El sufrimiento es la antesala de la felicidad. Es una pareja que se implica recíprocamente y no se puede concebir la una sin la otra. Algo así ocurrió con la selección de Francia en la década de los noventa. La mítica escuadra de Zinedine Zidane ganó de forma consecutiva un Mundial y una Eurocopa con un estilo envidiable, desplegando un fútbol físico que aún hoy es paradigma. Pero la gloria no se construyó en una tarde. El éxito ascendió desde el más profundo de los fiascos.
Corría el otoño de 1993. El Parc des Princes de París acogía el último partido decisivo entre Francia y Bulgaria, para que Les Bleus accedieran al Mundial de Estados Unidos 1994. En el último minuto del partido, el jugador francés David Ginolá le entregó por error el balón al delantero Emil Kostadinov que firmó el 2-1 que dejaba a los galos sin posibilidades de disputar el Campeonato del Mundo. Además, Francia tampoco se clasificó para el anterior Mundial de Italia 1990, por lo que el fútbol francés internacional estaba en horas bajas. El nuevo seleccionador francés Aimé Jacquet no convocaría a Ginolá nunca más en la selección.
Años después se aprobaría la candidatura de Francia para acoger el Mundial de 1998 lo que les daba el pase directo ejerciendo el derecho de anfitriones del torneo. Pese a contar con el irreemplazable Zinedine Zidane, lo cierto es que Francia era una selección poco virtuosa en su juego, que aunaba jugadores de gran calidad como el marsellés o Youri Djorkaeff con algunos de perfil más irrisorio como Stéphane Guivarc'h y Cristophe Dugarry. Barthez, por aquel entonces portero del Mónaco, era muy irregular. Respaldado por su impresionante defensa, combinaba grandes actuaciones con alguna frivolité.
Llamada también la Francia Multirracial por el elevado grado de mestizaje que albergaba, fue un equipo que, afortunadamente, rompió en añicos las tentativas ideológicas de extrema derecha que empezaban a asentarse en Francia. Era una escuadra que condensaba valores deportivos muy positivos. Jugadores de diversas etnias se unieron para conectarle un potente disparo por la escuadra a la intolerancia, el racismo y la xenofobia.
Francia se impuso a Marruecos en la votación final para albergar el último Mundial del siglo XX. Con una ampliación del formato, 32 equipos participarían en la fase final de Francia 1998 en el primer Mundial desde Argentina 1978 sin Diego Armando Maradona. El Pelusa volvería en Sudáfrica 2010 como irreverente técnico argentino. Jamaica, Sudáfrica, Japón y la sorprendente Croacia de Davor Suker debutarían en una Copa del Mundo. Como de costumbre, España volvió a ilusionar pero cayó estrepitosamente. Esta vez no superó ni la fase de grupos. Habría que esperar varios años...
De este modo, Francia se convirtió en la tercera selección que conquistó una Copa del Mundo en su propio suelo. Ya lo harían Inglaterra con Bobby Charlton en 1966 y Argentina de Kempes en 1978. Curiosamente, los galos se convertían en el tercer país en realizar dos Campeonatos del Mundo, tras México e Italia. Además, en este Mundial se retiró el mago Michael Laudrup tras una fructífera carrera. Las ausencias más destacadas del certamen serían Uruguay y Portugal.
A nivel anecdótico, este Mundial supuso para David Beckham la separación con la afición inglesa. El inglés le propinó una patada a Diego Cholo Simeone que supuso su inmediata expulsión y la consiguiente eliminación de los Pross del Mundial en octavos de final. Dos selecciones que aspiraban a lo más grande como Bulgaria, semifinalista en Estados Unidos 1994, y España compartieron grupo y no accedieron a octavos.
El destino así lo estipuló. Después de muchos años en las oscuras profundidades del abismo, Francia volvía al escenario de una Copa del Mundo. Era la gran ocasión del fútbol francés para aspirar a hacer algo grande y desprenderse del desagradable apelativo de selección perdedora. La última gran gesta de Francia databa de 1984 cuando la sempiterna escuadra de Michel Hidalgo y Platini conquistó la Eurocopa, también en su casa. Con tres Balones de Oro en su haber, el equipo de Platini jugó dos semifinales en España 1982 y México 1986 que no avalaron la grandeza de aquella plantilla. Siempre perecerían ante el mismo verdugo: Alemania.
