3 de agosto de 2011

Éric Abidal al desnudo


Recientemente, el jugador del Fútbol Club Barcelona, Éric Abidal fue elegido portada de la revista italiana GQ en la que, en primera instancia, da las gracias a sus compañeros de equipo por todo el apoyo recibido a los que les muestra su más sincera gratitud y, por primera vez, muestra su cicatriz tras la operación de hígado de la que fue intervenido con éxito el pasado mes de marzo.

Mientras se despertaba del aletargo producido por la anestesia, Abidal oyó la arropadora voz del doctor Fuster que le dijo: Éric, nos vemos en Wembley. Yo estaré allí esa noche y tú también.

El lateral francés pensó que alguien había adelantando en el calendario el día de los inocentes porque lo que escuchaban sus oidos distaba años luz de lo esperado. No obstante, el 28 de mayo de 2011, apenas dos meses después de la operación, Abidal fue titular en la final de Champions en Wembley en la que el Barça venció desplegando un fútbol esquisito.

Cuenta, además, que en los días previos a la ya histórica final de Wembley, oyó nuevamente algo que le impactó. Todos los ojos del mundo futbolístico estaban puestos en el mítico estadio de la capital inglesa y Pep Guardiola daba las últimas indicaciones para la que sería, a la postre, la segunda Orejona de la Era Pep...

En ese momento, el Noi de Santpedor leyó la alineación en la que Éric Abidal figuraba como titular. Después del discurso de Guardiola, el silencio se sucedió por la sala y nadie se inmutó excepto el francés. Fue entonces cuando el lateral dirigió su mirada hacie Carles Puyol y, sorprendido por la ausencia del Capi en el once titular, le preguntó: ¿Y tú, por qué no juegas? El de La Pobla se dirigió hacia su amigo y le espetó: Yo ahora no cuento, el que cuenta eres tú, no te preocupes por mí.

El francés añadió que precisamente ésta es la clave del éxito del Barcelona, lejos de los sistemas tácticos, la calidad, las estrategias y las jugadas ensayadas. Asimismo, Abidal manifestó: Esto es el Barcelona. El equipo y los compañeros están por encima de todo. Ganamos mucho dinero, pero nos entrenamos con las mismas ganas que cuando éramos niños. Quedan patentes los valores inmersos en el club catalán en los que está implicito que, ante todo, somos personas.

El partido de su enfermedad no se jugó individualmente como si de un torneo de tenis se tratase. Añadió que, sin la ayuda de los compañeros, de la afición, de la familia y de los demás pacientes, es imposible ganar.

Chapeau hacia Éric y hacia los integrantes del Fútbol Club Barcelona por demostrar una vez mas la importancia de los valores humanos en una profesión tan maravillosa llamada deporte.

Fuente: SPORT.

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