Los días empiezan a ser más cortos y lo bueno se acaba. Aprovechando el retorno de algunos de los nuestros y la inminente vuelta para algunos a horarios lectivos, era una buena tarde para echarnos una de las ya típicas y familiares pachangas en Los Salesianos. Para algunos como Jorge significó la libertad con respecto a los exámenes y para otros como Germán el comienzo de los suyos en la selectividad. No pudimos contar con el amigo Carlos puesto que la responsabilidad lo llamó.
A todo ello, juntémosle las cantonas botas del Pipita Colmena y la llegada de Mateo de tierras lusas con ganas de darlo todo, esforzarse y pasarlo bien. Como suele pasar habitualmente, el excesivo número de personas nos obligó a jugar un triangular. Creemos particularmente que eso corta el rollo al enfriarnos mientras juegan los dos equipos restantes.
Tuvimos suerte y una pista ocupada por niños pequeños fue despejada para que jugásemos. Rápidamente, nos dispusimos a ocuparla con el objetivo de marcar terreno. Poco a poco, fueron llegando los demás por lo que el partido se antojaba disputado e interesante.
Con el buen criterio que acostumbra, Germán escogió un equipo en el que yo me incluía junto con Jorge, Mateo y Jairo. Nuestro oponente era el equipo de Escudero, Manolo y compañía, equipo muy correoso y eficaz para desestabilizarnos el partido, con la calidad de Superescu. El juego no empezó muy vistoso. Nuestro juego se basaba en algún pelotazo limpio de Germán, balones por alto sin receptor y algún escurridizo balón al travesaño. No estábamos jugando bien como a mí me gusta.
Pasaría poco tiempo para empezar a elaborar un juego más sólido. Empezábamos a tocar, ver el balón y aprovechar la eficacia en el juego aéreo de Alberto para comenzar a ver a puerta. Ya estábamos a tono. Yo hacía uso de alguna contra para darle algún pase al hueco por alto a Germán aprovechando, de este modo, su incuestionable capacidad técnica, goleadora y veloz.
También fue un día de descubrimientos. Debutó con nosotros en pistas salesianas Dani. Según fuentes fiables, era un buen pelotero pero no tardé en presenciar a un jugador con una excelente calidad técnica, velocidad y genial para jugar a la contra. Creo que encajaría a la perfección en el Milan. Leí el partido y, junto con Germán, especulamos que dicho jugador nos podía matar a la contra. No nos equivocamos. Así fue. En los dos partidos que nos enfrentamos a ellos, el gol final fue una contra del hermano del incombustible Mateo que sentenció ambas derrotas.
El ápice oscuro de la tarde lo puso el repentino enfrentamiento entre Germán y Manolo, alias Muros Rueda, tras una fuerte entrada del segundo que condicionó el enfado de Bordoy. Pero no pasa nada. Todos sabemos que los infortunios del juego no enturbiarán estas fructíferas relaciones.
El deber le llamó. El Balón de Oro del Politécnico tuvo que irse a estudiar para una selectividad que llamaba a su puerta. Seguimos con el partido intensamente hasta que nos echaron sutilmente apagando los focos del instituto. Recuerdo que una vez el jugar sin luminosidad me supuso ocho puntos en el párpado y, llamadme raro, pero no estaba dispuesto a repetir tal hazaña.
Tras una buena tarde futbolera, pasamos un buen día. Afortunadamente, todos jugamos mejor que el primer día tras el verano dado que habíamos recuperado la forma perdida durante las vacaciones.
Felicito a todos mis amigos por llevar a cabo algo que una vez alguien me enseñó: compromiso, esfuerzo e ilusión, al ser felices haciendo lo que más nos gusta cuando no estamos de fiesta.
Lunes, 13 de septiembre de 2010.
buena crónica hamijo
ResponderEliminarpero la foto no fue precisamente de ayer xDD
Me alegro que te guste, después de numerosas correcciones la publiqué finalmente.
ResponderEliminarRespecto a la foto, fue la única que encontré. Si un día nos llevamos una cámara podré actualizar el apartado fotográfico. XD
Un abrazo.
Bravissimo Matias Prats II...
ResponderEliminarLa verdad que si,que da palo jugar al principio cojiendo la dinamica del partido y despues parar y que te cueste 1 huevo y parte del otro rascar bola. Además tiraba desmarques y, o no me la daban o yo ni pasaba,... No fue tan gratificante como el principio.
Por lo demás nos apagaron la luz porque el presupuesto no les daba a los mingafrias para aspersores, ya lo sabras muy bien.
1 abrazo camarada!
Fue una gran forma de echarnos, una táctica militar muy eficaz. Además, creo que ha sido la vez que más tarde hemos estado en Los Salesianos jugando al fútbol si descontamos las antiguas noches en La Movida pero estuvo muy bien la cosa.
ResponderEliminarAprovecho este posta para deciros, amigos, que haré estos particulares resúmenes de aquellas tardes que me parezcan especialmente interesantes o haya algo relevante que contar.
Un abrazo a todos.
muy bueno jose jeje hoy tienes qe repetirlo eh?? xD
ResponderEliminarTambién me alegro que te guste a tí, Antonio. No desespereis, ya vendrán más crónicas cargadas de sátira y fútbol a raudales. XD
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