5 de diciembre de 2020

Cuando los equipos 'reales' perdieron la corona

Muchos os habréis fijado en la corona que lucen algunos equipos en la Liga Española. Clubes como Real Betis, Real Oviedo o Real Madrid, cuentan con el emblema monárquico posado sobre su estandarte. Y a poco que observéis, también habréis reparado en la palabra real precediéndole. El origen de dicha distinción se remonta al reinado de Alfonso XIII, entre 1886 y 1931, fecha en la que se fundaron la mayoría de los equipos españoles. 

La afición del monarca por el fútbol era muy conocida. De hecho, se dice que, después de la victoria de España a Inglaterra en el antiguo Metropolitano en 1929, el Rey le dedicó un corte de mangas a su esposa, Victoria Eugenia de Battengerg, de ascendencia británica. Fue en aquellos años cuando muchos equipos decidieron, con el aval de Alfonso XIII, otorgarle el título real e incluir la corona, a cambio de la Presidencia de Honor del club.

El primero en hacerlo fue el Real Club Deportivo de la Coruña que en 1908 solicitó a la Casa Real la denominación de real. Sociedad de Fútbol de Santander y Sociedad de San Sebastián harían lo propio en 1910 y Club Deportivo Español de Barcelona en 1912. Dos años después llegaría en turno de Vigo Sporting Club y Betis Football Club. No obstante, la proclamación de la Segunda República en 1931, prohibió la exaltación de símbolos monárquicos y los equipos reales se vieron obligados a retirar la corona de sus escudos y, con ello, el apelativo de real.

Fue así cómo un largo número de clubes tuvieron que adaptarse a la nueva realidad social y al escenario político del país. Especiales fueron los casos de Real Madrid y Real Sociedad. Los merengues adoptaron la franja morada diagonal en su escudo azul, en la actualidad— en honor a la República, mientras que los txuri-urdin cambiaron su denominación a Donostia Football Club. 

Tras el fin de la Guerra Civil y la instauración de la dictadura franquista, todos los clubes recuperaron los símbolos monárquicos, pero los equipos fueron obligados a españolizarse, prohibiendo las palabras extranjeras en los nombres. Así pues, el Athletic de Bilbao pasó a llamarse Atlético de Bilbao, Racing de Santander cambió a Real Santander, mientras que Sporting de Gijón fue rebautizado como Real Gijón. Sólo al Club Atlético Osasuna —palabra que significa salud— se le permitió llevar un nombre euskera. Todos los equipos volverían a lucir sus nombres originales con la llegada de la democracia en 1978.

1 comentario:

  1. El desarrollo de todas las cosas. El desarrollo prueba la innovación y el progreso del pensamiento. Esto incluye la industria del fútbol.

    ResponderEliminar