16 de diciembre de 2011

El récord de Henry


En el fútbol la esencia son los goles. Por eso mismo, el artículo de hoy va dirigido a uno de los más grandes delanteros de los últimos tiempos, cuyos goles han perforado más de una portería. Hablamos, obviamente, de Thierry Henry. El francés, mejor goleador histórico del Arsenal, es también el máximo anotador de la seleccion francesa.

Por si esto fuera poco, es el único jugador de la historia del fútbol francés en disputar cuatro ediciones de la Copa del Mundo (1998, 2002, 2006 y 2010), por delante de míticos nombres como Zinedine Zidane, Didier Deschamps o Lilian Thuram, que disputó nada menos que cuatros Eurocopas (1996, 2000, 2004 y 2008), siendo el ex de Parma el jugador que alberga un mayor número de convocatorias con la casaca bleu.

El debut internacional del francés tuvo lugar en 1997 ante el combinado de Sudáfrica. Curiosamente, su primer gol con la selección francesa lo anotó también ante la selección sudafricana, el 12 de junio de 1998 en el Velódrome de Marsella, nada menos que en el partido inaugural de Francia en el Mundial de 1998. En dicho encuentro, el cuadro tricolor venció con relativa facilidad por tres goles a cero.

 

Para seguir engrosando su particular gesta en el libro de los Récords, a finales de 2007 en un partido ante la selección de Islas Feroe de clasificación para la Eurocopa de Austria y Suiza 2008, Thierry Henry empató con Michel Platini su nada desdeñable registro goleador con Francia, situándose en una abrumadora cantidad de 41 goles marcados.

Pocos días después de esa legendaria hazaña, el 17 de octubre de 2007 Francia, ya clasificada para la Eurocopa, se enfrentaba en el Stade de la Boujoire de Nantes a Lituania en un intrascendente partido. Henry no se encontraba en un buen momento de forma con su equipo, el Fútbol Club Barcelona, y aquel encuentro se trataba de una oportunidad y un escenario inigualables para destrozar ese mítico récord de Michel.

Era la nonagésimo sexta convocatoria de Tití en diez años como internacional. Un empate sin goles orquestaba en el marcador hasta que en el minuto 79, el killer francés enchufó un balón dividido en la frontal del área para batir al meta lituano y superar el récord de Platini. Se había escrito la leyenda. Para rubricar aquella mágica y cálida noche de otoño, en dos minutos, Thierry Henry aprovechó un preciso pase en profundidad de Nasri, que prácticamente lo dejó solo ante el portero, para marcar un gol con marca propia, raso al segundo palo, fiel a su estilo.

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