El arte sin reglas no sería arte. Incluso cuando una disciplina parece funcionar por ciencia infusa, hay una amalgama de leyes que la hacen posible. Ocurre en cualquier área: literatura, cine, pintura y, como no podía ser de otro modo, también en el fútbol. La mayoría de las reglas las aprendimos en el patio del colegio, algunos desgañitándose viendo el partido de su equipo en el bar o el estadio, y otros a base de barro y heridas. Ya saben lo que dicen: La letra con sangre entra.
El Código Penal del balompié no lo redacta la FIFA, la UEFA o cualquier otra confederación como muchos podrían suponer, sino que lo elabora anualmente la IFAB —International Football Association Board— en un manual llamado Reglas de juego. En él podemos encontrar las ya conocidas por todos, pero también las más extrañas que jamás habíamos reparado en su existencia. Allá van:
1. Sobre los libres directos e indirectos: Si un jugador, le pasa el balón con los pies a su guardameta y, por un despiste de este, el esférico se cuela en propia meta sin que nadie lo haya tocado, se pitará córner a favor del equipo contrincante. En caso de libre indirecto, si el jugador lanza y anota gol y ningún otro futbolista ha rozado siquiera el esférico, el balón irá a saque de puerta.
2. Sobre los saques de banda: Se trata de una norma muy parecida a la anterior. En este caso, si al sacar con el balón por la línea de banda, el cuero se introduce en la propia portería del lanzador, la jugada irá a córner. Si por el contrario, la pelota atraviesa la línea de meta rival, el colegiado deberá pitar saque de puerta. Si se da la situación de que el balón no entre al terreno de juego en el saque de banda, el jugador tendrá una nueva oportunidad para efectuar el saque de manera correcta.
3. ¿En qué casos se señala libre indirecto? En general, están pensados para todos aquellos comportamientos dentro del área pequeña que no impliquen contacto físico, tales como insultos, gestos o provocaciones a un adversario. Cuando la acción tenga lugar dentro del área chica, el lanzamiento deberá ejecutarse desde el punto de la línea más cercano al lugar donde se cometió la infracción. En ningún caso, se podrán lanzar libres indirectos en el área pequeña, solo en la zona de castigo.
4. Sobre los penaltis: Es sabido que si el jugador lanza el disparo desde los once metros, este da al palo y anota el rechace sin que el portero toque el balón, no será gol. Sería equivalente a tocar el esférico dos veces antes de lanzar o realizar un autopase y luego anotar. Y en una tanda de penaltis, si un equipo tiene expulsados uno o más jugadores, el equipo rival deberá retirar el mismo número de jugadores que el otro tenga expulsado. No se puede tener ventaja numérica en tandas de penaltis.
5. Gol de oro y gol de plata: Es una norma ya en desuso mediante la cual un partido podía concluir en la prórroga si uno de los equipos anotaba y se adjudicaba la victoria al equipo goleador. Implementado por la FIFA en 1994, Alemania ganó la Eurocopa de Inglaterra 1996 con el gol de Oliver Bierhoff y Francia la edición de Bélgica y Holanda 2000 tras el tanto de David Trezéguet, gracias a este sistema. La UEFA lo sustituiría en 2002 por el gol de plata, similar al anterior con la diferencia de que, tras anotar el gol, el partido terminaría a la conclusión de esa mitad de la prórroga. Ambos serían abolidos en 2004 y sustituidos por el método actual y la correspondiente tanda de penaltis.
Fuente: Rafael Escrig.
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