22 de mayo de 2019

Steaua de Bucarest, el equipo fantasma


¿Qué fue del Steaua de Bucarest? Aquella mítica escuadra comenzaría a hacerse un nombre en Europa en 1986 cuando, con Helmuth Duckadam bajo palos, rompió en añicos el sueño del FC Barcelona al coronarse campeón de Europa por primera vez en su historia. Después disputaría otra final en 1989. A la gloriosa cita del Sánchez-Pizjuán se le sumarían notables participaciones en la ya renombrada Champions League, plantándole cara a equipos como el Real Madrid. No obstante, el rumbo que el destino le tendría deparado al equipo más laureado de Rumanía sería mucho más tétrico.

En 1947 la Rumanía de Nicolae Ceaușescu avanzaba pasos agigantados hasta convertirse en una de las dictaduras comunistas más tiránicas de los últimos tiempos. Para ello, el Ejército decidió crear un club deportivo llamado Steaua de Bucarest —steaua en rumano significa estrella, elemento distintivo de los países con tradición comunista, igual que el Estrella Roja de Belgrado—. Muy vinculado desde sus comienzos a la Casa Real de Rumanía, la titularidad de dicha entidad pertenecía completamente al Ministerio de Defensa rumano, es decir, tanto el nombre, el escudo, los colores y el estadio pertenecían al Ejército de Rumanía.

Desde la caída del comunismo, el Ejército rumano se distanció del régimen anterior, quizá tras ver cómo los insurrectos se levantaron hasta fusilar al dictador. Pero esa otra historia. Sin embargo, en 1998 las Fuerzas Armadas de Rumanía atravesaron serios problemas económicos y no les era viable seguir manteniendo el Steaua de Bucarest. Fue en este momento cuando apareció George Bacali, un poderoso magnate que compró el club con la promesa de borrar toda su simbología comunista. De este modo, el club sería financiado con capital privado y quedaría desligado del ejército rumano, sólo unido a este por el vínculo histórico que los une.

Pero el Ejército no vio esto con buenos ojos. La decisión de privatizarlo no fue bien acogida por los seguidores más fieles del club y el clima se fue caldeando. Tanto fue así que en 2011 el Ministerio de Defensa denunció al Steaua de Bucarest por apropiarse ilegalmente de los rasgos distintivos del equipo. Bacali ganó el pleito pero el Ejército recurrió la sentencia y en 2014 llevó al Steaua al Tribunal Superior de Justicia de Rumanía, la máxima corte judicial del país de los Cárpatos. La bomba estalló cuando aquel año el juez le dio la razón y condenó al Steaua a despojarse de su nombre, colores, escudo y estadio.

La tragedia estaba servida. La polémica sentencia dio lugar a situaciones tan estrambóticas como ver a los jugadores con camisetas de otro color, con el escudo tapado por una cinta adhesiva, la palabra local en vez de Steaua en el videomarcador y a los periodistas sin pronunciar el nombre del club en zona mixta. Sin poder jugar en su estadio, el Arena Ghencea, el club fue desterrado al Estadio Nacional de Rumanía y ahora se llama FCSB. Así pues, para contentar a la afición, el Ejército, propietario de la marca comercial del Steaua, decidió fundar un equipo con el mismo nombre y simbología, que podría considerarse el heredero histórico del Steaua. Este nuevo club cuenta con sus mismo colores y deambula desde la cuarta división hasta volver a la cima del fútbol rumano.

Fuente: Rafael Escrig | FC Steaua, un club desparecido en vida | Canal de YouTube | (24/8/2017)

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