En los últimos años, la fortuna ha decidido que el Fútbol Club Barcelona y el Chelsea crucen sus caminos en la búsqueda de la Orejona. Aunque a veces la suerte haya caído del lado azulgrana o blue, es cierto que estos partidos se viven con especial intensidad y expectación a lo largo y ancho del viejo continente. Son, por así decirlo, clásicos europeos.
En general, los cruces entre Barça y Chelsea son partidos muy intensos, a menudo con goles, atractivos, partícipes de un fútbol muy ofensivo y, por supuesto, están repletos de polémica. Además, en este tipo de partidos hay que destacar por norma alguna anécdota extradeportiva como tánganas o rajadas del entrenador. De hecho, en una eliminatoria en 2005 el entrenador del conjunto inglés por aquel entonces José Mourinho dio la campanada al pronunciar su famosa sentencia: Teatro y del bueno. Se me viene también a la cabeza el cruce en la liguilla de la Liga de Campeones en la campaña 2006/2007, en concreto, en el partido en el Camp Nou en el que el árbitro añadió nada menos que seis minutos de descuento. Aun se me hace cercana esa imagen de Frank Rijkaard en el centro del campo pidiendo explicaciones al colegiado.
Obviamente, el más reciente también desató la polémica en toda Europa. La segunda semifinal en Stamford Bridge en 2009 no sólo pasará a la historia por aquel glorioso y agónico golazo de Andrés Iniesta sino por ser uno de los partidos más polémicos y calientes que el hombre puede recordar.Por todo ello, este post está dedicado a los partidos entre estos grandes clubes. Analizaremos todos con distinto nivel de profundidad pero fundamentalmente el encuentro de ambos clubes en el partido de vuelta de Liga de Campeones en la campaña 1990/2000 en el que el Barça le endosó un inapelable 5-1 a los londinenses tras perder 3-1 en Stamford Bridge. Vamos a ello:
Temporada 1999/2000: Como se ha indicado previamente, se trata de uno de esos encuentros en el que la palabra en mente no es otra que remontada. En la ida en Stamford Bridge, el Chelsea ganó al Barça por 3-1. Por tanto, el equipo culé estaba obligado a ganarle a los ingleses por 2-0. Y así rezaba la grada...
El partido de ida se saldó con un 3-1. Para el equipo del barrio acomodado de Londres valió el gol de Zola y los dos tantos de Tore Andre Flo. El Barça se conformó con el solitario gol de Figo. Dos semanas después la cosa fue bien distinta. El Camp Nou acogía una de esas mágicas noches europeas creyendo ciegamente en anotar dos goles al equipo inglés. Pero el partido nos tenía deparada más de una sorpresa...
Desde el principio, fue un encuentro vistoso. El Barça no se andaba con chiquitas y salió a por el partido desde el primer momento. Enfrente, se encontraba un Chelsea muy ordenado tácticamente con una defensa muy física. La formación inicial del conjunto de las ilas fue: De Goey, Ferrer, Lebouef, Deschamps, Babayaro, Wise, Di Matteo, Morris, Zola y Flo. Se observa que la defensa es muy rocosa y básicamente es el eje central de la selección francesa, campeona del mundo por entonces.
En esta misma linea, el Barcelona presentó el siguiente once de gala, destinado a la épica europea: Hesp, Puyol, Frank de Boer, Reiziger, Guardiola, Cocu, Zenden, Gabri, Rivaldo, Figo y Kluivert. El Barça fue muy superior al Chelsea y así lo demostraron las ocasiones que asediaban la portería de De Goey. Una de ellas la materializó Rivaldo para firmar el primero a través de un precioso libre directo. El segundo gol nació después de una jugada por banda de Patrick Kluivert que le pegó raso y el balón dio en el poste. Allí aparecería Luis Figo para anotar el segundo. Si teneis oportunidad de ver algun vídeo de dicho partido, aparece un viejo conocido celebrando el gol del Barça. Hoy, mañana y siempre...
