7 de diciembre de 2011

Spurs y romanos

 

Esta curiosa anécdota se remonta al 5 de abril de 2007. El escenario, el mítico estadio Ramón Sánchez Pizjuán, se preparaba para acoger un encuentro de cuartos de final de la Copa de la UEFA, ahora Europa League, entre dos clásicos de la competición: el Sevilla, vigente campeón por aquel entonces del torneo, y el Tottenham Hotspur, con dos entorchados de la misma y vencedor de la primera edición del torneo en 1972, conocida por entonces como Copa de Ferias.

La ciudad vibró con un frenético encuentro entre dos clubes con un estilo de juego muy atractivo y vistoso. Finalmente, el partido acabó por dos goles a uno para el equipo sevillista a espensas de la vuelta que, semanas después, se celebraría en White Hart Line, en su particular camino hacia la segunda Copa de la UEFA consecutiva. Aquel choque de cuartos de la Copa de la UEFA también sirvió para que Frederic Kanouté, que no tuvo un paso demasiado trascendental por las filas del conjunto inglés, se reivindicara como goleador ante su ex-equipo.

Dicho esto, los hooligans, para variar, organizaron alguna revuelta que mantuvo en vilo a los encargados de seguridad aunque, por suerte, la cosa no fue a mayores. Adicionalmente, los preparativos del encuentro comenzaron mucho antes, en el contexto de la Semana Santa sevillana y con litros y litros de cerveza preparados para satisfacer las etílicas necesidades de los siempre exigentes hooligans.


Cuando los aficionados del Tottenham salieron del estadio nervionense, un estruendoso sonido rompió en añicos su tranquilidad. Aquel enjambre de ingleses se encontró en las calles sevillanas una desapacible multitud que los desconcertó. La verdad es que el partido no era de la magnitud para desplegar tanta cantidad de personas y abarrotar la calles de Sevilla de esa manera tan sospechosamente sórdida. A decir verdad, la mayoría de estos hooligans, como buenos aficionados a la cerveza, llevaban en su cuerpo cierta cantidad de dicha bebida y puede que ello le estuviera provocando visión doble... o triple.

¿Qué estaba ocurriendo? Sencillamente, nadie le dijo a estos simpáticos ingleses que habían escogido viajar a la capital hispalense un Jueves Santo, es decir, pocas horas antes de la típica Madrugada sevillana. Por si esto fuera poco, la locura y los delirios de los spurs alcanzaron su máxima cota cuando contemplaron romanos, de lo que llevan pluma y todo, desfilar a modo de batalla bélica en nuestros días por las calles hispalenses.

En ese momento, los ingleses creyeron que, en lugar de haber viajado a España para ver un partido de fútbol, mas bien habían hecho uso de alguna inédita máquina del tiempo para emprender un embriagador viaje y retroceder a la época imperiosa en la que los romanos tenían tomado el control de la península. A su vez, las desorbitadas cantidades de alcohol ingeridas habían aportado algo de fantasía e inverosimilitud a aquella realidad que sus ojos estaban observando ¿No hubo quien dijo en una ocasión que el fútbol es algo más que una simple cuestión de vida o muerte? Pues a las pruebas me remito...

2 de diciembre de 2011

¿Qué define a un futbolista?


Hoy presento un artículo especial. En esta ocasión, su protagonismo recae en otra persona. Nuestro colaborador, amigo personal y fiel seguidor de Mis peloteros favoritos, Jorge González, más conocido como Sevillisto, me envió recientemente un gran post elaborado por él en el que reflexiona sobre cuáles son las cualidades que definen de forma inequívoca a un jugador de fútbol, en líneas generales. La inclusión de sus líneas aquí es mi muestra de agradecimiento a su trabajo y seguimiento del blog. Sin más dilación, allá va:

De sobra es bien conocido el futbol como deporte rey. Es el más visto, el más practicado, el que más pasiones desata. Y en lo segundo destacable, el más practicado, es en lo que un afortunado amigo del creador de este excelente blog les va a relatar. Toda la parafernalia montada en torno a este deporte es de sobra conocida por todos, y todos coinciden en que es un deporte de equipo. Y no lo desmiento. Pero bien cierto es que ese equipo lo integran jugadores, individuos. 25 mentes pensantes, 25 propietarios de piernas y físico, por lo que si uno de ellos falla, el equipo falla.
 