El destino así lo estipuló. Después de muchos años en las oscuras profundidades del abismo, Francia volvía al escenario de una Copa del Mundo. Era la gran ocasión del fútbol francés para aspirar a hacer algo grande y desprenderse del desagradable apelativo de selección perdedora. La última gran gesta de Francia databa de 1984 cuando la sempiterna escuadra de Michel Hidalgo y Platini conquistó la Eurocopa, también en su casa. Con tres Balones de Oro en su haber, el equipo de Platini jugó dos semifinales en España 1982 y México 1986 que no avalaron la grandeza de aquella plantilla. Siempre perecerían ante el mismo verdugo: Alemania.
Francia era un equipo muy poderoso físicamente. Practicaba un fútbol especulativo y expeditivo en la retaguardia, decorado por las genialidades de Zinedine Zidane, Youri Djorkaeff y un joven Thierry Henry que anotó tres goles en el torneo. La clave del equipo era el desgaste físico que Didier Deschamps, líder insustituible del equipo, y Patrick Vieira ejercían en la medular. Era un equipo pausado que cansaba al rival y lo sometía al agotamiento. De estilo ecléptico, Francia aglutinaba rasgos del fútbol más conservador, la alegría de Brasil, el conservadurismo ontológico de Italia y el atractivo ataque de Inglaterra. La zaga estaba formada por un elegante Laurent Blanc, líbero que sacaba el balón jugado fácilmente, y Marcel Desailly, stopper de corte defensivo, contundente y con una excelente anticipación. Dicho sea de paso, con sus cuatro defensores titulares alineados (Blanc, Desailly, Lizarazu y Thuram), Francia no perdió en 28 encuentros amistosos desde 1996 a 2000, encajando tan sólo 5 goles.
El grupo de Francia era, a priori, bastante sencillo y estaba compuesto por Dinamarca, Arabia Saudí y Sudáfrica. Ganó con solvencia a sus rivales y encajaron tan sólo un gol, obra de Michael Laudrup. Además, acumularía hasta tres expulsiones: Blanc en semifinales, Desailly en la final y su jugador estrella, Zinedine Zidane, que aparecería en el partido de cuartos de final ante Italia. Datos fehacientes que desmantelan las teorías de ayudas arbitrales a la anfitriona en el Mundial.
En octavos de final hubo que vérselas contra la siempre peligrosa Paraguay en un aguerrido e interminable encuentro en Lens. Lo solucionaría Laurent Blanc en la prórroga gracias a un tremendo pepinazo frente a Chilavert. El equipo sudamericano contaba además con Gamarra, Ayala y el Toro Acuña, en una de las mejores generaciones de la historia de los guaraníes. La eliminatoria de cuartos de final en París sería bastante enervante. Fue un encuentro de infarto contra la Italia de Roberto Baggio, Massaro, Pagliuca, Albertini y un joven Cannavaro. El partido lo protagonizaron dos equipos muy defensivos y, de forma inexplicable, acabó con empate a cero. En los penaltis Francia se impuso. De nuevo a Italia se la cargaban desde los once metros. Le ocurrió en Nápoles frente a Argentina, en la final de USA 1994 y de nuevo entonces.
Análogamente, Croacia había eliminado por tres goles a cero a Alemania lo que evitó otro cruce de semifinales contra la selección teutona. El partidazo de semis enfrentaba a la anfitriona contra la revelación. Croacia contaba con una rutilante generación de jugadores como Davor Suker, Robert Jarni y Prosinecki. De hecho, Davor Suker, campeón de Europa con el Real Madrid ese año, fue máximo realizador del torneo. Se encargó de adelantar a Croacia gracias a una mala salida del meta Barthez. Pero dos inverosímiles goles de Lilian Thuram, el perro de presa del lateral derecho, le dieron la vuelta al marcador. En este partido Laurent Blanc fue expulsado por doble amarilla lo que le imposibilitó jugar la tan ansiada final del fútbol francés en feudo propio.
