Los ultras fanáticos de fútbol representan la cara más lamentable del deporte, por llamarlo de alguna manera. Algunos equipos han optado por su erradicación, aunque resulta francamente complicado. Sin embargo, si hay un equipo que ha sabido entender a la perfección su riesgo, ese ha sido el Borussia Dortmund. El conjunto alemán castiga muy severamente los malos comportamientos, tanto los árbitros en el césped como el club en la grada. Los alemanes son bastantes estrictos con cualquier gesto ofensivo o insulto vejatorio. Las consecuencias punitivas pueden ser acabar en los calabozos del estadio. Sí, has oído bien, en los calabozos.
El Westfalenstadion, ahora denominado Signal Iduna Park por motivos comerciales, guarda una de las curiosidades más anecdóticas de los estadios europeos. Debajo de uno de los fondos, se encuentran un par de calabozos. Uno de ellos es destinado para los aficionados del equipo local que perturben la paz y la otra para los seguidores del conjunto visitante que no respeten las medidas de seguridad. Obviamente, la existencia de dos celdas fue pensada para evitar disturbios entre ambos equipos dentro de estas domésticas prisiones.
Dichas penitenciarías cuentan con una capacidad de 120 personas cada una y están pensadas para esos hooligans más fervientes y los que se exceden por motivos etílicos, a fin de evitar altercados. Adicionalmente, sus paredes están aisladas acústicamente, de modo que quienes van a parar allí no escuchan absolutamente nada de los partidos del Borussia Dortmund. La pequeña comisaría que los precede cuenta con cámaras de seguridad de alta tecnología que permiten grabar cualquier fechoría que se cometa dentro de las instalaciones del club alemán e identificar a sus responsables.
Básicamente, estas cárceles están diseñadas para los aficionados ebrios que pueden ocasionar problemas. En dichos casos, se les deja salir aproximadamente quince minutos antes de la conclusión del partido. En casos de altercados más graves, los hinchas pasan a manos de la justicia. Otros equipos de Alemania como el Bayern de Múnich también han tomado estas medidas para aumentar el buen ambiente en el estadio y disminuir la violencia y el fanatismo más absurdo.
Fuente: J. I. García Ochoa (20/4/2013). La cárcel del Borussia. Diario Marca.
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