En las películas siempre ganan los buenos pero en el fútbol las tornas suelen ser diferentes. Digamos, por así decirlo, que existe un concepto particular de la justicia. Podemos pensar, sin ir más lejos, en la selección holandesa que perdió las tres finales de la Copa del Mundo que disputó.
Pero si hay un equipo con el que la suerte se peleó hace algún tiempo, ése es el Atlético de Madrid, el Pupas, del fútbol español.
Siendo unos de los clubes españoles que más aficionados mueven a lo largo y ancho del globo, ostentar cantidad de títulos y haber contado entre sus filas con jugadores de gran renombre internacional, parece que lo miró un tuerto durante años, años y más años.
El primer gran hito de la historia del club data de 1974 cuando ganó la Intercontental -ahora Mundialito de Clubes-. Si bien es cierto que el club que debía disputar tal competición era el Bayern de Múnich que había derrotado al Atlético en Bruselas 4-0 en un partido de repetición que acabó 1-1. El Atleti puede decir que tiene en su vitrina una casi Copa de Europa, de hecho, así lo llaman tradicionalmente los aficionados rojiblancos.
En 1996, llegó el Doblete, un equipo histórico que ganó Copa y Liga de la mano de Kiko Narváez, Molina, Caminero, Milinko Pantic, Penev, entre otros...
Cuatro años después, miles de aficionados vieron como el equipo colchonero de hundía a Segunda División tras fallar Hasselbaink el pentalti decisivo y esfumarse, así, todas las esperanzas del club y la afición.
Después de subir a primera, haber acabado temporadas de forma irregular, con poca continuidad de técnicos y jugadores, en 2008 volvía a la máxima competición continental, después de doce años de capa caída.
En una temporada histórica en la que te también se llegó a la final de Copa, el Atlético de Madrid ganaba la Europa League al Fulham y rompía una maldición de catorce años en blanco y de decepciones. Hoy era la gran cita. Al frente, el todopoderoso Inter de Milán, campeón de todo. Los rojiblancos demostraron la categoría con la que cuentan y después de un buen gol de Reyes, un gol de pillo del Kun Agüero y la joven veteranía de De Gea, el pitido final de Bussaka despertaba la locura de los aficionados.
Se convierte así en el quinto club español en lograr tal Copa junto a Real Madrid, Barça, Valencia y Sevilla. El Atleti regresa al trono, de donde nunca debió abdicar.
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