Con ésta máxima les ofrezco una particular visión, por experiencias infinitamente muy lejanas a la práctica profesional del fútbol, una serie de ideas o premisas necesarias para jugar, hacerlo bien y divertirse.
Bien, este es el primer elemento: la diversión. De nada sirve vestirte de corto, ponerte las botas y personarte en un terreno de juego si no vas por esa línea. El creador de este humilde blog y servidor quien les escribe somos simples aficionados en esto, y aun sin flashes, hinchada o cámara grabando cada uno de nuestros movimientos jugamos con muchísimas ganas, ¿y por qué? Porque nos divierte, porque nos sentimos bien jugando, porque nos gusta.
Otro factor moral suele coincidir con la confianza, ya que no es solo patear el balón como si no hubiera mañana ni meter goles. Es mucho más que eso, el futbol invita a su fiesta al control del balón, mantener posesión, saber elegir que pase, que centro o que disparo realizar, y en eso hay que estar muy decidido y seguro de cómo reaccionar a cada instante. Por experiencia, si esto falla puedes intentar millones de cosas que lo único que servirá es para hacerte ver que no es tu día de forma cada vez más severa, proporcional al número de fallos y eso es contraproducente del todo.
Pero también intervienen factores físicos. Uno de ellos es la potencia, ya que se trata de un deporte de contacto en el cual podrás estar más rápido, pero si el adversario te gana en fuerzas estas perdido. Es el caso de un defensa que vaya al corte pero siendo escuálido no pueda meter cuerpo ante un fornido 9 que pueda llevarse el balón y marcar a placer.
 
Además de estos tres, hay un elemento común a ellos, ya que sin él no tendrás garantizado eso de divertirte, mermará tu confianza y puede que emplees tu poderío físico, pero para cosas al margen del equipo. Les hablo de la técnica. Esa palabra tan pronunciada pero que tiene bastantes connotaciones. La mía es la naturalidad de conducir la pelota, los continuos gestos del cuerpo y el tacto del pie con respecto al balón que ha de dotar a una situación. Si requiere oxigenar el juego, irás controlando el esférico manteniendo la posición y dar a entender con el cuerpo lo que quieres-pretendes hacer. 

Con una técnica idónea puedes desde salir airoso evacuando un balón desde atrás para armar el contragolpe hasta realizar exitosamente un regate o una labor de desborde. Es, por tanto, el sino del fútbol, el ingrediente imprescindible para una macedonia de buen balompié. Obviamente, va intrínseca a lo antes mencionado la velocidad. Actúa de acompañante a la técnica, ya que puede hacer el juego impredecible, al ir a mayor ritmo que el resto. Garantiza gran parte del éxito en cualquier jugada, ya que te anticipas al rival con acierto.
 
Mencionado queda el próximo elemento, y ese es el hecho de ser impredecible. Es de cajón que si sabes que tu rival tira el balón a cierta parte del terreno de juego, si te anticipas le puedes robar la posesión. Por ello, un truco de pícaro resulta el hecho de servirle a tu rival una buena dosis de incertidumbre, mediante el regate, amagos, cambios de ritmo y todo lo que te puedas imaginar para dejar seco a tu rival de forma eficaz.
Dicho esto, aquí concluye el análisis particular acerca de lo necesario para jugar al fútbol de manera solvente. Espero emplazarles para otra ocasión. Espero que disfruten.
Jorge González Guzmán. 

28 de noviembre de 2011

¿Por qué nos gusta tanto el fútbol?


Para compensar mi dilatada ausencia por estos lares, hoy haré mención a una conversación que mantuve con un amigo en la que que, básicamente, tratamos de dar una respuesta satisfactoria y esclarecedora a este jugoso titular. Dicha conversación se remonta a los pasados meses de verano en un pub chill-out con dos exquisitas y espumosas rubias, como silenciosos testigos, colmando sus respectivas jarras. Debo confesar, antes de que os embarqueis en este artículo, que no se trata de fútbol como al que estáis acostumbrados. Más bien es un estudio sociológico y/o evolutivo de lo que viene a ser el fútbol.

