2 de julio de 2011

La historia de Pep y Cesc

 

A los niños les suele afectar emocionalmente el divorcio de sus padres. Esto se produce en mayor medida cuando los chicos son más jóvenes y están sumidos en un incipiente proceso de formación educativa y de valores. La madre de Cesc Fábregas, Nuria Soller, era consciente de ello y así se lo comunicó al entrenador de las categorías inferiores del Fútbol Club Barcelona, Rodolf Borrell, a sabiendas de que su ruptura matrimonial podría dejar huella en el rendimiento de su hijo.

Borrell, técnico en aquel entonces del infantil A, decidió ponerse manos a la obra. En este sentido, fue al vestuario del primer equipo y buscó a Pep Guardiola, en ese momento, capitán del primer equipo del Fútbol Club Barcelona. Le comentó lo que sucedía. Tenía un chico en el infantil con un gran talento pero lo estaba pasando mal a causa de la separación de sus padres. También le explicó a Pep que ese chico jugaba en su misma posición y le idolatraba.

En ese instante, Borrell le pidó una camiseta a Guardiola para ese afligido chico. Pep no sólo le regaló una camiseta suya con el número 4 sino que además le estampó una firma que incluía una profética dedicatoria: Un día tú serás el número 4 del primer equipo del Barça. 


Obviamente, Pep no hizo uso de sus aptitudes adivinatorias, entre otras cosas, porque no conocía a Cesc. Sólo era una cariñosa forma de animar a un chico que lo estaba pasando mal. Borrell se guardó la camiseta mientras buscaba un momento idóneo para dársela a su joven capitán.
Días después, la Federación Inglesa invitó a los infatiles del Barça a un torneo junto al Derby County y el Coventry City. Aquel equipo que entrenaba los domingos para jugar los miércoles se disponía a mostrar su potencial más allá de sus fronteras. En la habitación del hotel, Rodolf Borrell advirtió el pésimo estado anímico de Cesc y pensó que sería el momento para entregarle el regalo proveniente de Pep Guardiola.

De ese modo, es evidente cómo Guardiola fue fundamental en la ayuda a Cesc desde la lejanía mientras que Rodolf Borrell lo hizo al lado suya. El de Arenys ha reconocido que las palabras de su técnico le ayudaron mucho. Días previos a su inminente llegada al Barcelona, podemos asegurar que en su presentación lucirá una camiseta con un número 4 que encierra muchas entrañables historias y alguna que otra profecía...

 

Fuente: SPORT.

2 comentarios:

  1. ¡Que ganitas teneis los culés de vestir de blaugrana a Cesc! jajajaja

    La verdad es que la cagaron vendiendolo al Arsenal, pero bueno, aunque no sea facil negociar con el férreo Arsene pero el jugador y el club quieren encontrarse, asique espero como gunner que Cesc vuelva al barça aunque para los gunnies sea un perjuicio desprenderse de un activo muy por encima del resto, pero ya lo dijo Enrique Cerezo: "Los jugadores solo rinden donde quieren jugar"

    Haber que pasa, un abrazo.

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  2. Bueno, el Arsenal también vendió a Henry y no por ello lo notó en demasía. Cuando un jugador quiere irse, lo mejor es dejarle ir. Un abrazo.

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