La época dorada del fútbol español

Casi todos los equipos han tenido, están teniendo o, con toda probabilidad, tendrán una época de máximo esplendor. Una época en la que, pase lo que pase, se cumplen todos los objetivos propuestos, se respira un contundente ambiente de victoria y por supuesto se llenan las vitrinas de títulos, títulos y más títulos.

Evidentemente, los hitos conseguidos varían de equipo a equipo. Quizás para un grande de Europa tipo Liverpool o Inter, su gran época consista en conseguir infinidad de copas y, al mismo tiempo, para un equipo recién ascendido su etapa gloriosa perfecta sea acabar la temporada en posiciones europeas, llegar a alguna final o conseguir algún título.

Así, la mejor temporada para el Betis consistió en ganar la Copa del Rey y disputar Liga de Campeones, para el Tenerife disputar competiciones europeas en los años noventa, para la Real Sociedad conseguir los dos títulos de Liga de prinicipios de la década de los ochenta y podríamos seguir hablando de esto más y mas.

Recientemente al fútbol español le tocó compaginar los grandes éxitos de la selección con los del Fútbol Club Barcelona y supremacía de los clubes españoles. Además, la liga española se ha plagado de estrellas entre las cuales hay tres balones de oro: Leo Messi, Kaká y Cristiano Ronaldo. Eso sin contar las altas posibilidades de que Xavi Hernández sea elegido como tal este año tras su magnífico papel en el Mundial de Sudáfrica. Real Madrid y Fútbol Club Barcelona, además de ser los equipos por excelencia representativos del fútbol español, han expandido su potencial más allá del continente. De hecho, son los equipos que más aficionados mueven a lo largo y ancho del planeta junto con el Manchester United.

La selección española siempre se ha caracterizado por las decepciones que ha protagonizado en los distintos campeonatos que jugó. Pero todo cambió en 2008 cuando se proclamó flamante campeona de Europa y jugando realmente bien bajo la batuta de Luis Aragonés.

Ese mismo año se produjo el cambio de ciclo en el Fútbol Club Barcelona y, tras la salida de Ronaldinho, Deco y Edmilson, llegó Pep Guardiola procedente de dirigir al filial. Bajo el mando del técnico de Santpedor, este grandioso equipo llegó a proclamarse campeón del sextete, una hazaña sin precedentes, tras conseguir no de peor manera un gran triplete, el primero en el fútbol español. Muchos de los integrantes de la plantilla blaugrana formaron parte de la selección campeona de Europa.

Así, en dos años varios jugadores han llegado a ganar todo lo que se puede ganar en el fútbol: Mundial, Eurocopa, Copa de Europa, Supercopa de Europa, Intercontinental y ligas y copas nacionales. Puyol, Xavi e Iniesta pueden presumir de ello.

Prácticamente con el mismo bloque, España gana el Mundial de Sudáfrica y, de este modo, se convierte en la tercera selección de la historia en ganar Mundial y Eurocopa de forma consecutiva. Ya lo lograron Francia y Alemania. A poco que observeis, os dareis cuenta que a medio camino entre la consecución del Mundial y la Eurocopa, un equipo español ganó, un increible sextete. Por supuesto, el Barça.

Resulta cuanto menos curioso advertir un estilo de juego similar entre ambos equipos. Aunque ello parece evidente dado que el eje del Barça y de la selección son Xavi e Iniesta. Practicando un fútbol de posesión, sin prisas, con el objetivo de hacer correr al rival y materializar las pocas ocasiones que se tienen se puede llegar lejos. A las pruebas me remito.

La única pega fue la eliminación en la Copa Confederaciones en 2009 tras menospreciar a Estados Unidos que nos eliminó por 2-0. Aprendimos a que en el fútbol nada es previsible y que todos los equipos juegan. España no perdía un partido desde noviembrre de 2006 en Cádiz frente a Rumanía. Se consiguió a nivel de clubes todo lo que un equipo puede soñar y respecto a la selección se entró en la historia del fútbol.

El deporte español en general con las grandes victorias de Rafa Nadal, Alberto Contador, Fernando Alonso y lo futbolístico anteriormente citado brilla con luz propia en el firmamento junto con todas las estrellas que se encargaron de hacerlo inmortal. Todo ello se juntó con una gran época de mi vida en la que el fútbol se encargó personalmente en hacerme aún más feliz si cabe.

Sin duda, hemos llegado al cénit del fútbol, una gesta que pocos, por no decir ningunos, serán capaces de repetir.

Todo empezó en Viena el 29 de junio de 2008. España se proclamaba campeona de Europa tras deleitar con un gran fútbol de posesión.

En 2009 el Barça ganó Copa, Liga y Champions. Después con el sextete se le colocó la guinda al pastel.

La locura traspasó fronteras. Particularmente, puedo decir que ha sido cuando más he disfrutado viendo a un equipo jugar al fútbol.

Nos lo merecíamos tras ochenta años de sufrimiento. Era el primer Mundial que se vivía así. Todavía no sabíamos lo que era ver la estrella encima de nuestro escudo para toda la eternidad.