En ese momento, el Barça tenía el billete para acceder a semifinales donde le aguardaba el Valencia que finalmente eliminaría a los culés. Sin embargo, las cosas se torcieron y Tore André Flo aprovechó un mal despeje de Hesp y un tropezón de Carles Puyol para recortar distancias. En el instante en que Louis Van Gaal empezó a dar instrucciones a Jari Litmanen que se disponía a ingresar en el terreno de juego, un centro de Pep encontró la cabeza de Dani que remató y firmó el tercero. Se había igualado la contienda y el Camp Nou, lleno, tuvo que acoger a un invitado: la emoción, acompañada de sus amigos nerviosismo y tensión.
En una jugada siguiente llegó la polémica. Frank Leboeuf derribó por detrás a Patrick Kluivert que se encontraba sólo ante el portero. Aún así, el neerlandés marcó tras el rechace pero el colegiado no hizo un buen uso de la ley de la ventaja y pitó penalti. Rivaldo erró el disparo al salir el balón rozando el poste. En los compases final del juego, una acción similar implicó que el árbitro de nuevo señalase el punto fatídico. En esta ocasión, Celestine Babayaro derribó a Luis Figo y esta vez sí Rivaldo firmó el cuarto de la noche. El quinto lo anotó de cabeza patrick Kluivert, en una jugada calcada a la del anterior gol de Dani.
Los jugadores del Barça celebran un gol de los anotados aquella noche. Aunque al final no se llegó a la final de París, muchos culés recuerdan ese partido como apoteósico.
Este fue el once titular del Chelsea aquella noche en el Camp Nou. Se puede observar a la gran referencia goleadora blue encabezada por Tore Andre Flo y Gianfranco Zola, dos históricos goleadores de la historia del club inglés. En la retaguardia, la zaga estaba liderada por dos indiscutibles en la selección francesa como Leboeuf y Desailly, un pulmón africano como Celestine Babayaro y un mítico jugador rumano, Petrescu.
Temporada 2004/2005: Esa temporada el Chelsea llegó a las semifinales en las que cayó ante el Spanish Liverpool de Rafa Benítez. En el encuentro de ida disputado en el Camp Nou, los de Rijkaard ganaron por 2-1 con goles de Maxi López, Samuel Eto'o y Giuliano Belletti en propia meta. En la vuelta celebrada en Stamford Bridge, los blues le endosaron al Barça un inapelable 4-2 con goles de Gudjohnsen, Lampard, Duff y Terry. Por parte del Barcelona, Ronaldinho marcó los dos tantos. El primero de penalty, el segundo, un golazo.
El partido de ida fue favorable al Barça. Sin embargo, el Chelsea aprovechó el hecho de jugar en casa para doblegar a los azulgranas. De este modo, a los culés sólo les quedaba la Liga que fue el único titulo que lograron aquel año.
Temporada 2005/2006: En esta ocasión, la ida tuvo lugar en Stamford Bridge. Para dicho encuentro, Rijkaard organizó un planteamiento táctico muy inteligente. La temporada anterior sirvió de lección. Básicamente, esta vez se centrarían en no perder balones en el centro del campo que desemboquen en peligrosos contraataques de Robben. Deco, Edmilson, Motta y Márquez constituian el centro del campo y lo tuvieron muy claro. Los balones azulgranas perdidos se podian contar con los dedos de una mano.
La estrella de la noche fue Leo Messi. La Pulga desestabilizaba a Robben y a Asier del Horno. Tanto fue así que las duras entradas del vasco le llevaron a ser expulsado en el minuto 37. La verdad es que la última entrada del jugador blue no fue la más dura pero la decisión del colegiado fue acertada por el conjunto de entradas de lateral.
Para variar, Mourinho fue expulsado. Tras la expulsión del portugués, se rehizo la defensa y sustituyó a Geremi por Didier Drogba en la punta de ataque. En la segunda parte, el Chelsea no se echó atrás y, de hecho, encerró al Barça. De este modo, llegó el gol de los londinenses. Pero el Barça se puso las pilas y, fruto de la persistencia culé, se pudo remontar la contienda con goles de Eto'o y Terry en propia meta. En la vuelta el Barça sabía que no podía confiarse. El encuentro acabó 1-1. Para el Barça marcó Ronaldinho mientras que Lampard anotó de penalti en el minuto 92. El partido de ida fue vibrante. Allí se emprendió el rumbo hacia la segunda Copa de Europa del Barcelona. Ronaldinho y Messi brillaron con luz propia ante sus verdugos de la edición anterior.