Algo que no le impediría besar la calva de Fabien Barthez como hacía en todos los partidos camino al éxito mundial. En la otra semi, la Brasil de Ronaldo y Dunga eliminó en los penaltis a una gran selección de Holanda con Davids y Van Der Sar. Así pues, se alcanzó la final soñada por los organizadores del torneo: los anfitriones contra los campeones; los tricolores enfrentándose a los tetracampeones.
El ambiente previo a la final fue algo bizarro. A falta de una hora para el comienzo del partido, Mario Zagallo comunicó su lista de convocados para la final y en ella no aparecía Ronaldo. El estupor se hizo un hueco entre todos los presentes. ¿Qué ocurría con el brasileño? ¿Por qué Edmundo era titular y Ronnie no? Se sucedieron todo tipo de especulaciones. Rumores apuntaban a una supuesta lesión, anomalías digestivas e incluso una ruptura sentimental que había dejado realmente tocado al brasileño. Nadie entendía nada...
Todos los brasileños volvieron a la tranquilidad cuando el seleccionador Zagallo rediseñó su esquema táctico y coloca a Ronaldo en punta de ataque con Bebeto. En realidad, a día de hoy nadie conoce a ciencia cierta qué ocurrió realmente en la concentración de Brasil. Es un hecho inconcluso sobre el que se han dado muchas teorías. Hay rumores de que El Fenómeno sufrió convulsiones en el hotel e incluso se apunta a una crisis cardíaca. Finalmente, la exigencia de sus patrocinadores colocaron a Ronaldo de titular, con un estado de forma que se cuestionó mucho. Estaba desconectado del partido y apenas dispuso de ocasiones. Fue un duro revés para la verdeamarelha, dada la gran actuación que tuvo el delantero brasileño durante todo el campeonato.
Mário Zagallo, o Velho Lobo (Viejo Lobo) como es conocido en Brasil, tiene el honor de haber formado parte de todos los éxitos de la canarinha en un Mundial, excepto en Corea-Japón 2002. Campeón del Mundo en Suecia 1958 y Chile 1962 como jugador y compañero de Pelé, ganador como seleccionador en México 1970 y ayudante de Carlos Alberto Parreira en USA 1994, aquella noche no repetiría esa formidable sensación. Todas las casas de apuestas daban como clara favorita a Brasil pero el fútbol siempre se antepone a la lógica. O, al menos, eso afirma la historia...
Con Ronaldo desactivado, Francia destacaba por la majestuosidad de un jugador de la Juventus llamado Zinedine Zidane. El marsellés se adueñó del partido e inició desbordes que abrieron mucho a los centrales de la canarinha. Cuidaba con mimo y amor al balón y su omnipresencia era un hecho. El propio Zizou estrenaría el marcador por medio de un potente testarazo a la salida de un córner. Minutos después, a través de una jugada calcada, colocaría el dos a cero en el electrónico de Saint-Denis. Jacques Chirac, presidente de la República Francesa, estalla en júbilo y en los Campos Elíseos se corea el nombre de Zizou...
Ronaldo y compañía siguen esperando. Por si esto fuera poco, el debilitamiento físico del brasileño se aderezó en una acción en la que chocó violentamente con Fabien Barthez. Era justo lo que Ronaldo necesitaba para consumar su bajo nivel aquella tarde parisina. Bebeto tampoco tuvo su día y la selección de Brasil se ve desprovista de arietes, con los perniciosos efectos que eso tiene para su vistoso juego. Por otro lado, en Francia todo parece ir como un resorte recién engrasado. Los eléctricos pases en vertical entran entre todas las líneas de campo de los jugadores de Brasil y les Bleus comienzan a jugar cómodamente. Francia'98 se convertiría en un oscuro recuerdo de la selección brasileña.
A Francia le vino de maravillas su planteamiento pragmático con el característico control del balón en el centro del campo, su rocosa defensa y jugadores creativos con visión de juego. La dupla Zidane-Djorkaeff era demoledora. Era la realidad: Brasil no pasaba del centro del campo y no se veía su jogo bonito. Los grandes muros defensivos erigidos en torno a Thuram y Desailly surtirían efecto. Así comienzó el letal veneno que Francia le inocularía a Brasil. Karembeu y Deschamps dejarían desconectados a Rivaldo y Leonardo, mientras que un solitario Stéphane Guivarc'h mandaba al limbo sus ocasiones. Es obvio que Francia no destacaría por su delantera...