Hay que decir, también, que mi amigo no es un gran aficionado a la materia futbolera y, precisamente por ello, la dirección de nuestra interacción navegaba por conceptos diametralmente opuestos. Entre trago y trago de nuestra bebida color ámbar, surgió la pregunta: Oye tío, ¿Nunca te has parado a pensar por qué a los hombres, en general, nos gusta tanto el fútbol y a las mujeres no? 

Para abordar esta cuestión, hay que aclarar, de entrada, que nos estamos moviendo en líneas generales. Es decir, a todos los hombres no les gusta el fútbol como, de hecho, a mi amigo y, por el contrario, existen muchas mujeres aficionadas al deporte rey e incluso conozco a algunas que juegan en algún equipo. Puede parecer algo muy obvio pero he querido señalarlo. Después de sopesarlo durante un largo rato y de acompañar nuestros argumentos con varias cervezas, llegamos a esta conclusión que explico a continuación.


La explicación teórica la tenemos gracias al concepto de selección natural. Tranquilos, aunque la vocación me llame, no me pondré extremadamente científico pero sí sólo un poco. ¿Qué es realmente el fútbol? Este maravilloso deporte representa la lucha por un objetivo. De hecho, la palabra gol proviene del inglés, goal, que significa objetivo. Es la esencia de un grupo humano que, fielmente compenetrado, actúa con relación a un propósito, superando los obstáculos y esforzándose hacia donde sus límites les permitan para conseguirlo en equipo.

Y vosotros os preguntaréis, ¿A qué viene esto? Sencillamente, tenemos que retroceder en el tiempo a la época en la que la especie humana vivía en cavernas y comenzaba a cristalizarse como algo parecido a lo que tenemos hoy en día. Una vez allí, el ejemplo más cercano a lo que significa la competición lo tendremos en las tribus de hombres que se encargaban de defender la suya propia de los grupos cercanos hostiles, luchar contra osos salvajes y despellejar cocodrilos.

Por otra parte, ésa no era la función de las mujeres. Ellas, cautas y precavidas, prefirieron quedarse a vigilar la caverna, cuidar de sus hijos y salir de vez en cuando a recolectar las bayas silvestres. La explicación a esto también es sencilla: ellas, por lo general, cuentan con una constitución física más escuálida que la nuestra y son seres mucho más avanzados socialmente que los hombres. Las mujeres se quedaron en la cueva, estrechando lazos con las tribus amigas y atendiendo otras ocupaciones nada relacionadas con la lucha. Hablando en términos científicos, la siempre sabia selección natural heredó estos aspectos y estos rasgos se mantienen en la actualidad.

 

Obviamente, en los tiempos que corren en el Estado de Bienestar y en un modelo social occidental no hace falta salir a luchar contra tigres dientes de sable, básicamente, porque se extinguieron. El meollo del asunto es que nuestros genes conservan esta información. Dicho de otro modo, el fútbol es el homólogo ancestral de las luchas encarnizadas contra osos hambrientos de diez toneladas. Y ese sospechoso gusto por la competición se ha perpetuado en el caso del hombre.

En resumidas cuentas, el fútbol representa la competición y la lucha de un grupo por conseguir un objetivo por medio del esfuerzo. Hace cientos de miles de años, el sustituto de esta competición era la lucha contra tribus vecinas que luchaban por la hegemonía de una zona concreta y defenderse de aquellos simpáticos gatitos de doscientos kilos. Es evidente que esta competición prehistórica difería del fútbol actual, básicamente, en que la integridad física de sus participantes y su vida estaban sobre la mesa.

Para el hombre, el fútbol evoca esa competición de tiempos inmemoriales y su lucha por conseguir el objetivo propuesto, mientras que las mujeres no se interesaron por la lucha sino por otras tareas totalmente ajenas a estas. Sin embargo, ¿Por qué ningún otro deporte como el baloncesto o el balonmano despierta, a tanto magma de público masculino, este sano y, a la vez, narcótico vicio? Ahí reside la magia del fútbol... 


Si realmente sentís el fútbol, teneis que escuchar este mítico tema. Fue lanzado para la Eurocopa de Inglaterra en 1996 y, aún hoy, es un clásico.

