Fue precisamente entonces cuando un sector de la afición blanquiazul coreó el grito de guerra del amigo Bilardo, a saber: Písalo, písalo. Los ingleses lo interpretaron como algo que fonéticamente suena igual: Peace and Love. En ese momento, la tregua se adueñó del momento cual música celestial que adormece a las bestias y cesaron los actos violentos.

Curiosamente, la prensa inglesa destacó el comportamiento pacifista de la afición maña con el Peace and Love que lo calmó todo. Asimismo, alabaron la auténtica lección de Fair Play de los aragoneses y, desde entonces, Zaragoza es el ejemplo a seguir en Inglaterra.

17 de noviembre de 2010

Laurent Blanc y la filosofía culé


Laurent Blanc tiene la filosofía del Barça. Textualmente, así se pronunció Eric Abidal al regresar a la selección gala tras la bochornosa actuación del combinado nacional en el Mundial de Sudáfrica. El lateral izquierdo se mostraba, así, contento con el nuevo seleccionador y añadió que las sesiones de entrenamiento le recuerdan mucho a las del Barça.

Tácticamente, Blanc cuenta con un estilo de juego muy parecido al del Fútbol Club Barcelona en la que la posesión del balón es el ingrediente crucial. El nuevo seleccionador francés ya jugó en el Barça y mamó la filosofía del club. De hecho, tiene bien claro que la posesión incremente las posibilidades de victoria. Así Francia vive su relevo generacional bajo la batuta de un jugador histórico y Abidal particularmente asume con ilusión esta etapa en el fútbol nacional francés en la que espera hacer mejor las cosas que meses atrás en tierras sudafricanas.