El partido estaba roto y sentenciado. Los jugadores brasileños deambulaban por el césped de Saint-Denis como una horda de zombies, con los brazos caídos. Con un tranquilizante 2-0 en el marcador, ingresaron en el terreno de juego Patrick Vieira y otro ariete con poca puntería, Christophe Dugarry. En el último suspiro, una contra del ex delantero del Barça acompañado de Vieira sería aprovechada por Petit para sentenciar el 3-0 definitivo.
La vigente campeona estaba siendo desarbolada futbolísticamente por la futura campeona pese a contar en su plantilla con Ronaldo, Dunga, Aldair, Leonardo, Taffarel, Roberto Carlos y Rivaldo. Toda una nación estalló en euforia y alegría. De hecho, en el Arco del Triunfo se enfocó la cara de Zinedine Zidane con el mensaje Merci Zizou. Era el primer cetro de esta índole para Francia y la consagración de una generación dorada. El fútbol francés volvía a regresar a primera página del panorama internacional. Francia acababa de conquistar su primer y único Mundial hasta la fecha. Esta rutilante generación sería inmortalizada dos años después, al proclamarse campeona de la Eurocopa de Bélgica y Holanda en 2000, siendo la primera selección en concatenar un Mundial y una Eurocopa de forma consecutiva, prácticamente con la misma base de jugadores que alzaron el cetro mundial. Y es que, si Platini construyó los Campos Elíseos, Zidane le colocó los árboles, los paseos románticos y sus rompedores elementos arquitectónicos.
El partido estaba roto y sentenciado. Los jugadores brasileños deambulaban por el césped de Saint-Denis como una horda de zombies, con los brazos caídos. Con un tranquilizante 2-0 en el marcador, ingresaron en el terreno de juego Patrick Vieira y otro ariete con poca puntería, Christophe Dugarry. En el último suspiro, una contra del ex delantero del Barça acompañado de Vieira sería aprovechada por Petit para sentenciar el 3-0 definitivo.
La vigente campeona estaba siendo desarbolada futbolísticamente por la futura campeona pese a contar en su plantilla con Ronaldo, Dunga, Aldair, Leonardo, Taffarel, Roberto Carlos y Rivaldo. Toda una nación estalló en euforia y alegría. De hecho, en el Arco del Triunfo se enfocó la cara de Zinedine Zidane con el mensaje Merci Zizou. Era el primer cetro de esta índole para Francia y la consagración de una generación dorada. El fútbol francés volvía a regresar a primera página del panorama internacional. Francia acababa de conquistar su primer y único Mundial hasta la fecha. Esta rutilante generación sería inmortalizada dos años después, al proclamarse campeona de la Eurocopa de Bélgica y Holanda en 2000, siendo la primera selección en concatenar un Mundial y una Eurocopa de forma consecutiva, prácticamente con la misma base de jugadores que alzaron el cetro mundial. Y es que, si Platini construyó los Campos Elíseos, Zidane le colocó los árboles, los paseos románticos y sus rompedores elementos arquitectónicos.
Bajo la batuta de Aimé Jacquet, estos son los jugadores del equipo campeón del Mundial de 1998 en sus respectivos equipos entonces.
Porteros: Bernard Lama (West Ham United), Fabien Barthez (AS Mónaco) y Lionel Charbonnier (AJ Auxerre).
Defensas: Vincent Candela (AS Roma), Bixente Lizarazu (Bayern de Múnich), Laurent Blanc (Olympique de Marsella), Marcel Desailly (AC Milán), Lilian Thuram (Parma FC) y Frank Leboeuf (Chelsea).
Centrocampistas: Patrick Vieira (Arsenal), Youri Djorkaeff (Inter de Milán), Didier Deschamps (Juventus), Zinedine Zidane (Juventus), Robert Pirés (FC Metz), Bernard Diomède (AJ Auxerre), Alain Boghossian (UC Sampdoria), Emmanuel Petit (Arsenal) y Christian Karembeu (Real Madrid).
