Las heridas abiertas tras los cuatro clásicos aún no han cicatricado. Ni en el período estival hay un descanso en este mundillo del fútbol. Y es que el Real Madrid no se ha hecho esperar tras las declaraciones de Sandro Rosell en las que, básicamente, advierte (algunos sectores dirían amenaza) a la entidad blanca de romper las relaciones institucionales después de los incidentes extradeportivos en la temporada anterior, recién concluida.
Textualmente, el Real Madrid lamenta las desafortunadas declaraciones del presidente del Barcelona. Simplemente, Sandro Rosell se ha encargado de recordar a todos la campaña de desprestigio iniciada por el club blanco al Barça esta temporada. Lo realmente asombroso es que el Real Madrid, textualmente de nuevo, afirma en un comunicado oficial que son motivadas por la presión que sufre la junta directiva por parte de un determinado y cercano entorno mediático, que reclama una actitud de agresividad hacia nuestro club. Impresionante.
Diversos medios y particulares, entre ellos, cómo no, Tomás Roncero, no conciben el por qué del comunicado de Sandro Rosell. Es infame que, tras una temporada entera intentando hacer daño, uno se pregunte e incluso se ponga a discutir sobre si el presidente del Barcelona ha estado acertado o no. Dicho de otro modo, se ha intentado hacer daño a los jugadores, por extensión, al barcelonismo, y ahora se preguntan lo mismo que su carismático entrenador: ¿Por qué?
Recapitulando, recordemos la seguridad con que Florentino Pérez acusaba públicamente a los jugadores del Barcelona de dopaje a través de la coherente cadena Cope, obviamente, sin ningún tipo de pruebas. ¿Seguimos? En la rueda de prensa tras el partido de ida de Champions, José Mourinho ponía en entredicho la legitimidad de la Champions ganada por el Barça en 2009 en Roma.
En otras palabras, la filosofía del Madrid emprendida con el fin de hacer jaque mate al Barça fuera de los terrenos de juego, porque dentro del campo no podían, consistió en Miente miserablemente lo más que puedas para desvirtuar la incipiente grandeza del Barcelona. ¿Y este es el club señor? Yo no digo nada...
Con muy buen criterio, Rosell advirtió que el club no estaría dispuesto a soportar de nuevo acusaciones semejantes porque, en tal caso, las relaciones con el Real Madrid darían por finalizadas. Subrayó también que no deseaban eso. A propósito, ¿Qué nos deparará el Real Madrid 2011/2012 con el comandante Mou a la cabeza? Pronto lo sabremos...
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