Hace justo un año que el mundo del fútbol quedaba conmocionado con la sórdida noticia. A Éric Abidal se le diagnosticaba un tumor en el hígado y tenía que ser operado rápidamente. Sólo un par de meses después, aparecía en las semifinales de la Liga de Campeones ante el Real Madrid y, días después, levantó la Orejona al cielo de Londres. Algo había cambiado.
De eso hace ya casi un año. Parece que fue ayer. Semanas atrás, Abidal regresaba de la convocatoria con la selección francesa, afectado de una pubalgia. Lamentablemente, esto no era más que un disfrazado eufemismo que ocultaba algo. La enfermedad se había desarrollado y Abidal tendrá que dejar el fútbol, al parecer para lo que resta de temporada, y someterse a un trasplante de hígado. La truculenta casualidad ha deparado que sea justo un año después de que se anunciara públicamente su afección hepática.
Como ocurriera un año atrás, las redes sociales y jugadores de todos los equipos se han volcado especialmente para transmitir a Éric su deseo de vuelta a los terrenos de juego y, obviamente, éxito en la delicada intervención que le espera. La situación caló hondo, sumiéndonos a todos con el semblante compungido. La historia se repite y los Trending Topic's de apoyo a Abidal no paran de sucederse en Twitter y en titulares de la prensa deportiva. Volverá a nacer.
Ha sido Pep quien ha asumido la dura tarea de comunicarles al grupo la noticia, a modo de paralelismo emocional como el año pasado. Un ensordecedor silencio se apoderó del vestuario, como si fuera un déjà vu. Los jugadores del Barça están tristemente acostumbrados a estas inefables noticias. Pasó con Abi el año pasado y con Tito no hace tanto. Las mismas palabras. Las mismas reacciones. La misma convicción de superación.
La plantilla había asumido la afección anómala que sufre Tito Villanova y, prácticamente, lo de Abidal se daba por superado, con todo lo que ello conlleva anímicamente. De nuevo, esa angustiante sensación se ha hecho un hueco en el barcelonismo, acompañada de otro sentimiento más esperanzador como es la victoria ante esta despiadada enfermedad.
En estos momentos, no importa el color de tu camiseta, ni las insignificantes diferencias entre nosotros, ni las intrascendentes polémicas que pueda haber. No hay color. Sólo uno: que Abidal se recupere, no sólo porque pueda volver a jugar al fútbol sino para que pueda tener una vida saludable, alegre y llena de éxitos deportivos como estoy seguro que le aguardan en este club tan grande.
Abidal renovó recientemente con el Barça, club en el que aterrizó en el verano de 2007. Siempre ha sido un jugador muy querido en el vesturio donde es un tipo muy divertido y bromista. Es y será una figura fundamental en el Pep Team y ha participado en todos los grandes hitos que el Barça lleva logrando desde 2009. Sus registro goleador no es muy alto pero sí decisivo. Hace poco nos regaló un importante gol en el Bernabeu que valía su peso en oro. Ahora, el fútbol es lo menos importante.
Sus compañeros del Barça, Guardiola, ex-compañeros de selección como Zidane e incluso su seleccionador Blanc han depositado su confianza en la satisfactoria recuperación de Abi. ¿Volverá o no a los terrenos de juego? Eso no importa. Lo que sí es seguro es que volveremos muy pronto a verlo. Ha servido de ejemplo a muchas persona que padecen enfermedades serias y, por qué no decirlo, volverá a ser un ejemplo de superación para todos nosotros.
A decir verdad, no es segura a ciencia cierta su continuidad en el fútbol. El espigado jugador galo es baja para el resto de la temporada y Marc Muniesa lo suplirá en el puesto de lateral izquierdo. Su convocatoria con Francia para la Eurocopa del próximo verano aun es un enigma como ha asegurado su técnico, Laurent Blanc. No obstante, desearía que mis palabras cayeran en saco roto y volviera a aparecer, sorprendiéndonos a todos, como pasó el año pasado. Estate preparado para el partido más importante de tu vida, ése en el que correrás valientemente por la banda izquierda. Todos jugamos contigo.
Molta forza Éric. Estem amb tu. Una abraçada! #animsabidal
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