16 de noviembre de 2011

Actualidad: Preparando el sorteo...


Una vez terminados los play-offs como última posibilidad de participación para la Eurocopa de Ucrania y Polonia y conocidos los 16 equipos invitados a la cita veraniega, queda programado el sorteo para la fase de grupos de la Eurocopa el próximo 2 de diciembre y en él, la fortuna puede querer que haya más de una sorpresa inesperada.

La primera clasificada en esta fase de repesca ha sido la selección de Croacia. El combinado balcánico no tuvo demasiados problemar para sentenciar su participación en el evento del verano de 2012 tras empatar a cero contra Turquía, semifinalista de la pasada edición y entrenada por el viejo conocido Guus Hiddink. Otra selección clásica en este tipo de torneos también rubricó su pase a la Eurocopa. En efecto, República Checa, que había cosechado un buen partido de ida ante un equipo bastante inferior como Montenegro, se clasifica para el campeonato europeo de naciones tras ganar en el partido de vuelta a la selección montenegrina por un gol a cero, obra de Jirácek que les da el pase a la Copa 4.

Por su parte, la selección de Irlanda vuelve a la élite a codearse con los grandes y, tras doblegar a la débil Estonia por 5-1 en el partido de ida, participará en la cita de Polonia y Ucrania. De este modo, Irlanda vuelve a participar en un gran evento, algo que no ocurría desde el Mundial de Corea y Japón en 2002. Sin lugar a dudas, el partido de la jornada ha sido la escandalosa goleada que Porugal le ha endosado a Bosnia. Tras el empate a cero fuera de casa, Portugal le ha ganado a una desdibujada selección bosnia  por un 6-2 que no da fe de la dificultad del encuentro. Los goles han sido obra de Cristiano Ronaldo, en dos ocasiones, Hélder Postiga en otras dos, Nani y Miguel Veloso.

Así pues, queda configurada la disposición de los bombos de cara al sorteo que tendrá lugar el 2 de diciembre. España está encuadrada en la Copa 1 junto a Polonia y Ucrania, co-anfitrionas del torneo y Holanda, subcampeona del mundo en el Mundial de Sudáfrica. El hecho de ser cabeza de serie sólo le impide a España tener que medirse a Holanda en la fase de grupos, lo que le augura una primera fase mucho más peligrosa que en el Mundial anterior.

En la Copa 2, girarán los nombres de Inglaterra, Alemania, Italia y Rusia. De aquí saldrá el primer rival de España en la fase de grupos que, con toda probabilidad, será una selección fuerte. Tres campeonas del mundo y la selección rusa, semifinalista en Austria y Suiza 2008, acompañarán a España en el grupo de la muerte de esta Eurocopa. Curiosamente, una selección del nivel de Inglaterra, ausente en el europeo anterior, jamás ha conquistado la Eurocopa, así que este verano podrá pelear por un trofeo que, a buen seguro, hace mucha ilusión a la afición inglesa.

Del siguiente bombo, el tercero, saldrá otro rival de España. Los equipos de la Copa 3 son Portugal, Croacia, Grecia y Suecia. La inespereda campeona en 2004, Grecia, acompañará en el bombo a la Suecia de Zlatan Ibrahimovic, y a la Portugal de CR7. Por su parte, la selección croata buscará desempeñar un papel mejor que el de la última cita en la que el combinado arlequinado cayó en cuartos ante Turquía en la tanda de penaltis.

Por último, en el bombo número cuatro aparece la selección francesa de Laurent Blanc, quien ya ganó la Eurocopa como jugador en 2000, con una nueva generación llena de jugadores prometedores entre los que aún persisten Abidal o Ribéry. Junto a Francia, en la Copa 4 también está República Checa, subcampeona en Inglaterra 1996 y la gran sorpresa: Irlanda, cuya última participación en una Eurocopa data de 1988, en la cita de Alemania.

 
Como se aprecia en la ilustración, puede darse el caso de que España quede encuadrada en un grupo formado por Alemania, Portugal y Francia. Ahí es poco...

Fuente: Francesc Aguilar, SPORT y Página Oficial de la UEFA.