José Mourinho, fiel a su estilo discreto, protagonizó en la rueda de prensa un curioso comentario. El luso dijo textualmente. ¿Cataluña es un pais de cultura? Vosotros sabeis perfectamente lo que es... teatro y del bueno. Asimismo, tambien dejó claro que el Barça, por aquel entonces con más de cien años de historia sólo tenía una Copa de Europa como él en pocos años entrenando. Se vio patente el amor que siente hacia el barcelonismo.
Temporada 2006/2007: El Barça, vigente campeón de Europa, compartió grupo con el Chelsea. Los catalanes no supieron hacer uso de su papel de favorito para caer derrotado por 1-0 en Stamford Bridge con un gol de Drogba de media vuelta. En la vuelta el partido acabó 2-2. Marcaron Deco y Gudjohnsen para el Barça. Para el Chelsea anotaron Frank Lampard un precioso gol casi sin ángulo y Drogba aguó la noche de Halloween en el descuento para empatar.
El incidente curioso lo protagonizó Frank Rijkaard en el descuento cuando el colegiado añadió seis minutos. El técnico holandés salió escopetado hacia el centro del campo para pedir explicaciones. Para el caso, hubiera sido igual jugar un tercer tiempo suplementario.
El marfileño fue la bestia negra del Barça aquella noche para empatar a dos cuando el partido parecia finiquitado y favorecía al Barça.
Temporada 2008/2009: El último Barça Chelsea hasta la fecha. Fue de los más emocionantes y, por qué no decirlo, de los mas polémicos. Se trataba del cruce en semifinales entre ambos clubes. El Barça atravesaba uno de sus mejores momentos de los último años que culminaron en la consecución del Triplete aquella temporada. El Chelsea cayó en la final de Moscú la temporada anterior ante el Manchester United.
La ida, en tierras catalanas, se saldó con un resultado gafas. No obstante, fue un partido en el que los ingleses se centraron más en no dejar jugar que en jugar. Podemos recordar un codazo de Drogba a Dani Alves sin balón de por medio, un manotazo de Ballack a Iniesta, o un penalty de Álex sobre Henry que el colegiado no señaló. En ese encuentro, el jugador de Costa de Marfil, Didier Drogba, la volvió a liar. Mostró su faceta menos noble, simuló una lesión inexistente, agredió a Alves y, en definitiva, no hizo gala de Fair Play.
Víctor Valdés fue de los mejores del partido y fue el responsable de que los ingleses encabezados por Drogba como killer no se adalantaran. Las paradas del de Hospitalet fueron bárbaras y soberbias. El árbitro perdonó bastante y el número total de tarjetas para el Chelsea no fue tan alto como realmente debería haber sido. Paradójicamente, el Barça fue más sancionado de lo que se merecía. De hecho, la agresión de Ballack a Iniesta hubiera supuesto su segunda tarjeta amarilla y su consiguiente expulsión pero el árbitro se la perdonó y le dejó jugar en Stamford Bridge.
La vuelta sí fue mucho más interesante y, obviamente, más polémica. Esta vez le tocaba al Barça vestir de amarillo y, en contra de lo que muchos piensan, no les trajo mala suerte. Los londinenses se adelantaron en los primeros compases de partido por mediación de un impresionante gol de Essien justo donde van las telarañas. El Barça acabó con diez jugadores por la expulsión de Abidal tras un piscinazo de Anelka que le hizo perderse la final. Drogba simuló una lesión que en realidad no tenia, las patadas y el juego duro de los ingleses no terminaba de sucederse y la polémica no dejaba de abrirse paso.
Al final el Dios del Fútbol bajó a Stamford Bridge buscando justicia y encontró a Andrés Iniesta que marcó aquel increíble gol que certificó el pase hacia la final de Roma. El gol de Andrés Iniesta rubricó aquella dificilísima eliminatoria con aquel gol agónico que entró por la escuadra de Petr Cech. El partido sirvió para demostrar que el Barça tambien puede ganar jugando mal, con ayudas arbitrales y en el último minuto.
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