Delanteros: Stéphane Guivarc'h (AJ Auxerre), Thierry Henry (AS Mónaco), David Trezeguet (AS Mónaco) y Christophe Dugarry (Olympique de Marsella).
Fuente: Daniel Rodríguez (16/3/2012) Finales históricas: Brasil-Francia, 1998. Página ServiFútbol.com
Sin duda, el espiritu del equipo fue la motivación de jugar con un mago como Zizou, de esos jugadores que hacen equipo. Deschamps ya daba órdenes y el equipo era un autentico circo de malabaristas, que no de payasos.
ResponderEliminarMi admiración por el post y por esta seleccion campeona del mundo =)
Gracias por tu caracteristico buen gusto por el futbol. Me alegra que te haya gustado porque me ha llevado un rato largo de confeccionar el post.
ResponderEliminarUn abrazo.
Pues merecio la pena caballero. Nada seria sin tu toque historico-personal ;)
ResponderEliminarMuchas gracias tio, ya sabes que me gusta tela la tricolor. Seguiré trabajando en esto.
ResponderEliminarUn abrazo
El mejor equipo nacional de los ultimos 15 años apenas igualado por el combinado español actual. Recuerdo que ese fue el primer mundial que vi, aun recuerdo el 11 titular de esta seleccion.
ResponderEliminarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarla generación blues 98-2000 esa Francia me impacto con ese fútbol excepcional con un depredador de área como Henry, un mediocampo potente bien equilibrado por Petit, Karembeu, Vieira, un caudillo como Deschamps, la picardía y la creatividad de un habilidoso Djorkaeff y el talento polifuncional e ingualable del mago Zinadine Zidane dotado de virtudes defensivas, técnica muy fina y una visión intelectual con la que hacia funcionar al resto de las piezas. Arropado por la mejor línea defensiva que ha dado el deporte rey: el líder de la zaga el elegante líbero Laurent Blanc, un stooper como Marcel Desailly cuya fuerza y eficacia fue un dolor de cabeza para los arietes,laterales potentes y rápidos como Thuram, Lizarazu y un controvertido pero seguro cancerbero Fabian Barthez sin duda un once constituido por juventud, calidad y experiencia que tenían una clara propuesta futbolera que les permitía tener cabeza fría para resolver los partidos ante duros rivales. Mis felicitaciones a el post por rendir culto a una de las selecciones mas memorables del orbe futbolero.
ResponderEliminarGracias Mario. Me alegro de que te guste. Es mi escuadra favorita junto con el Barça actual y España. Añadiré tus aportaciones al post. Un saludo.
ResponderEliminarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarde nada amigo siempre reconozco el buen trabajo es sorprendente de como resumiste e interpretaste la proeza de este cuadro blue que selló un huella indeleble, especialmente la Francia del 98 a mí me indigna que exista gente carente de objetividad que pone en tela de juicio el titulo obtenido por esta selección, simplemente no la vieron jugar o no saben de fútbol, esta escuadra gala ha sido la campeona mundial mas digna de la historia xke pese a ser local a lo largo del torneo nunca recibió cooperación arbitral y sufrió 3 expulsiones claves como: Zidane, Blanc y Desailly algo nunca visto pese a eso supo como controlar los partidos siempre quedara grabado en mi memoria la gran final contra Brasil ese par de jugadas estratégicas en donde Zidane anoto dos goles rematando de cabeza y en ambos perfiles de manera inigualable un genio en todos los sentidos y posteriormente el veloz y letal contragolpe de Manu Petit para finiquitar con broche de oro la fiesta mundialista con un contundente 3-0 ¡campeón con toda justicia! con respecto al Barca actual soy hincha del Real Madrid pero debo reconocer que dicho club blaugrana es una delicia verlo jugar pero me decanto mas por España xke me parece un bloque más compacto lo cual ha sido la única en lograr un triplete (2008-2010-2012) a base de un esplendido fútbol total en donde todos defienden y todos atacan a la perfección a mi juicio la mejor selección de la historia. Bueno hermano me despido pásala bien y que ¡Dios te cuide!
ResponderEliminarAlemania ganó el mundial en Alemania (cuando era "República federal de Alemania") en 1974, frente a la Holanda de Cruyff.
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