En el fútbol también hay ocasión para soñar, para pensar en la épica. Algo así fue lo que ocurrió en una dramática eliminatoria de cuartos de final de la Copa de la UEFA de la temporada 2007/2008. En la ida en el Allianz Arena los locales no pudieron hacer nada frente a un Geta comandado por el mítico Michael Laudrup. Tanto es así que el encuentro acabó con empate a uno. Por tanto, en el Coliseo Alfonso Pérez la eliminatoria estaba abierta. Se preveía que iba a pasar algo grande...
Se trata de unos de los más grandes partidos que se han podido ver. Un equipo humilde que seis años atrás militaba en Segunda División B se medía al todopoderoso Bayern de Munich, liderado por Ottmar Hitzfeld. Por un día, toda España se hizo azulona. No pudo ser al final pero se le plantó cara valientemente a un inexpugnable Bayern de Múnich.
El aura que desprende el equipo madrileño es agradable. Anecdóticamente, cabe destacar la corta andadura del club capitalino en Primera y su debut en competiciones europeas. De pronto se vio inmerso en competiciones europeas frente a un club de tal calibre. El coliseo se había llenado de personalidades como el mismísimo rey. Fue una temporada histórica en la que también se jugó un buen papel en la liga y por segundo año consecutivo se llegó a la final de la Copa del Rey que perdió ante el Valencia.
El Bayern llegaba a Madrid pero se desvió del camino de la Castellana. En esta ocasión no disputaría ninguna reñida eliminatoria de Copa de Europa ante el Real Madrid. Así, se puso rumbo a Getafe para disputar el encuentro en un lugar un poco más alejado de la capital madrileña. El Bayern traía veteranos jugadores como Kahn o Schweinsteigger y con su jugador estrella: Frank Ribery.
Desde el principio, fue un partido romántico. Ésa es la palaba idónea para definirlo. Un humilde equipo de pueblo compitiendo contra todo un tetracampeón de Europa. Los alemanes emplearon un juego duro y el Getafe finalmente encontró su lugar en el campo y jugó sin ningún complejo. De hecho, se adelantó en el minuto 44 con un gol de Cosmin Contra. El sueño de las semis estaba más cerca.
La estrella francesa se encargó de empatar minutos despues. De este modo, se firmaba el empate. El partido se solucionaría en la prórroga cuando aparentemente lo sentenciaron Casquero y Braulio. La suerte se cebó con nuestro equipo y Luca Toni con menos clase que eficacia se encargó de empatar la contienda a tres goles mediante un certero remate de cabeza. Era el minuto 120.
Fue un encuentro dramático de los que endulza la grandeza del fútbol. En cierto modo, el Dios del Fútbol hizo justicia con el Bayern que se pudo resarcir de un modo muy similar de la dolorosa final sufrida ante el Manchester United en el Camp Nou muchos años atrás. El Getafe, por su parte, fue grande por un día, ese día en el que se codeó con las grandes élites de Europa.
Después de ello, el Bayern accedió a las semifinales del torneo en las que fue apeado por el Zenit de San Petersburgo, a la postre, campeón de la UEFA aquella temporada. En la final de Copa, el Valencia fulminaría definitivamente el sueño azulón, arrebatándole la Copa del Rey. El equipo che, curiosamente, también se sacaba la dolorosa espina de dos finales de Copa de Europa perdidas, una de ellas, precisamente ante el Bayern.
Fue un encuentro dramático de los que endulza la grandeza del fútbol. En cierto modo, el Dios del Fútbol hizo justicia con el Bayern que se pudo resarcir de un modo muy similar de la dolorosa final sufrida ante el Manchester United en el Camp Nou muchos años atrás. El Getafe, por su parte, fue grande por un día, ese día en el que se codeó con las grandes élites de Europa.
Después de ello, el Bayern accedió a las semifinales del torneo en las que fue apeado por el Zenit de San Petersburgo, a la postre, campeón de la UEFA aquella temporada. En la final de Copa, el Valencia fulminaría definitivamente el sueño azulón, arrebatándole la Copa del Rey. El equipo che, curiosamente, también se sacaba la dolorosa espina de dos finales de Copa de Europa perdidas, una de ellas, precisamente ante el Bayern.
Aquella noche, entre la euforia teutona se abrió paso el llanto que reflejaba la impotencia y derrota de los aficionados. Roberto Abondanzieri, Pato para los amigos, lo pasó especialmente mal. El Geta se unía así a una lista de clubs que hermanaron aficiones por una noche como cuando el Atlético de Madrid bajó a Segunda o el Deportivo de la Coruña perdió la liga en 1994 tras el penalti errado por Djukic. Así se esfumaron las ilusiones de un pueblo que había depositado fe en su club para hacer algo grande. Fue grande, por una noche, pero grande.
El delantero italiano Luca Toni aprovechó su considerable altura para anotar de cabeza el tanto que les dio el pase a semis.
Fue un partido propio de injusticias como eurovision!
ResponderEliminarEl Geta con 3-1 y al final, catapum...Así se demuestra el poderío del Capital sobre los modestos...
Realmente, ha sido uno de los partidos que ma he disfrutado aunque obviamente me dehjó mal saber de boca.
ResponderEliminarMítico =)
nunca olvidaré este partido, x cierto gran trabajo el de este reportaje, he creado un enlace en mi entrada del partido de esta entrada q as creado tu
ResponderEliminarbufff... fue el mayor aplastamiento de un grande a un chico (por lo que significaba). Al final, el tiempo decidió que fuera el campeón de aquella UEFA, el Zenit de Denisov, Malafeev, Arshavin... quien vengara al Geta.
ResponderEliminar¿Alguien podría pasarme este partido por favor?
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