31 de diciembre de 2011

Rumbo a 2012


El cronómetro que marca la cuenta atrás para despedir 2011 ha empezado a cobrar vida. Los racimos de uvas abarrotan las tiendas de alimentación para pasar a ser servidos en copas y dar la bienvenida al nuevo año. Los más fiesteros preferirán quemar la noche en una discoteca y los más hogareños optarán por recibir con su familia este flamante 2012, calentitos en casa.

Sin lugar a dudas, dejamos atrás un gran año, al menos, en lo que a futbolístico se refiere. Recordaremos 2011 por ser el año I d.M, es decir, después del Mundial que La Roja conquistó de manera brillante en Sudáfrica hace hoy un año y medio. Fue el año de la cuarta del Barça y de los cuatro clásicos. El año del mítico ¿Por qué? de José Mourinho y del famoso dedo en el ojo a Tito Villanova. En suma, no fue un año aburrido...

Todo ello se tuvo que compaginar con el acomodamiento de la crisis en España. Fue el año de otra gloriosa Copa Davis lograda por Rafa Nadal y el equipo español de tenis. También merece especial mención el asesinato de Osama bin Laden, la victoria del Partido Popular en las generales y una preocupante tasa de paro en España. En cuanto al fútbol, así fue básicamente este año que ahora despedimos.

 

El gran papel de Real Madrid y Barça en las tres competiciones implicó que ambos equipos se enfrentarán de forma simultánea cuatro veces entre los meses de abril y mayo, algo inédito hasta la fecha. El resultado del trabajo realizado por ambas plantillas florecería esos días con la consecución de los grandes títulos de la temporada. En resumidas cuentas, lo único seguro es que estaba en juego el honor de dos formas diametralmente opuestas de concebir el fútbol.

Tras el primer encuentro en que Barça y Real Madrid empataron en el Bernabeu, todos eran conscientes de que el plato gordo de esta tanda de clásicos sería la final de Copa del Rey en Mestalla. En un buen planteamiento defensivo y especulativo de Mourinho, el Madrid se adjudicó la Copa del Rey tras ganar al Barça con un gol de Cristiano Ronaldo en la prórroga, antes de que Sergio Ramos la liara dejando caer la Copa por el autobús, camino de Cibeles.

En el doble enfrentamiento en semifinales de la Champions, el Barcelona ganó en la ida del Bernabeu por cero goles a dos, obra de Messi. No obstante, fue un encuentro muy polémico por la expulsión de Pepe y por las inmortales palabras de José Mourinho, tuteando a Guardiola. Tras el empate a uno de la vuelta, el Barça se clasificó para la final de Wembley, escenario mítico sobre el que reescribir otra dorada página en la historia el club.

 

El 11 de mayo de 2011 el Barça se proclamó campeón de Liga en el Ciutat de Valencia ante el Levante, a falta de dos jornadas para concluir la Liga. De este modo, comenzaba el primero de cinco títulos conseguidos este año que hoy despedimos. Era la tercera Liga de Pep y el noveno título de la era Guardiola. Sin lugar a dudas, fue una temporada realmente complicada, por la asfixiante presión del Real Madrid y las deleznables acusaciones de dopaje vertidas hacia el club. Se callaron muchas bocas.

Después de apear al Real Madrid en semis de la Champions, el Barça se encontraba con su historia el 28 de mayo en Wembley. El rival, al igual que dos años atrás, se trataba del Manchester United, empatado con tres cetros europeos con el conjunto barcelonista. Con un dominio abrumador, el Barça se impuso a los diablos rojos por tres goles a uno. Pedro abrió la lata, Rooney empató para que luego Messi volviera a adelantar a los hombres de Guardiola. Villa sentenció la finalísima con un auténtico golazo.

En el período estival, dejaron la nave culé Bojan, Milito y Jeffren. Como recambio, llegaron Alexis Sánchez y el anhelado Cesc Fàbregas que, sin duda, ha sido un revulsivo en lo que va de campaña. No recuerdo a ningún jugador que se adaptara tan bien procedente de Inglaterra. En su debut ante el Nápoles en el Gamper, Cesc se estrenó como artillero, siendo ése el primero de muchos goles como azulgrana.

 

Después llegó la Supercopa de España. Era la oportunidad de la revancha ante el Real Madrid por la derrota en Copa. Tras un buen partido de los blancos en el Bernabeu, no se pudo pasar del empate a dos. El dueño de la copa veraniega saldría después del enfrentamiento en el Camp Nou. Aquel partido, con el dedo de Mourinho como protagonista fue la éxtasis del barcelonismo. Un agónico gol de Leo Messi tras una gran jugada de Fàbregas puso el 3-2 definitivo en el marcador. Era el tercer título del año.

Fue un mes de agosto complicado. El próximo rival a batir sería el Oporto, vencedor de la Europa League, en el estadio Luis II de Mónaco. El Barcelona se impuso por dos goles a cero, obra de Leo Messi, en un inverosímil regate al portero, y de Cesc Fàbregas, que ya parecía un joven veterano. Así comenzaba la temporada, en la que el Barça culminó actuaciones sublimes, como el 8-0 al Osasuna, y empates a última hora como los cosechados en Anoeta y Mestalla. Y el Real Madrid, por su parte, no cedía ningún punto.

Así se llegó a un frenético mes de diciembre con la disputa del séptimo clásico del año. El Barça sabía que se jugaba media Liga y, pese al canguelo del que muchos hablaron, se impuso por tres goles a uno. La victoria ante el Real Madrid atenuó los efectos del jet-lag rumbo a Japón, donde el Barcelona aplastó al Santos de Neymar. A la victoria de la selección española sub-19, podemos sumarle en julio la victoria en la Eurocopa. Así cerramos un 2011 que ha estado teñido de azulgrana, esperando que 2012 sea ese año mágico de nuestras vidas, mientras vemos al mejor Barça.

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