El archipiélago caribeño, en concreto, la parte de Las Antillas celebró de un particular modo la llegada del año 1972. La dependencia política de un gran número de islas por parte de potencias mundiales como Estados Unidos, Francia, España y Holanda ha permitido que un gran número de jugadores negros hayan aportado su garra, envergadura y calidad a selecciones europeas que, en años sucesivos, han conseguido el éxito.
Sin embargo, como muchas otras personas, emigró de su tierra natal nada menos que a la Ciudad de las luces con tan sólo nueve años. En la capital francesa, jugó en varios equipos locales como delantero centro. No en vano, su primer equipo local fue el AS Mónaco con el que debutó en la liga francesa en el año 1991. En el equipo del Principado, conquistó la Liga en 1996 y la Copa en 1994 y 1996.
Ya reconvertido en lateral derecho, cruzó Los Alpes para ingresar en las filas del Parma junto a otros talentosos jugadores del nivel de Gianluigi Buffon, Hernán Crespo y Fabio Cannavaro. Allí sentó las bases de una fuerte y referente defensa y, con el galo como pieza indiscutible en la retaguardia, el equipo parmesano logró la Copa de Italia y la UEFA en el año 1999.
El seleccionador galo Aimé Jacquet lo convocó como jugador fundamental para la selección francesa que ultimaba sus menesteres como organizadora del Mundial de 1998.
En dicha cita, el galopante aspecto feroz del defensa le sirvió un puesto en el citado puesto de lateral derecho donde ejerció como perro de presa junto a Marcel Desailly, Laurent Blanc, Frank Leboeuf y Bixente Lizarazu. Es recordado especialmente por los dos goles que anotó en la semifinal ante Croacia cuando Davor Suker había adelantado a los balcánicos y el marcador no era muy positivo para los intereses de Francia. Curiosamente, han sido los dos únicos goles que ha marcado como internacional en su dilatada carrera. Su cansagración con el conjunto nacional le valió un hueco en la Eurocopa del año 2000, donde alternó el puesto de lateral con el de defensa central y contribuyó para que su pais conquistara la gloria con la consecución del laurel europeo.
La temporada 2000/2001 fue realmente gratificante para el francés que, ese mismo año, fue fichado por la influyente Juventus de Turin. Vestido de bianconero, Thuram formó una talentosa plantilla junto con jugadores de gran calidad como Cannavaro y Buffon, quienes también llegaron a Turin ese mismo año procedentes del Parma. También compartió vestuario con veteranos zagueros como Paolo Montero, Ciro Ferrara, Gianluca Pessotto e Igor Tudor que fue tercero con Croacia en el Mundial de 1998.
En 2006 llegó a la ciudad condal. Su rendimiento fue irregular marcado, en primera instancia, por las lesiones que sufrió y sólo permaneció dos temporadas hasta 2008. Aquel verano jugó la Eurocopa de Austria y Suiza en la que su selección tuvo una discreta participación. Se rumoreó que aquel verano ficharía por el Paris Saint Germain pero una malformación cardíaca cuando pasaba el reconocimiento médico truncó el fichaje por el equipo parisino. A consecuencia de ello, puso fin a su abismal carrera futbolistica.
Su estilo de juego se fundamentaba básicamente en su físico imponente. Su fortaleza administraba tranquilidad en la defensa y tenía una gran capacidad para sacar el balón desde atrás. Dado que en sus inmemoriables comienzos empezó jugando como delantero y, posteriormente, como lateral derecho, su incorporación al ataque para rematar córners también era frecuente. Los delanteros también le temían por su eficacia en los marcajes. En cualquier caso, será recordado en Francia por haber sido el Carles Puyol goleador, en aquella semifinal mundialista ante Croacia.
Desde 1994 hasta 2008, fue el dueño del dorsal número 15 con el que jugó los Mundiales de Francia (1998), Corea-Japón (2002) y Alemania (2006)
En la Juventus, se compaginaba la calidad en la defensa con la espectacular dupla de ataque formada por Trezeguet y Del Piero, por no hablar de la calidad bajo palos de Gianluigi Buffon y de todo el equipo en general.
El escándalo Moggi acaecido en 2006 fue el detonante de su salida del club junto con Ibrahimovic, Zambrotta, Cannavaro, Emerson y Fabio Capello. Su destino sería el Barcelona.
Defendió la camiseta azulgrana dos temporadas (2006/2007 y 2007/2008) donde no cobró mucho protagonismo. Tras la conclusión de la Eurocopa de 2008 se le detectó una anomalía cardíaca y decide poner punto y final a su exitosa carrera.
En esta secuencia, queda inmortalizada su única aportación goleadora como internacional y, sin lugar a dudas, la más recordada para los franceses.
En esta secuencia, queda inmortalizada su única aportación goleadora como internacional y, sin lugar a dudas, la más recordada para los franceses.
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