4 de septiembre de 2010

Filosofía culé: De Cruyff a Guardiola


En la vasta historia del Fútbol Club Barcelona, se han vivido inmensas glorias fruto de una buena gestión deportiva y forma de entender el fútbol. En la tesitura de tener que elegir alguna escuadra mítica o jugador crucial y clave en su historia, empezaría hablando de Johann Cruyff.

Defendió la camiseta del Ajax de Ámsterdam lo que le valió para conseguir el balón de oro en tres ocasiones: 1971, 1973 y 1974. Sólo hay tres futbolistas capaces de decir eso como Michel Platini y Marco van Basten. Fue en ese equipo y en la selección oranje donde implantó su filosofía de juego bajo la batuta de Rinus Michels. Hablamos, evidentemente, del Fútbol Total:

Básicamente, se trata de un sistema de juego en el que los jugadores no tienen una demarcación fija e invariable, por así decirlo. Es decir, si un jugador deja una zona del campo, es inmediatamente sustituido por otro, manteniendo así el orden táctico. Ningún futbolista tiene un papel asignado puesto que los delanteros, centrocampistas y defensores cambian su posición.


Dicho de otro modo, los defensores atacan y los delanteros también defienden. Así se consigue un achique de espacios, fundamental para aumentar la posesión del balón y perjudicar el juego del contrario.

El Fútbol Total depende en gran medida de la rapidez con que se adapan los jugadores a otra posición y lo cómodo que se encuentran jugando allí. Por tanto, también requiere dotes técnicas, tácticas, físicas y veloces para cambiar de posición con rapidez.

Sus orígenes se remontan a la década de los 70, en el apogeo de la selección holandesa que fue llamada por entonces La Naranja Mecánica por el color de su equipación y la brillantez con la que jugaba. Injustamente, no pudo ganar ninguna Copa del Mundo pese a ser considerada como el mejor quipo de la historia entonces y haber tenido el honor de contar en sus filas con jugadores como Johann Cruyff, Neeskens, Frank Rijkaard, Marco van Basten, Ruud Gullit, Ronald Koeman, Johnny Rep, entre otros. Sólo pudieron ganar la Eurocopa de 1988 pero ningún Mundial a pesar de su calidad.


Cuando el holandés era técnico del Fútbol Club Barcelona, partía con la concepción de que el juego del equipo parte desde el centro del campo. Ahí es donde se debe tener jugadores con visión de juego y calidad en el pase a los delanteros. Ellos también podían incorporarse desde atrás al ataque.

Fue así como empezó una época dorada en el club. Los comienzos fueron difíciles pese a que se ganó la Recopa de Europa pero poco a poco el equipo ganó contundencia y se inició un ciclo de cuatro ligas consecutivas y, por supuesto, la Copa de Europa lograda en Wembley frente a la Sampdoria en 1992.

Johann jugaba con un 3-4-3 con tres defensas. Éstos eran Ferrer, Koeman y Nadal. Pero conviene decir que en esta época el Milan de Sacchi tuvo un papel crucial, básicamente, con la incorporación de la regla del fuera de juego por lo que después el sistema tuvo que pasar a un 4-3-3.


En el centro del campo había jugadores con efectividad en el pase como Josep Guardiola, heredero de su filosofía. A el lo acompañaban Guillermo Amor, Michael Laudrup y José Mari Bakero. Los delanteros se cambiaban de posición por lo que Hristo Stoichkov y Txiki Beguiristain
ocupaban ambas bandas con el inequívoco objetivo de confundir a los defensas ya que no sabrían a quien marcar.

Ése era el Dream Team mágico de Johann Cruyff pero tuvo sucesor que batió sus impresionantes registros. Obviamente, estamos hablando del Pep Team de Guardiola. Afín a su filosofía futbolística, el de Santpedor es gran conocedor de este sistema de juego y en su primera rueda de prensa cuando fue presentado dejó claro que no concibe a jugadores atacantes o defensores, propiamente dichos, sino que todos atacan y todos defienden. En esencia, es el fútbol total que encandiló a todos gracias a su maestro y mentor Johann Cruyff.

De hecho, es lo que se pretende con David Villa y Messi, delantero centro y delantero por la derecha, respetivamente. Al cambiar sus posiciones, tenemos a Villa por la banda que ya sabemos que es demoledor y todo esto con la incorporación de Messi. Un lujo.


También entiende que el éxito de un equipo empieza en los vestuarios y que una buena armonía entre jugadores generada por un buen ambiente es fundamental para que se engrase la máquina. Pero la influencia del holandés calaba casi en el club entero mientras que Pep cautiva con sus palabras y enamora por sus actos. Es una especia de deidad, a día de hoy, un Dios para el barcelonismo en general.

Pep ha conseguido hacer convivir en armonía a sus grandes estrellas con jugadores de la cantera en un claro lema de que nadie es superior a nadie. Todo el mundo es importante para el correcto camino del equipo y encontrar la ruta de los triunfos. Ha sabido aceptar decisiones de Txiki e implantar un código propio que los jugadores han de cumplir de forma dogmática. De hecho, cuando el fichaje de Özil estaba apalabrado, su no fue suficiente para frustrarlo.

Pero sobre todo, es una gran persona, uno más. Uno que no tiene reparos en estallar en lágrimas cuando logra un Sextete, un compañero que no hace aspavientos de autoridad ni nada similar. Un culé de nacimiento que ha dedicado una vida al barcelonismo y sabe gestionar las cosas correctamente.

Por haber llevado la filosofía cruyffista, al extremo y haber dejado claro que un fútbol de posesión es altamente efectivo. Por haber elevado a la enésima potencia los valores culés, Josep Guardiola ya forma parte de la leyenda azulgrana.

1 comentario:

  1. Johan Cruyff ¿Cuánto sabes del gran futbolista holandés? Premiamos tus conocimientos @playtheguru

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