12 de marzo de 2015

Miguel Iborra Gracie, el Anna Allen del fútbol


El rocambolesco caso de la actriz Anna Allen ha incendiado las redes sociales. La intérprete mostraba en sus perfiles fotos con auténticas celebridades de la industria del cine hasta que se filtró la mentira y se hizo viral. En el mundo del fútbol, ocurrió recientemente un caso análogo que guarda en común tantas estridencias que resulta inquietante. En diciembre de 2012 salió a la luz una peculiar anécdota que no dejó indiferente a nadie. Es la historia de Miguel Iborra Gracie, el joven que jugó a ser jugador del París Saint-Germain y de paso consiguió que miles de personas le creyeran.

Pese a lo que pueda parecer, el protagonista de esta historia no guarda parentesco con el actual jugador del Sevilla, Vicente Iborra. A Miguel Iborra Gracie le duró bastante la resaca del día de los Inocentes. Tanto es así que consiguió tener más de veinte mil seguidores en Twitter haciéndose pasar por jugador del París Saint-Germain. Para ello, no dudó en subir fotos con estrellas del primer equipo como Zlatan Ibrahimovic, ex-jugadores del club como Claude Makélelé y mostrar las instalaciones del Parc des Princes. De hecho, llegó a crearse un perfil falso en la Wikipedia que fue eliminado poco después. El jugador comentaba datos de la actualidad del París Saint-Germain, posa con la camiseta del club y no muestra titubeos al responder a los piropos que le profieren. Sin embargo, ningún miembro del club parisino asegura conocer al joven canario ni consta en las fichas de la plantilla.

Dice el refrán que Se pilla antes a un mentiroso que a un cojo, aunque en el mundo del fútbol mejor no ser de los segundos. Para articular tan bizarra historia, Iborra comentaba en redes sociales su procedencia del fútbol español, concretamente de los escalafones inferiores del Universidad de Las Palmas, de Segunda División B, y luego llegó a jugar en el Valencia, donde incluso metió un gol en una eliminatoria de Copa del Rey. Posteriormente, aterrizaría en la cantera del París Saint-Germain. Datos que, evidentemente, no figuran en ninguna crónica, ficha ni hemeroteca.

El origen de Gracie Iborra es incierto y está cubierto bajo una capa de misterio. Muchos dicen que la inverosimilitud de esta estrambótica historia esconde grandes dosis de narcisismo y megalomanía. Otros afirman que es un chico normal que amasó una gran fortuna al tocarle la lotería y se pudo costear varias sesiones de entrenamiento con el PSG y otros, simplemente, dicen que es un joven aburrido y hambriento de diversión. Tras descubrirse esta titánica trola, Iborra siguió manteniendo su actual perfil en Twitter, donde comenta la actualidad futbolística con relativa asiduidad. Lo cierto es que las redes sociales constituyen un escenario ideal para la proliferación de este tipo de historias. Así pues, cobra sentido el célebre aforismo: París bien vale una misa...

Fuente: Nacho Labarga Adán (11/12/2012). Iborra, el 'fake' que se hace pasar por jugador del PSG. Diario Marca.

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